CAPITULO 37 (+18)

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- Vaya manera de terminar el día –dijo Kara cuando las llevó de vuelta a la tienda por el coche de Lena. Lena se inclinó sobre la consola y apoyó la mano en el muslo de Kara
- Eliza me dio algunas instrucciones -dijo ella.
- ¿Oh, ¿sí?
- Tienes que venir a casa conmigo -Kara se echó a reír
- Ella dijo eso ¿huh?
- Entre otras cosas, sí –Lena se mordió el labio, sabiendo que ahora no era el momento de decirle- No hemos cenado ¿Qué tal si recogemos algo y lo llevamos a casa?
- ¿Estás segura?
- Sí. Tenemos que hablar -dijo vagamente. Kara la miró durante un largo momento y Lena vio las preguntas en sus ojos. Le ofreció una sonrisa rápida- Quiero dormir contigo esta noche -dijo ella- No tenemos que hacer el amor. Sólo quiero estar contigo -Kara cubrió su mano con una de las suyas, presionándola con fuerza contra su muslo
- No he olvidado nuestra anterior conversación -dijo ella.


Lena asintió con la cabeza, relajando la mano, dejando que la calidez de Kara se filtrara en ella. Después que Kara se aseguró que sus hamburguesas vegetarianas estaban en el menú del restaurante de comida rápida, escogieron hamburguesas, patatas fritas y coca-colas grandes, algo que rara vez tenía Lena. Ella se adelantó hacia su casa mientras Kara recogía la cena. Era una noche agradable, no tan calurosa. Salió al patio y encendió el ventilador de techo, decidiendo que comerían afuera cerca de la piscina. Sólo deseaba que la conversación fuese más ligera, pero no le escondería a Kara las noticias sobre el cáncer de Eliza. Diez minutos más tarde Kara entró con dos bolsas. Lena tomó una de ellas, oliendo el aroma adictivo de las papas fritas de la comida rápida. Sacó una de la bolsa, masticándola con una sonrisa.

- Esto está muy bueno -dijo ella- ¿Me pregunto por qué no tengo esto más a menudo?
- Porque no es bueno para ti -dijo Kara mientras robaba una de la bolsa. Echó un vistazo al patio, que estaba iluminado

- ¿Quieres comer fuera?
- ¿Te importa?
- Por supuesto que no. La piscina parece atractiva -dijo ella moviendo sus cejas. Lena sonrió, deseando poder olvidarse de todo y... y desnudarse de una vez. Podía imaginarse la piel reluciente de Kara con el agua cayendo como cascada sobre ella. 

- ¿Qué pensamientos traviesos están pasando por tu mente? -En ese momento Lena rio
- Inmersión al desnudo -La mirada de Kara sostuvo la de ella
- ¿Entonces por qué no lo hacemos? -sugirió ella.
- Tentador... pero tenemos que hablar –dijo ella guiando a Kara hacia exterior. Lena temía haber perdido su apetito, pero un bocado a la hamburguesa la trajo de vuelta con fuerza- Esto está delicioso -murmuró con la boca casi llena.
- Una vez más, no es bueno para ti -dijo Kara mientras mordía su hamburguesa vegetariana- No está mal -dijo ella antes de sumergir una papa frita en salsa de tomate- Ahora ¿de qué es lo que quieres hablar? -Lena limpió su boca con la servilleta y luego tomó un sorbo de su bebida. No tenía sentido aplazarlo
- Es Eliza -dijo ella. Kara bajó su hamburguesa levantando las cejas
- ¿Algo que te dijo? -Lena asintió. Kara la miró, sacudiendo lentamente la cabeza- ¿El cáncer ha vuelto? -supuso ella.
- Lo siento -dijo Lena en voz baja- Ella dice que lo ha sabido desde hace un par de semanas, pero no quería decirlo
- Mierda -murmuró Kara mientras se inclinaba hacia atrás, pasando sus manos por su cabello.
- No me había dado cuenta anteriormente lo cansada que lucía -dijo Lena- Tendida en la cama del hospital, lucía casi frágil. Exactamente no me lo contó... -dijo ella- Le pregunté -Kara asintió
- Sí, ahora que lo dices, últimamente parece muy cansada -dejó escapar un profundo suspiro- Así que ¿Cuándo planea darnos la noticia?
- Imagino que mañana. No creo que estaba lista para tratar con eso esta noche -se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de Kara- Lo siento Kara. Pero tu madre es una mujer fuerte. Sólo tenemos que estar ahí para ella y asegurarnos que no se rinda
- Ella ya ha pasado por mucho -dijo Kara- Ahora que Alex y yo estamos aquí, bueno, esperaba que pudiésemos tener un poco de tiempo con ella
- Kara, esto no es una sentencia de muerte. Ella lo ha vencido dos veces anteriormente -le recordó Lena.
- Sí, lo sé. Pero era más joven. Ahora tiene más de setenta años ¿Aún será lo suficientemente fuerte?
- Si su espíritu está dispuesto, entonces sí -Lena miró su hamburguesa, entonces dobló el papel alrededor de ella –Supongo que debí haber esperado hasta después de comer -dijo ella. Kara tomó una papa frita y la mordisqueó lentamente
- ¿Ella quería que me lo dijeras?
- No, pero no iba a escondértelo
- Gracias. Odiaría ser sorprendida mañana. Supongo que debería dejar que Alex lo sepa -dijo Kara mientras sacaba su teléfono de su bolsillo.
- ¿Por qué no esperas hasta la mañana? -sugirió Lena- No hay nada que pueda hacer esta noche -Kara vaciló y luego guardó su teléfono nuevamente
- Tienes razón -sonrió ligeramente- ¿Es por eso que te dijo que debería regresar a casa contigo?
- Sus palabras fueron: Cuando vaya a dormir esta noche, quiero saber que mis niñas están juntas -se sorprendió al ver una bruma de lágrimas en los ojos de Kara.
- Piensa en ti como familia ¿lo sabes? –Lena asintió
- Sí. El sentimiento es mutuo. Mientras crecíamos, a menudo deseaba que ella fuese mi madre -admitió Lena- Siempre fue tan cálida y afectuosa, algo que mi madre nunca fue
- Cariñosa –dijo Kara
- Siempre fue cariñosa conmigo. Incluso ahora -Lena se quedó mirando la piscina, el agua se movía ligeramente haciendo que las luces destellaran bajo la superficie- ¿Sabes que mi madre nunca me ha abrazado? -sintió los ojos de Kara sobre ella y se volteó hacia ella- Ni siquiera cuando era niña. No tengo ningún recuerdo de ella abrazándome
- ¿Tu padre? -Lena negó con la cabeza
- No. De hecho, ahora... atravesando el divorcio... es lo más cerca que he estado de él. Por primera vez, en realidad hablamos -permitió que sus dedos se entrelazaran mientras cubría la mano de Kara. Lena se encontró con sus ojos- Tú me enseñaste cómo ser cariñosa -vio como Kara tragaba, al parecer agrupando sus pensamientos.
- Yo... yo estaba locamente enamorada de ti -dijo Kara- Casi al punto de la desesperación. En aquel entonces, estaba consumida por eso... por ti -el pulgar de Kara acariciaba lentamente su mano, fascinándola- Nunca pude hacer el amor con nadie... nunca hubo un momento que no pensara en ti, deseando que fueses tú a quien tocara. Quería que fueras tú. Siempre quise que fueras tú -Kara tenía lágrimas en los ojos. Lena se levantó y se acercó a ella, tirando también de ella. Kara siempre había sido la más fuerte. Se preguntaba hasta qué punto la noticia de su madre estaba afectando ahora sus emociones. Ahuecó su rostro, mirándola a los ojos.

At Seventeen (adaptación Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora