6 años después
Durante la tarde de un veraniego 14 de Julio, Lauren y Camila le dieron la bienvenida a California y Marley Jauregui. Las gemelas que llegaron a robarse sus corazones y la atención de todo el mundo. Mentirían si dijeran que nos les costó algo de trabajo acostumbrarse a tener a cuatro niñas en casa, dos de ellas bebés, pero consiguieron adaptarse después de un tiempo. El espacio se redujo considerablemente en cuanto las gemelas comenzaron a crecer así que decidieron que era hora de buscar una casa más amplia. Presley y Cyrus habían crecido cerca de la playa, Camila quería lo mismo para las gemelas, por tanto, Lauren se aseguró de transmitir la información a su agente de bienes raíces. Un par de semanas después estaban mudándose de una casa de playa a otra con un poco más de espacio. Ambas lidiaron con la nostalgia que les causaba dejar la casa que había sido testigo del comienzo de su intensa y extensa historia de amor, pero aquel era el inicio de una nueva etapa de su vida y eso terminó por desplazar la tristeza para dar paso a un nuevo comienzo.
-¡Presley, ¿Quieres, por favor, darte prisa?! .- Exclamó Cyrus mientras aporreaba la puerta del baño con los puños.
Por supuesto, su hermana mayor hizo caso omiso a sus reclamos mientras seguía concentrada en su rutina mañanera escuchando a todo volumen los éxitos de su banda favorita.
-¡Presley! .- Cyrus gritó otra vez.
-¿No crees que es muy temprano para estar gritando de esa manera? .- La ojiverde preguntó mirando a la adolescente de 14 años.
-Lleva como dos horas ahí dentro. Llegaré tarde por su culpa.- Bufó.
-Hay como cinco cuartos de baño en esta casa, ¿Por qué no usas uno de los otros? .- Señaló.
-Porque todas mis cosas están allí dentro.- Explicó.
La melodiosa voz de Presley se oyó desde el interior del baño mientras cantaba el coro de una de sus canciones favoritas y eso solo hizo enfadar más a su hermana quien continuó aporreando la puerta con los puños. Lauren negó con la cabeza y bajó las escaleras hasta la cocina en donde se encontró a su esposa preparando el desayuno y sus dos hijas menores sentadas en la mesa comiendo una fruta. No había cereales azucarados si no comían una fruta primero, esa era una de las reglas que Camila había impuesto y que las gemelas seguían al pie de la letra.
-Buenos días.- Saludó acercándose a sus hijas y besando sus frentes.
Cali y Marley le regalaron una sonrisa antes de seguir comiendo su fruta.
-Buen día cariño.- Camila le saludó antes de recibir gustosa un beso- ¿Qué es esta vez? .- Preguntó refiriéndose a los gritos que desde allí podían escucharse.
-Lo mismo de siempre.- Lauren rodó los ojos mientras se servía un poco de café- Presley tardando horas en alistarse, Cyrus molesta.
-Presley dijo que Cyrus es una fastidiosa.- Dijo Cali girándose a verlas desde su lugar.
Su hermana gemela asintió mientras terminaba de comer el último trozo de manzana que le quedaba.
-No hagan caso a las cosas que su hermana diga.- Respondió Lauren acercándose y dejando un toque en la nariz de ambas con su dedo índice haciéndolas reír.
Mientras tanto, en el segundo piso de la casa, Cyrus estaba sentada en el corredor fuera de la puerta del baño esperando a que su hermana se dignara a salir. Presley salió cinco minutos después luciendo radiante y completamente lista para iniciar un nuevo día estudiantil. Se giró a ver a Cyrus quien se puso de pie en cuanto la puerta se abrió y le sonrió.
-Todo tuyo.- Dijo antes de bajar las escaleras lista para desayunar.
Cyrus apretó los dientes y los puños molesta y se metió en el baño dando un portazo que se escuchó por toda la casa. Las dos solían ser bastante unidas hasta hace un par de años atrás, luego Presley comenzó a hacer amigos nuevos y cambió su actitud dejando a su hermana pequeña a un lado. Era como si de pronto hubiera decidido fastidiarla sin razón alguna. Cyrus lo odiaba, pero hace mucho tiempo que había dejado de esforzarse por recuperar la relación hermanable que solían tener.