Lena Luthor y Kara Danvers conocieron cuando tenían diez años de edad. Lena: hija de padres ricos y Kara, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se con...
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Lena se detuvo en seco al verla. Kara estaba tan alta y en forma como siempre, con el cabello más rubio. Pero el top que estaba usando dejaba poco a la imaginación. Los ojos hambrientos de Lena vagaron sobre ella, los músculos de sus brazos y espalda se esforzaban con el peso del escritorio que ella y Alex estaban descargando. Como si sintiera su presencia, Kara se detuvo girando su cabeza y elevando ligeramente las cejas. Lena sonrió tímidamente. No sabía que Kara estaría allí. Eliza no había mencionado cuando llegarían. Estaba a punto de ofrecer una disculpa y hacer un escape rápido cuando Kara le sonrió.
- Un poco de ayuda aquí, si no te importa -Ella se apresuró, sus ojos se encontraron brevemente con los de Kara antes de agarrar una esquina. Ella sonrió a Alex y asintió- Me alegro de verte nuevamente - Yo también –dijo - Esta... -dijo señalando a Kara- ... pensó que podíamos mover este monstruo sin ayuda. Me alegro que hayas venido - Venía a ver a Eliza. No sabía que ustedes estarían aquí –dijo ella - Oficialmente me mudo la próxima semana -dijo Kara- Pero necesitaba un escritorio –dijo mirando la pesada pieza mobiliaria que todos tenían cargada- Si puedes ayudarnos a girarla y subirla por las escaleras, eso sería genial - ¿Dónde está tu madre? - Haciendo lo que mejor sabe hacer... -dijo Alex- ...cocinar -Lena no estaba segura de estar ayudando en absoluto, pero se las arregló para mantener su agarre en uno de los bordes del escritorio. Alex llevaba la peor parte del peso mientras maniobraba a través de la puerta principal. - ¡No rayen la pared! –expresó Eliza desde la cocina. - Voy a arreglarlo si lo hacemos -dijo Kara mientras estaba apretujada en la puerta. - ¡Lena! Qué sorpresa -dijo Eliza mientras se acercaba para inspeccionar los daños- Y te pusieron a ayudar - Sin embargo, no estoy segura de estar haciéndolo -dijo con una sonrisa mientras mantenía una mano sobre el escritorio. - Aquí –dijo Kara dirigiéndolos hacia la habitación de invitados. Ya había sido transformada, notó Lena. La cama doble y la vieja cómoda habían sido sustituidas por una cama matrimonial y un tocador a juego. No podía imaginar cómo encajaría el escritorio. - Un poco apretado, hermanita –dijo Alex con escepticismo. - Lo sé. Pero lo he medido. Va a encajar - ¿Estoy en el camino? -preguntó Lena cuando ella y Kara estuvieron apretujadas contra la pared, el escritorio estaba apoyado pesadamente contra ellas. - Hemos estado en lugares más ajustados -murmuró Kara con una sonrisa. Lena sonrió en respuesta. Había pasado tanto tiempo desde que ella y Kara habían estado juguetonas la una con la otra, no sabía cómo reaccionar. - Ni siquiera vas a tener espacio para caminar por aquí –dijo Alex mientras ponía el escritorio en la esquina. - No me importa. Necesito mi escritorio -dijo Kara pasando una mano por la superficie pulida- Ruédalo hacia atrás un poco- dijo mientras agarraba una esquina y la empujaba contra la pared. - Se ve bien aquí –dijo Lena- ¿Supongo que es un escritorio especial? - Bueno, no es una pieza antigua de fantasía ni nada –dijo Kara- Cuando tuve mi propia casa, fue la primera pieza mobiliaria que compré. Antes, cuando las computadoras eran computadoras y no laptops –dijo con una sonrisa- Pero es cómodo y necesito dos laptops así que de esta manera podré extenderme y no violar el espacio de mamá - Más bien el desbarajuste de tu madre -su madre corrigió. Echó un vistazo a Lena- ¿Te quedas a comer? - Oh, no quiero molestar –dijo- Sólo vine a verte. No sabía que Kara y Alex ya estarían aquí - Tú no estás molestando. Preparé un pequeño asado esta mañana. Vamos a tener sándwiches de carne asada –miró a Kara- Bueno, nosotros lo tendremos. Kara tiene algunas rebanadas de tofu marinado. No tengo ni idea de lo que planea hacer con ellos - Voy a freírlos y servirlos en una tortilla sin gluten con lechuga, pimientos y coles y remataré con mi salsa secreta –dijo Kara- Y va a estar crujiente y fresco y todos ustedes querrán uno - Me quedo con la carne asada, hermana - Eres dueña de tiendas de alimentos saludables –dijo Kara- ¿Cómo puedes seguir comiendo de esa manera? –Negó con la cabeza - Samantha cocina comidas sin carne muy a menudo –dijo- Pero trazo la línea con el tofu –dijo- haciendo una mueca. Kara miró a Lena - ¿Tú? - Bueno, ya que tu madre se tomó todas estas molestias, probablemente también debería tomar el sándwich de carne asada -dijo con una sonrisa. - Gallina -murmuró Kara. Lena se echó a reír - Nunca he probado un tofu que me haya gustado. Lo siento - Entonces tú y Alex tendrá que probar el mío
Aunque ella y Kara no habían tenido un segundo a solas, la conversación no había sido tensa en lo más mínimo. Había sido agradable, en realidad. Por primera vez en los últimos dieciocho años, no había tensión subyacente entre ellas. Eso había sido un poco desconcertante. Quizás Kara ¿la Había superado? Habían pasado cinco años desde que se habían visto. La última vez, bueno, habían tenido algunos momentos robados en el coche, eso había sido todo. El fuego aún había estado allí. ¿Ahora? Ahora Kara parecía haberlo superado. Tal vez había seguido adelante. Tal vez estaba saliendo con alguien. Tal vez estaba enamorada de alguien. Ese pensamiento trajo un fuerte dolor a su corazón. Estaba siendo egoísta, lo sabía. Kara se merecía una vida, merece ser feliz. Lo que parecía ser mientras charlaba con su madre y hermano, siempre incluyendo a Lena en la conversación.
- Así que ¿mamá dice que el chico genio fue a la facultad de medicina? -Lena asintió y sonrió - Sí. Se fue hace tres semanas –se volvió hacia Eliza- Él me dijo que te dijera que echa de menos tus brownies y si llegas a hacer una tanda, le prometí que le enviaría un paquete - Oh, por supuesto que lo haré - Quince y en la escuela de medicina –dijo Alex con un movimiento de cabeza- Increíble - Lo sé. Me ha tomado años acostumbrarme a eso y todavía me sorprende a veces -miró a Kara- Especialmente tomando en cuenta mis habilidades matemáticas -dijo con una risa. Kara también se rio - Por supuesto, tu madre pensaba que tú me estabas dando tutoría –le recordó- ¿Cuántas veces nos capturaron? -Sus miradas se sostuvieron y Lena sonrió ante la mirada maliciosa en los ojos de Kara - Sólo nos capturó... en tutoría un par de veces
La mirada que pasó entre ellas trajo un montón de recuerdos haciendo otras cosas de las que temían que su madre las capturara. La alegría abandonó los ojos de Kara y fue reemplazada por algo que Lena había extrañado a muerte. Deseo
