CAPITULO 42

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Kara puso el último plato en el horno, empujándolos firmemente para conseguir que se ajustaran. Demasiada comida para siete personas, pero no había sido capaz de decidir qué ordenar. Pidió la salsa de almejas que Lena amaba. Pidió pasta y albóndigas para los niños. Lasaña, por supuesto. Vegetales en una salsa al pesto sobre pasta cabello de ángel para ella. Fettuccini Alfredo. Dos y medio de pan de ajo bañado en mantequilla y queso. Cerró la puerta del horno, con la boca salivando.


- Huele bien, hermanita -Alex miró las dos botellas en el mostrador- ¿Vino?
- Por supuesto ¿Por qué no? -Alex tomó una botella, dándole la vuelta en su mano
- ¿Celebramos algo?
- Tal vez -bajó la botella- Te ves bien -dijo- Feliz -Ella sonrió
- Gracias. Lo soy
- Al igual que Lena. Es obvio lo que sienten la una por la otra -dijo- Me alegro que las dos lo hayan resuelto -Ella levantó una ceja con escepticismo
- ¿Cómo sabías que había algo por resolver?
- ¿Pensabas que era un gran secreto el por qué evitabas venir a Brook Hill? -bajó su voz- Por cierto, no hay necesidad de fingir que no son más que amigas -dijo con una sonrisa.
- Bueno, me alegra saber que mi vida personal está completamente al descubierto -dijo tratando de no sentirse avergonzada. Después de todo, Samantha y los niños habían estado allí el día anterior cuando se había colado por un par de horas. Alex se apoyó en el mostrador, con los brazos cruzados casualmente
- ¿Así que querías hablar acerca de mamá? -Kara miró hacia la otra habitación, donde Lena y Samantha estaban sentadas charlando y su madre estaba jugando un juego de mesa con los niños. Tal vez debería tener la opinión de Alex en lugar de simplemente lanzarles la noticia a todos.
- Lena quiere que mamá y yo vivamos con ella –dijo- Has estado en su casa. Es una especie de plan de nuera de todos modos. De esa manera, ella estaría allí para cuidar de mamá, sobre todo después de su cirugía. Las dos sabemos que estas próximas seis semanas tú y yo estaremos inundadas poniendo en funcionamiento la tienda -la miró inquisitivamente- ¿Qué piensas?
- ¿Estás segura? Quiero decir, tú y Lena simplemente acaban de empezar. Tener una tercera persona podría...
- Sí, preferiría tenerla toda para mí y perseguirla desnuda por la sala de estar, si quisiera -dijo con una sonrisa- Pero eso no es una opción en este momento. Mamá no puede vivir contigo. Tienes la casa llena
- Hablamos de mudarla a un centro de asistencia o algo así -dijo ella
- Lo sé, pero no creo que sea el momento para eso. Una vez que se haya recuperado de la cirugía, podría estar bien -miró hacia la otra habitación- Además, Lena ya me dijo que eso no era una opción -Alex asintió
- Sé que Lena se preocupa mucho por ella
- Está más unida con ella que con su propia madre, sí
- Entonces ¿Supongo que aún no le has mencionado esto a mamá?
- No. Pensé que podríamos hablar de ello hoy. Como una familia
- Bueno, ya sabes lo que va a decir
- Sí, que estará en el camino y que no quiere ser una carga y que es perfectamente capaz de vivir sola -dijo ella.
- Y sabes que, si no hubiese sido por ese desmayo, creo que estaría bien viviendo sola. Las dos estamos aquí. Podríamos haberla vigilado cada día
- Pero se desmayó -le recordó Kara- Y después de su cirugía, va a necesitar ayuda. Ya es octubre. Cuando tenga lo del inventario y las dos estemos haciendo las contrataciones y los entrenamientos ¿Qué vamos a hacer? -se encogió de hombros
- Podríamos contratar a alguien, pero ¿por qué? Lena ha ofrecido su casa para nosotras. Ella se ofreció a cuidar de ella-
- No me gusta poner esa carga sobre ella
- De eso se trata. Lena no piensa en ella como una carga -Kara levantó las cejas cuando Samantha se unió a ellas en la pequeña cocina.
- ¿Qué están murmurando aquí? -preguntó mientras enlazaba su brazo al de Alex- ¿Puedo ayudarte en algo?
- Sólo calentando todo -dijo Kara
- ¿Los niños tienen hambre?
- Oh, ellos están disfrutando al jugar con tu mamá. No luce tan cansada hoy
- Kara tiene un propuesta -dijo Alex en voz baja- O más bien Lena la tiene -Samantha sonrió
- Y creo que es una buena idea
- ¿Ella te lo dijo? -preguntó Kara.
- Sí. Eso permitirá que las dos estén juntas y como estoy segura que sabes, Lena realmente se preocupa por Eliza
- ¿Así que todo el mundo está a bordo? Bueno, supongo que sólo tendremos que convencer a mamá
- Voy a poner la mesa -ofreció Samantha - Podremos hablar de ello durante la cena


***

A través de la charla y la conversación trivial, Lena pudo ver que Kara estaba pasando un mal rato tratando de encontrar una apertura para proponer su plan a Eliza. Kara seguía convencida que Eliza se resistiría a ello. Ella, sin embargo, no lo creía. Oh, Eliza probablemente ofrecería algunas débiles excusas del por qué no sería una buena idea, pero al final, estaría de acuerdo con ello. O al menos eso esperaba. Con la comida a punto de terminar... con Kenny arrebatando el último pedazo de pan de ajo... Kara finalmente abordó el tema.


- Mamá, hemos estado hablando acerca de tu arreglo de alojamiento después de la cirugía -dijo ella. Su madre la miró a través de la mesa
- ¿Ah, ¿sí? ¿Hemos? -Lena escondió su sonrisa al reconocer la diversión en la voz de Eliza. Kara al parecer no se dio cuenta.
- Bueno, Alex y yo... -dijo ella- ...y Lena y Samantha –añadió con una rápida mirada hacia ella.
- ¿Y qué decidimos? -Kara la miró indefensa y Lena negó con la cabeza ¿Realmente Kara estaba temerosa de lo que diría su madre? Bueno, no tenía sentido andarse por las ramas.
- Eliza, quiero que vengas a vivir conmigo -dijo ella- Tú y Kara, ambas -No se sorprendió por la cálida aceptación que vio en los ojos de Eliza. Sospechaba que parte de la ansiedad de Eliza era por temor a que Kara y Alex sugirieran el alojamiento en el centro de asistencia del que habían hablado anteriormente.
- Te lo agradezco Lena ¿pero no estaría en el camino? Tú y Kara...
- ...somos mujeres adultas, no adolescentes -dijo ella- Además, nuestras habitaciones estarán separadas por la mitad de la casa. No escucharas nada -Kara se cubrió el rostro y gimió
- ¿En serio? ¿Tenemos que hablar de eso? -Todos rieron mientras Kara se sonrojaba con un rojo brillante.
- Después de la cirugía, vas a necesitar ayuda, mamá -dijo Alex- Kara y yo, bueno, tenemos la tienda. Todos pensamos que esta es la mejor opción -Eliza se volteó, sus ojos interrogantes
- ¿Estás segura, Lena? No quiero ser una carga y no quiero poner en peligro la relación entre Kara y tu
- Estoy segura. Eres más mi familia que cualquier otra persona -sonrió- De hecho, nunca extendería esta oferta a mi madre -Eliza también sonrió y miró rápidamente a Kara
- ¿Y estás de acuerdo con esto? –Kara asintió
- Estoy de acuerdo con esto -Eliza miró alrededor de la mesa, mirando a cada uno de ellos, finalmente asintió
- Entonces supongo que también estoy de acuerdo -Kara dejó escapar un suspiro de alivio cuando asintió con la cabeza hacia Lena
- Grandioso. Ahora puedo disfrutar de este muy decadente postre de chocolate que ordene -se puso de pie- ¿Quién dejó espacio? -Los niños fueron los primeros en levantar la mano y Alex y Samantha se unieron.
- Encontraría espacio para cualquier cosa con chocolate -dijo Samantha con una sonrisa.
- Te ayudaré -dijo Lena siguiendo a Kara hacia la cocina. Las dos estaban sonriéndose la una a la otra y Lena se acercó, sin importarle realmente que alguien pudiese verlas. En ese momento, necesitaba esta cercanía con Kara- ¿Y? ¿Estamos bien? -Kara la acercó aún más a ella
- Estamos bien –murmuró moviendo sus labios desde su oreja a través de su rostro hasta su boca. Se besaron lentamente mientras las manos de Lena se movieron hacia los hombros de Kara y alrededor de su cuello.
- Te amo -susurró Lena.


Kara se echó hacia atrás lo suficiente para mirarla a los ojos y Lena vio él cúmulo de emociones que había allí. Gratitud, amor y afecto y sí... deseo. Y ahora, finalmente, eran libres de expresarse todas esas cosas la una a la otra... y ante los demás. No habría más clandestinidad.

- Te amo. Ahora, siempre- susurro Kara. Un beso más y se alejó de sus brazos. Se dio la vuelta, encontrando a Eliza de pie en el borde de la cocina, observándolas. Estaba a punto de pedirle disculpas por tal despliegue público de afecto cuando Eliza les sonrió.
- El amor de la una por la otra simplemente se irradia fuera de ti -dijo ella- Siempre fue así, incluso cuando ambas lo negaban -Eliza miró a Kara, luego hacia ella y sonrió- Y no me importa que se roben besos en mi cocina –Lena la abrazó rápidamente
- Estamos tan acostumbradas de... de ocultar nuestros sentimientos -dijo ella.
- ¿Se lo dirás a tu madre? -preguntó ella. Lena asintió
- Sí –miró hacia Kara- Sí, vamos a decirle a mi madre -Kara abrió la nevera, sacando un enorme pastel de chocolate
- ¿Nosotras? -Lena se echó a reír
- Sí, nosotras
- ¿Todavía le tienes miedo? -preguntó Eliza. Kara levantó las cejas
- ¿Qué te hace pensar que le tengo miedo?
- Oh, Kara, siempre estuviste aterrorizada de la madre de Lena -se rio en voz baja- Por supuesto, ahora sé por qué. Tenías miedo que te descubriera en la habitación de Lena -El rostro de Kara se transformó en un rojo adorable y Lena se preguntó si siempre se ruborizaba cuando su madre se burlaba de ella.
- ¿Qué tal postre? - dijo Kara dándole un guiño sutil a Lena

At Seventeen (adaptación Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora