El televisor estaba encendido, la imagen de una chica de cabello castaño, ojos marrones oscuros, piel morena y una gran cicatriz en el rostro se encuentra pausada; se puede apreciar su vestimenta, una chaqueta verde, una camisa blanca y un gorro rojo sobre su cabeza. Sostuvo el libro que había recibido por correo para posteriormente despausar y aumentar el volumen del vídeo, la chica en la pantalla mostró una sonrisa frente a la cámara y comenzó a hablar:
—¿Alguna vez has juzgado a alguien sin antes haberlo conocido, sin saber su historia y la razón de su comportamiento? Te aseguro que todos lo hemos hecho al menos una vez. Yo por ejemplo, maldigo todo el tiempo la unión de mis padres, no conozco el contexto de esta y honestamente me repugna saberlo— la chica hizo una mueca de asco rápidamente y con resignación soltó un suspiro.
—Nunca entenderé la razón por la cual mi madre terminó embarazada de un tipo como él, Anton Smith es su despreciable nombre, un idiota que a la primera semana de casados decidió romper el encanto propiciándole su primera golpiza a mi mamá ¿Por qué ella prefirió dejar de lado sus estudios y a su familia por alguien que ni siquiera valía la pena? — dijo mientras apretaba su puño.
—Cualquier persona sensata se hubiera ido ante la primera señal de violencia, pero lamentablemente ella era una mujer con muy mal juicio y seguramente perdió la cuenta de las veces que decidió "perdonar" los arranques de ira de su pareja con la esperanza de que este cambiara, pobre ingenua — movió su cabeza de un lado a otro con una sonrisa irónica.
—Por si fuera poco, los años pasaron oscilando en la misma violencia, misma que trajo consigo nuevas víctimas, accidentales o no, ya estábamos aquí; el destino cruel permitió como si de una retorcida broma se tratara, que los que no merecen ser padres tengan hijos de a montones, mientras que en algún rincón en el mundo, personas amorosas y capaces sufren por no tener con quién llenar una cuna vacía— dirigió su mirada con algo de tristeza hacia un punto en específico detrás de la cámara, probablemente a alguien que la acompañaba.
—Mi padre era entrenador de box, deporte que practicó en su juventud apasionadamente hasta que una lesión le hizo perder su beca deportiva en la universidad. Esto no le impidió seguir practicando con sus hijos y su esposa, maravillosamente nosotros éramos sus sacos de boxeo. Además de ser un loco desquiciado, era un alcohólico drogadicto, que, aunque mamá no nos lo decía directamente, tenía mis propias sospechas de que su trabajo no era el más honesto—.
—En los momentos de sobriedad de mi padre, él insistía en entrenarme, según él yo era la única con potencial para las peleas, nunca estuve de acuerdo, pero no tenía opción, era eso o ser castigada sin comida. Por otro lado, en la escuela nunca destaqué, no tenía amigos y mis calificaciones eran bajas a consecuencia de no entregar tareas, por falta de tiempo o porque algún idiota me la destruía antes de entrar a clase. Mi único objetivo es cuidar de los que amo—.
—Tengo cuatro hermanos, Hunter, Luca, Luna y Luz. Protegerlos es mi deber, soy la única que puede hacerlo y estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por ellos ¿entiendes? Soy la más protectora de todos, así como las más impulsiva por desgracia. —
Me presento ante ustedes, me llamo Lucía Noceda y soy una asesina, una peste entre la sociedad, una adicta, pero también tengo buenas intenciones (a veces) ¿matar? a veces lo hago por gusto propio, aunque solo me limito a dañar a escorias peor de desquiciadas que yo. No me malinterpreten, estoy en busca de la redención, en verdad me arrepiento de muchas cosas—. Bajó la cabeza y se quedó unos segundos en silencio.
—¿Creen en las segundas oportunidades? ¿Creen que alguien que ha causado mucho daño merezca una? —
—Solo permítanme contarles mi historia... No trato de justificar mis actos, para nada, soy totalmente consiente del peso de mis acciones y asumo la responsabilidad por ellas, en realidad el objetivo de esto es un mero desahogo personal y... si alguien llega a pasar por una situación parecida a la mía, quiero que sepa que no todo está perdido, solo nunca te rindas, las tormentas también se desvanecen—. La chica guiñó un ojo a la cámara y al mismo tiempo daba play a una lista de reproducción.
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My Blood
FanficMe presento ante ustedes, me llamo Lucía Noceda y soy una asesina, una peste entre la sociedad, una adicta, pero también tengo buenas intenciones (a veces), lo hago por gusto propio, aunque solo me limito a dañar a escorias peor de desquiciadas que...