CAPÍTULO 21: ENFRENTAMIENTO

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Track 21: Fairly local – Twenty One Pilots

Soy malvado hasta la médula

Lo que no debo hacer, lo haré

Ellos dicen que soy emocional

Lo que quiero salvar, lo mataré

¿Es eso lo que realmente soy?

El agua caliente bajaba por sus cabellos castaños hasta llegar a su piel morena y trazar un camino de humedad hasta el suelo, su estado de ataraxia se vio perturbado cuando escuchó el sonido de la puerta del baño abriéndose

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El agua caliente bajaba por sus cabellos castaños hasta llegar a su piel morena y trazar un camino de humedad hasta el suelo, su estado de ataraxia se vio perturbado cuando escuchó el sonido de la puerta del baño abriéndose. El efecto de la heroína estaba disipándose, fue una dosis pequeña para liberarse del enredo mental en el que se encontraba, aunando a ello el error en el que había caído, se sentía sucia, jodidamente sucia.

Las manos atrevidas la abrazaron por la espalda, juntando sus cuerpos desnudos, se giró para encararla de una maldita vez, se sentía molesta consigo misma y aún más con Bria, detesta a la gente como ella. En el pasado muchas manos le han tocado sin su consentimiento, como si su cuerpo fuera mercancía, odiaba el hecho de que así fuera cuando un rostro amable aparecía ocultando sus intenciones de llevarla a la cama. La peli morada se había aprovechado de su estado, no se suponía que terminaran así y, sin embargo, era un error recurrente para Lucía, otro maldito nombre a su lista de personas con las que se enredó sin desearlo... asco.

—Vístete, necesito ir a ver a mi hermano—

—Está bien, nos vemos luego, por cierto, lindo tatuaje — le dio un beso en la boca que la morena inmediatamente se limpió.

Salió de los dormitorios de Red Hell, hace unas horas, por la tarde exigió que le dejaran permanecer al lado de Luca, pero debido a su estado no se le permitió. Cuando vio a Belos acercarse ella le rehuyó y prefirió ir a "descansar" un poco, cosa que no pudo hacer, aunque al menos ahora se sentía más repuesta. La noche había llegado, aproximadamente eran las 10:00 PM en el momento en que Lucía entró de nuevo al hospital.

—Ya despertó, como lo ordenó, no le dijimos donde se encuentra— le dijo el médico local, ella no respondió, en su lugar asintió rápidamente y entró a la blanca habitación.

—¡Lucía! ¿En verdad eres tú? — Luca no podía con toda la emoción del momento, se sentó en la cama y le extendió los brazos, la mayor se acercó y se tensó un poco por el contacto.

—¡Hermanito! ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? ¿Te hicieron mucho daño? Espera acabas de hablar ¿Te funcionó la terapia? — habló tan rápido, compartiendo la misma emoción que el chico, besó su frente, le revolvió los cabellos suavemente y se sentó en la orilla de su cama.

—Tranquila, estoy bien, duele un poco por los golpes ... ¿Cómo fue que me encontraste? ¿Dónde están los demás? —

Yo tuve que pelear con él... y sobre lo otro, nadie más sabe que estás aquí— desvió la mirada hacia la televisión un segundo. —Luca— susurró porque el nudo en su garganta le impidió hablar más fuerte — lamento que hayas tenido que pasar por todo eso—.

My BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora