Me presento ante ustedes, me llamo Lucía Noceda y soy una asesina, una peste entre la sociedad, una adicta, pero también tengo buenas intenciones (a veces), lo hago por gusto propio, aunque solo me limito a dañar a escorias peor de desquiciadas que...
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—¡Eeeeeeeda! — Luz entró corriendo, abriéndose paso entre empujones para llegar hasta Eda. —Creí que te perdería, acabas de entrar en mi vida y yo ... no quiero que te vayas— le dijo la pequeña aferrándose a ella.
—¡¿Luz?! ¿Qué haces aquí? — preguntó la de cabellos plateados bastante sorprendida.
—¡Eres una idiota Edalyn pudiste haber muerto! —Lillith apareció con Raine detrás.
—¡Amor! ¿Estás bien? ¡Déjame revisarte! — le dejó un rápido beso en la frente para poder revisarla
—Si te estás preguntando cómo es que están aquí es porque me llamaron y yo los ayudé— una mujer alta, imponente, se dejó ver. Ferdhie se encontraba detrás apuntándoles con su rifle.
—¡Tranquila! — dijo aquella mujer — no queremos derramar más sangre, somos de los suyos, yo soy la reina Murciélago—.
—Dama Búho ¿es verdad todo eso? — preguntó desconfiada la joven.
—Lo es— afirmó y su guardaespaldas se relajó — Y me alegra que estén aquí, Delta se ha comunicado, en cualquier momento llegarán y nosotras debemos tener una coartada lista, al parecer tuvieron muchos percances —.
—Yo tengo algo — Octavius bajó a la sala, ya estaba más repuesto de sus heridas, que ahora estaban suturadas y vendadas. —Necesito transmitir esto, los renegados me ayudaron a filmarlo—.
—¿Y qué es exactamente? —
—Nada más y nada menos que la verdad, solo con ella podemos defendernos y ya veremos como le cae al pueblo una vez que se enteren— afirmó el joven muy convencido.
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