Camila se detuvo frente a la puerta de la habitación de Presley y tomó aire antes de tocar. Tocó dos veces, pero no hubo respuesta alguna por parte de la adolescente.
-Pres, es mamá. Voy a entrar.- Anunció antes de abrir.
Presley estaba sentada sobre la alfombra de su habitación con la espalda apoyada contra la cama escuchando música. A pesar de que había notado la presencia de Camila, su vista siguió clavada al frente.
-Pres, quiero hablar contigo.- Dijo la castaña elevando un poco la voz- Pres.- Repitió tratando de no perder la paciencia.
Caminó hasta ella y le arrebató el móvil de las manos para detener la música. Presley la fulminó con la mirada, pero a ella no le importó. Camila cerró la puerta de la habitación y se sentó sobre la cama esperando a que Presley hiciera lo mismo, pero, como era de esperarse, no se movió.
-Presley ven aquí ahora.- Endureció un poco su voz.
La castaña menor rodó los ojos, se quitó los AirPods y, evidentemente molesta, se puso de pie y se sentó junto a ella.
-Quiero que te disculpes con tu madre por lo que has dicho.- Dijo.
-¿Quieres que me disculpe por decir la verdad? .- Preguntó con ironía.
-¡Suficiente! .- Camila exclamó con enfado- Jesús Pres, ¿Qué pasa contigo? .- Preguntó- Últimamente te la pasas discutiendo con nosotras como si fuésemos tus enemigas, eres fastidiosa con tus hermanas, sobre todo con Cyrus, y ni hablar de tu comportamiento.
Presley se mantuvo en silencio con la mandíbula tensa y sus ojos clavados en el piso.
-¿Ahora no quieres hablar?
-No tengo nada que decir.- Se encogió de hombros de manera condescendiente.
-Te disculparas con tu madre quieras o no.- Dijo Camila con voz dura- Y más vale que tus disculpas sean sinceras, Presley.- Le advirtió.
La castaña le sostuvo la mirada a su madre durante algunos segundos conteniendo sus ganas de volver a replicar. Tomó su móvil de las manos de Camila y volvió al mismo lugar en donde había estado escuchando música. Su madre solo la observó sin decir nada.
-¿Algo más? .- Preguntó llevando sus AirPods devuelta a sus oídos- Quiero estar sola.- Añadió después.
-Solo has lo que te he dicho ¿Si?
Camila se puso de pie y se detuvo frente a ella para asegurarse de que respondiera de manera afirmativa. Presley solo asintió sin siquiera mirarla antes de volver a lo suyo. La castaña decidió no seguir interviniendo y prefirió abandonar la habitación sin decir nada más.
-¿Y a los monstruos?
-No.- La ojiverde negó.
-¡Películas de terror! .- Exclamó Cali y su madre volvió a negar.
-¿Tiburones? .- Preguntó Marley.
-No.
Lauren negó otra vez mientras continuaba con su tarea de quitarle la cáscara a dos plátanos. Las niñas siempre comían una fruta en el desayuno y no era una sorpresa que amaran los plátanos tanto como su madre.
-Ya se los dije. Soy muy valiente.
Cyrus hizo su entrada en la cocina y caminó directo a su lugar para servirse un tazón de leche con sus cereales favoritos.
-Buenos días.- Su madre la saludó con una sonrisa.
-Hola ma.- Respondió- ¿De qué hablaban?
-¡Mamá no le tiene miedo a nada! .- Exclamó Cali aún impresionada.
