CAPITULO 12

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- ¿Embarazada? No perdieron el tiempo ¿verdad?
- Estoy segura que fue parte del programa organizado que su madre tenía planeado para ella -dijo Kara, su tono amargo. Miró a Sara, en espera de su crítica.
- Supongo que Lena no trabajó -dijo Sara- ¿Su título era para el espectáculo? -Kara asintió
- Las mujeres Luthor no trabajan -dijo. Se aclaró la garganta, casi librándose- Debería irme. Es tarde
- Oh, no. Todavía no –protestó Ava
- No puedes irte sin terminar tu historia
- No queda mucho por contar. Sólo la he visto un par de veces desde entonces -dijo.
- ¿Qué tal más café? Es descafeinado -dijo Ava. Kara asintió
- Está bien. Tomaré otra taza
- ¿Cómo te las arreglaste para evitarla todos estos años? -preguntó Sara- Quiero decir, las veces en las que ibas a Brook Hill
- Fueron cinco años después que mi madre enfermó por primera vez. Antes, cuando iba de visita no lo anunciaba. Solo me aparecía. Permanecía una noche y me iba a la mañana siguiente. Nunca vi Lena –dijo- Cuando mi madre se enfermó, Alex ya estaba retirado de las fuerzas armadas y abrimos nuestra primera tienda unos seis meses antes. Nos turnábamos entonces, para estar con ella, llevarla a las citas médicas y otras cosas -Ava le dio otra taza de café
- ¿Y no hablaste con Lena en todo ese tiempo?
- No. Pude sacarla de mi mente. Tenía citas. Tenía amigos. Era cuando iba a Brook Hill cuando ella ocupaba el lugar protagónico de mi mente
- ¿Pero la viste nuevamente?
- Sí. Tenía veintiocho



<Flash Back>


- ¿Estás cómoda? –preguntó Kara mientras ahuecaba las almohadas debajo de las piernas de su madre.
- Deja el alboroto -dijo su madre- Estoy bien -Kara se sentó en la silla junto a la cama de su madre, con la preocupación grabada en su rostro. Trató de ocultarlo, pero su madre le sonrió tranquilizadoramente.- No voy a morir todavía, Kara. Dejar de lucir tan asustada
- Nunca has estado enferma anteriormente -dijo.
- El cáncer es una cosa de miedo ¿no? Pero los médicos parecen pensar que podremos manejarlo. Tengo que creer en ellos –Kara dejó escapar un suspiro
- ¿Has vuelto a pensar en ello?
- ¿Retirarme? Sí
- ¿Y?
- Y tú y Alex tienen razón. Es el momento. Pero ¿a dónde iría? Tenías diez años cuando nos mudamos aquí. Sé que no es mucho, pero ha sido nuestra casa en estos últimos dieciocho años
- Lo sé, mamá. Te encontraremos una casa. Algo bien iluminado y ventilado, con un pequeño patio –miró a su alrededor- Siempre sentí como si estuviésemos en un calabozo aquí
- Sí, lo sé. Era por eso que pasabas la mayor parte de tu tiempo al aire libre, en la cubierta -dijo con una sonrisa- O arriba en la habitación de Lena


Kara miró hacia otro lado, no quería pensar en eso. Lena ya no era parte de su vida. Había terminado con eso. Habían pasado más de cinco años desde que la había visto. Ocho desde que habían... dormido juntas. Era asombroso cómo aquí... en la mansión... los recuerdos estaban todavía tan frescos.


- No has visto a su hijo ¿verdad? -declaró su madre- Es un niño tan lindo. Y muy inteligente –Kara no respondió. Su madre sabía muy bien que ella nunca lo había visto.- Lo que sea que haya pasado entre tú y Lena, eran tan buenas amigas. No entiendo por qué evitarla
- No la evito -dijo Kara
- Ella ya no vive aquí
- Podrías hacer un esfuerzo para ir a verla. Ella ha sido tan buena conmigo. Cada vez que está aquí, siempre viene a visitarme -dijo su madre- Siempre pregunta por ti. Sé que ella te extraña –Kara se puso de pie
- Mamá, no lo hagas -dijo dándole la espalda a su madre. Sintió un nudo en la garganta y trató de tragarlo- Lena y yo no necesitamos vernos
- ¿Por qué? -Ella negó con la cabeza
- Es complicado -se volteó cuando oyó un golpe en la puerta exterior. Miró a su madre con las cejas levantadas.
- Probablemente sea Stella con el almuerzo -dijo ella. Kara se dirigió a la otra habitación y abrió la puerta, se quedó sin respiración cuando encontró a Lena de pie al otro lado. Lena parecía tan sorprendida como ella.
- Kara -susurró. Kara no pudo hablar, su mirada fue atraída por el niño de pie junto a Lena. Volvió a mirar hacia arriba
- Hola
- Tú... No te estaba esperando. Le mencioné a tu madre que quizás podríamos pasar por aquí -Kara tuvo que sonreír ante esto, preguntándose por qué su madre no lo había mencionado
- Acabamos de regresar. Ella está acostada -se volvió a mirar al muchacho- Este debe ser tu hijo
- Sí. Ashton, saluda a una antigua amiga mía. Ella es Kara Danvers, la hija de la Srta. Eliza –Él le tendió la mano
-Encantado de conocerte ¿Puedo llamarte solo Kara? –Los ojos de Kara se ampliaron. Sabía que él tenía cinco, pero no hubo torpeza Infantil en absoluto en su discurso. No pudo evitar sonreírle.
- Sí, puedes llamarme Kara
- ¿Lena? ¿Ashton? ¿Son ustedes? -La mirada de Lena estaba fija en Kara cuando contestó
- Sí, Eliza –Ashton se dirigió hacia el dormitorio, demostrando que él y Lena eran visitantes frecuentes. Kara y Lena le siguieron.
- Ahí está mi chico guapo -dijo su madre.
- Hola, Srta. Eliza –dijo aceptando el abrazo- ¿Cómo fue la quimioterapia hoy?
- No tan mal esta vez, cariño –Kara miró a Lena
- ¿Cuántos años tiene? -susurró.
- Un muy inteligente cinco -susurro Lena en respuesta.
- Lena, Kara y yo estábamos hablando de ti. Estoy tan contenta de que hayas venido -dijo su madre.
- Ashton recordó tu cita de hoy. Quería ver cómo estabas
- Bueno ¿por qué Uds. chicas no se ponen al día? Ashton puede hacerme compañía -dijo ella.


Kara estuvo a punto de protestar, pero Lena tenía una mirada de desesperación en sus ojos
que no pudo ignorar. Caminaron en silencio, siguiendo su camino... tal vez inconscientemente... hacia la cubierta.

- Es un chico lindo -dijo Kara rompiendo el silencio- Se parece a ti
- Sí, gracias. Es un poco desconcertante cuando tu hijo de cinco años es más inteligente que tú
- ¿En serio? ¿Cuán talentoso es?
- Mucho. Lee desde los dos años. El próximo año terminará su curso pasando al octavo nivel
- Wow
- Lo sé -Lena la miró a los ojos- ¿Cómo has estado?
- Bien -dijo encogiéndose de hombros.
- Tu madre dice que has abierto una tienda de alimentos saludables. Eso es maravilloso, Kara
- Alex y yo lo hicimos. Es pequeña, pero hasta ahora, rentable. Hemos estado más que satisfechas
- Estoy orgullosa de ti –dijo Lena mientras caminaban hacia la cubierta, aún pintada en un blanco inmaculado. Kara la miró, su mirada vagó sobre su rostro y su cuerpo. Cuando Lena se volteó hacia ella y sus ojos se encontraron, Kara dio voz a sus pensamientos.
- Estás tan preciosa, Lena -Lena retiró la mirada pero no antes de que Kara viera las lágrimas en ellos.
- No sé cómo puedes ver eso. Soy tan terriblemente, terriblemente... miserable –dijo con su voz quebrada por las lágrimas contenidas.
- Lena... -Lena miró hacia ella, esta vez sin poder ocultar sus lágrimas ya que corrían por sus mejillas
- Te extraño. Te extraño mucho -dijo casi llorando.
- Lena, no lo hagas... -dijo Kara dando un paso hacia ella- ...por favor, no llores
- Odio mi vida –dijo- Lo único bueno en mi vida es Ashton. Él es el único que me ha mantenido cuerda -se limpió las lágrimas con impaciencia- Soy tan... miserable. Y me siento tan sola sin ti -Entonces Kara se acercó a ella, atrayéndola hacia sus brazos. Lena se aferró a ella y sus lágrimas se convirtieron en sollozos. Las lágrimas de Kara cayeron también. Enterró su rostro en el cabello de Lena, respirando su aroma familiar.
- Por favor, no llores –murmuró- Por favor, no lo hagas


Sus brazos se apretaron y el cuerpo de Kara reaccionó acercando a Lena más contra ella. Reconoció el cambio en su abrazo. Lo mismo hizo Lena cuando la acercó aún más hacia ella. Kara deseaba besarla tanto, sabía que estaba muy cerca de cruzar la línea. Dio un paso atrás, alejándose de ella.


- No podemos hacer esto -susurró.
- Por favor, Kara. Te necesito tanto -dijo Lena, sus ojos suplicantes. Pero Kara negó con la cabeza
- No puedo hacer esto. Me duele demasiado. Quiero estar contigo. Quiero hacer el amor contigo. Pero no puedo. Me duele irme de aquí, dejarte. No puedo hacerlo más, Lena. No si quiero mantener mi cordura. Simplemente no puedo
- Kara...
- No. Lo que teníamos, era especial. Siempre va a ser especial. Siempre tendrás un lugar en mi corazón. Pero no puedo verte ¿Por qué crees que te evito? Porque duele -dijo, siendo ahora su turno para limpiar las lágrimas- Me duele ahora mismo, queriendo terriblemente estar contigo, pero sabiendo que no puedo tenerte. Nada de ti. Ni siquiera una pequeña parte de ti
- Te amo, Kara
- Yo también te amo ¿Por qué crees que duele tan condenadamente demasiado? -negó con la cabeza- No quiero volver a verte, Lena. No puedo -su mirada se cruzó con la de Lena, ambos ojos todavía cubiertos de lágrimas- No quiero verte nunca más -Lena se dio la vuelta, con los brazos alrededor de sí misma- Lo siento mucho. Siento mucho todo esto -Kara se aclaró la garganta, logrando poner sus emociones bajo control- Debo volver con mi madre. Me iré por la mañana -Lena asintió
- Buscare a Ashton en un minuto. Sólo necesito un poco de tiempo -dijo.


Kara apretó sus puños, con unas terribles ganas de acercarse a ella y abrazarla nuevamente. Antes de que pudiera hacer eso, giró sobre sus talones, regresando a la casa. Tenía que sacar a Lena de su vida, de su cabeza... y lo más importante, de su corazón. La única manera de hacerlo era marchándose.

At Seventeen (adaptación Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora