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Lauren terminó siendo emboscada por una especie de pandilla mientras caminaba por la calle borracha. Se metió en una pelea que claramente perdió y terminó inconsciente y mal herida en un oscuro callejón tendida junto a un basurero. Por suerte, el mismo chico del bar la encontró cuando dejaba su turno en el lugar la mañana siguiente y la llevó al hospital. La prensa se enteró de lo sucedido y para cuando la familia Jauregui estuvo allí los fotógrafos y periodistas ya estaban fuera del centro de salud cual buitres.
-¿Lauren Jauregui? .- Billie preguntó a una enfermera quien ahogó una exclamación al notar quién le hablaba.
La mujer tras la estación de enfermería ubicada en la urgencia buscó rápidamente la información requerida en una de las computadoras indicando que Lauren seguía en observaciones. La ojiverde estaba tendida en una camilla con los ojos cerrados para evitar la molesta luz blanca de la habitación. Llevaba la misma ropa de la noche anterior, su cabello y el rostro tenían rastros de la sangre que había perdido y sus nudillos estaban aún más magullados. Escuchó la puerta de la pequeña sala de urgencias deslizarse y abrió los ojos para ver a su padre entrar.
-Mierda.- Murmuró el hombre al ver el estado de su hija.
-Jamás me había visto peor ¿Verdad? .- Intentó bromear, pero a su padre no le hizo gracia.
-¿En qué estabas pensando? Pudiste haber muerto.
-Sigo aquí ¿No? .- Su voz se escuchaba más grave y rasposa de lo usual y sus ojos estaban inyectados en sangre.
-Lauren no estoy jugando.- Dijo con total seriedad- ¿Qué pasó?
-Bebí de más, intentaron robarme, creí poder defenderme y desperté aquí.- Resumió la historia- Al parecer me dieron con una botella en la cabeza. Necesite puntadas.- Señaló un apósito blanco puesto en su sien.
-Me refería a qué pasó con Camila.
-También quieren asegurarse de que no tengo algún hueso roto.- Siguió hablando ignorando por completo a Billie.
-Lauren.
-No quiero hablar de eso.- Dijo con dureza- Solo quiero irme de aquí.
-¿Y a dónde irás? .- Billie preguntó.
Lauren hizo el amago de hablar, pero cerró la boca al no saber qué decir. No quería volver a su casa. No si Camila no estaría allí con ella. Tampoco estaba segura de si volver a la casa de su padre era una buena idea, al menos con Leví bajo el mismo techo, pero no tenía otra opción. Su estadía en un hotel o en cualquier otro lugar llamaría mucho la atención, y sabía que ya tendría suficiente con todo el escándalo del hospital.
-Esta embarazada.- Murmuró por lo bajo sin mirarlo.
-Entiendo.- Respondió Billie después de un momento - ¿Y tú qué hiciste?
-No puedo hacerlo, no estoy lista.- Repitió otra vez las mismas tres palabras que llevaban dando vueltas en su cabeza desde que había visto la prueba de embarazo en el baño.
-¿Y crees que ella sí lo está?
-Ella quería que esto pasara. Me lo dijo, siempre ha querido tener una familia.- Recordó la conversación que tuvieron tiempo atrás.
-Te aseguro que esto no es ni parecido a lo que ella se refería.- Contestó Billie- Debe estar tan aterrada como tú. Mucho más ahora luego de que te hayas comportado como la idiota más grande del mundo poniendo en peligro la continuidad de tu matrimonio.
-¿Cómo se supone que solucionaremos esto cuando ambas queremos cosas distintas?
Billie suspiró y acercó una silla hasta la camilla tomando asiento. Se frotó el puente de la nariz antes de hablar.