Capítulo 12

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-Estoy exhausta.

Camila observó con una divertida sonrisa como Lauren se desplomaba en medio de la cama con los brazos estirados hacia sus costados.

-¿Día difícil? .- Preguntó acercándose y tomando asiento en el borde de la cama.

Lauren abrió los ojos y giró su cabeza para verla. La castaña le contagió su sonrisa y se incorporó sobre sus codos para poder besarla un par de veces.

-Lo usual, ya sabes, Chandler estresando a todo el mundo.- Rodó los ojos.

-Solo está...

-Haciendo su trabajo, ya lo sé.- Asintió- Solo quisiera que consiguiera relajarse de vez en cuando ¿Sabes? .- Arrugó la nariz, gesto que a Camila le pareció inusual, pero tremendamente tierno- Ha estado actuando muy raro últimamente.

Por un momento Camila recordó lo extraño que el representante había actuado durante la última presentación de L & L en la que ella estuvo presente. Cuando notó el anillo que llevaba prendido al cuello por una cadena. Casi por reflejo, la morena llevó una de sus manos al objeto, pero no dijo nada al respecto.

-De seguro es parte del estrés.- Se encogió de hombros.

-Tienes razón.

Lauren se sentó en la cama para estar aún más cerca de ella y dejó un sonoro beso en su vientre. La castaña sonrió frente a la acción y le acarició el cabello. Amaba esos momentos tan banales que llevaban tiempo compartiendo. Quería poder inmortalizar cada uno de ellos y guardarlos en una pequeña caja bajo la cama para verlos nuevamente cada vez que quisiera. Pero al parecer algunas cosas sólo estaban hechas para ser almacenadas por la memoria.

-¿Quieres tomar un baño? .- Sugirió.

La artista reposaba su cabeza sobre su regazo manteniéndose con los ojos cerrados y sonrió de manera pícara frente a la idea.

-¿Estarás tú en él?

-Quizás.- Camila respondió siguiendo su juego.

-Con eso me basta.- Dijo poniéndose de pie para prepararlo- Yo me encargo.- Besándola una última vez desapareció dentro del cuarto de baño.

La escuchó tararear una de las canciones del nuevo álbum y sonrió frente a la melodía mientras se desvestía. Había tenido un largo día, su vientre parecía estar a punto de explotar, le dolían los pies y la parte baja de la espalda al caminar. Faltaban apenas unos días para que su fecha de parto llegara y lo estaba agradeciendo porque comenzaba a sentirse miserable. Había amado cargar a Presley hasta el momento, pero estaba tan cansada que no sabía cuánto más podría aguantar. Caminó hacia el baño vistiendo solo su ropa interior maternal y se detuvo justo bajo el marco de la puerta al sentir un dolor intenso que recorrió todo su abdomen haciéndose cada vez más intenso.

-¿Estás bien? .- Lauren se acercó preocupada al ver su mueca de dolor.

-Sí.- Susurró respirando profundo- Creo que ha sido una contracción.- Le informó y la ojiverde abrió los ojos de par en par.

-¿Deberíamos ir al hospital? .- Preguntó alarmada, pero la castaña negó.

-No. Vamos a tomar un baño juntas.- Dijo con decisión caminando hacia la bañera que Lauren ya había llenado con agua tibia y unas cuantas sales de baño.

-Camz, ¿Estás segura? .- Insistió aún preocupada.

Camila solo asintió mientras se quitaba el resto de su ropa. Cuando Lauren también estuvo desnuda le ayudó a entrar en la bañera con sumo cuidado y luego la siguió acomodándose justo tras ella. Con las manos de su esposa acariciando su vientre, Camila se permitió así misma relajarse. A diferencia de otras veces en las que ya había sentido contracciones, estas no se detuvieron y se hicieron más frecuentes e intensas. Gracias al sin fin de libros que había leído y a las clases de Lamaze a las que había estado asistiendo supo que estaba entrando en trabajo de parto antes de lo previsto. No quiso decir nada a Lauren hasta que estuvieron fuera de la bañera.

Hold Me, Kiss Me, Love MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora