Presley se miró al espejo una vez más. Estaba asegurándose de que su aspecto siguiera siendo el mismo de cuando había llegado a la fiesta. Era el cumpleaños número 17 de Priscila y Miles acababa de llegar. En cuanto lo vio entrar corrió al cuarto de baño más cercano para comprobar que seguía igual y que todo estaba en su lugar.
-¿Pres? ¿Estás ahí? .- Escuchó la voz de mejor amiga a través de la puerta.
-¡Sí! .- Respondió- ¡Ya salgo!
Volvió a arreglar su cabello una vez más antes de abrir la puerta del baño encontrándose con Priscila esperando afuera. La festejada le sonrió y movió sus cejas de arriba a abajo con una expresión de picardía en el rostro.
-Miles ya está aquí.- Dijo lo que Presley ya sabía.
La castaña solo asintió y suspiró.
-¿Me veo bien? .- Preguntó insegura.
-Te ves estupenda. Se le caerá la saliva en cuanto te vea con este vestido.- Respondió Priscila ayudándola a acomodar el escote del vestido rosa y ajustado que Presley vestía.
Por supuesto que no había salido así de casa. A Lauren le habría dado un infarto si la hubiera visto salir usando aquel vestido. No le quedó más remedio que cambiarse de ropa en casa de su mejor amiga.
Cuando estuvo lista, Priscila la llevó de regreso a la fiesta justo hasta donde estaban Miles y sus amigos. El chico sonrió ampliamente en cuanto vio a Presley y no dudó en acercarse a saludar.
-Pres, te ves...- No supo bien qué decir- Muy bien.- Dijo y de inmediato frunció el ceño- Lo siento, puedo hacerlo mejor que eso.- Presley rió con nerviosismo- Estás hermosa.
-Gracias.- Respondió luchando internamente para no sonrojarse- Tú también te ves bien.- Añadió.
-¿Quieres que busquemos algo de beber? .- Miles le ofreció.
-Sí.- Asintió antes de seguirlo hacia la cocina.
Se giró para darle una rápida mirada a su mejor amiga quien solo se rió y la alentó a marcharse con aquel chico.
-¡Otra vez! .- Gritó Cali.
-¿Otra? Creí que habíamos dicho que la anterior era la última.- Lauren la miró seria.
-¡Por favor mamá! .- Marley se unió a su hermana dando brincos en el sofá.
-De acuerdo, pero esta si es la última.- Dijo la ojiverde accediendo.
Desde que habían terminado de cenar se encontraba jugando con las gemelas en la sala. Las tomaba entre sus brazos y les daba vueltas por la habitación escuchándolas chillar y reír en el acto. Camila podía oír las voces y los gritos de sus hijas menores desde la cocina junto a Cyrus quien se había ofrecido a ayudarla a ordenar después de comer.
-Se están divirtiendo.- Comentó Cyrus al escuchar risas.
-Espero que la diversión termine pronto. Se supone que ya deberían estar en la cama.- Dijo la castaña mirando el reloj en la pared.
-Eso deberías decírselo a mamá.- Cyrus se rió cuando escuchó como las gemelas volvían a gritar 'otra vez' y Lauren decía que sí.
Camila suspiró y siguió el consejo de su hija quien la siguió hasta la sala. Cali y Marley estaban saltando sobre el sofá.
-Lamento interrumpir, pero ustedes dos ya deberían estar en la cama.- Miró a las niñas.
-¡No queremos dormir!
-¡Queremos seguir jugando! .- Exclamó Marley.
La castaña buscó ayuda en Lauren y esta solo se encogió de hombros. La expresión de Camila cambió a una más seria y entonces Lauren se giró a ver a sus hijas.