CAPITULO 36

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Lena miró a través de la sala de espera hacia Samantha, la esposa de Alex. Ruby y Kenny estaban sentados a su lado, los tres con miradas solemnes en sus rostros. Lena estaba sentada en silencio, negándose a creer lo peor. Con los años, Eliza se había convertido en mucho más que una amiga para ella. Lena estaba más cerca de Eliza que de su propia madre. Cerró los ojos por un segundo, deseando tener el derecho de estar con Kara. Kara lucía tan asustada. Lena había querido consolarla, pero, bueno, no sabía cuánto... si acaso... Alex y Samantha
sabían de su pasada relación. Se preguntaba si pensarían que era extraño que incluso estuviese aquí en primer lugar.



- Sabes que Eliza piensa en ti como a una hija ¿no? -Lena fue sorprendida por la voz de Samantha

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- Sabes que Eliza piensa en ti como a una hija ¿no? -Lena fue sorprendida por la voz de Samantha. Sonrió ligeramente

- Te lo agradezco. He conocido a Eliza toda mi vida. A través de los años, ha sido más una madre para mí que mi propia madre -Samantha abrió su bolso y sacó unos billetes, entregándolos a Kenny y a Ruby
- ¿Por qué no nos traen algo de beber? -miró a Lena con las cejas levantadas, pero Lena negó con la cabeza. Tan pronto como se fueron los chicos, Samantha se levantó uniéndose a Lena en su lado de la sala de espera
- ¿Puedo sentarme contigo?
- Por supuesto -Samantha juntó las manos, dejando escapar un profundo suspiro
- Alex ha estado tan emocionada de estar de regreso aquí, con su mamá y con Kara. Siente que perdió tanto mientras estaba en el ejército. Ella quería un poco de tiempo con ellas. Como una familia
- Eliza es una mujer muy fuerte -le recordó Lena.
- Es sólo que ha pasado, por tanto -Samantha la sorprendió al extenderse y tomar su mano- Sé que tú y yo no somos exactamente amigas, pero con el paso de los años, Eliza me ha hablado de ti a menudo. Espero no estar fuera de lugar al decir esto, pero su mayor deseo siempre había sido que tú y Kara se reencontraran otra vez -Lena fue sorprendida por sus palabras
- Y yo que pensaba que tú y Alex no tenían idea de nuestro pasado –dijo ella sintiéndose un poco avergonzada por saber que era así.
- Sí. Hemos tratado de incluirte en nuestra familia –le apretó la mano y luego la soltó- Kara piensa que esconde las cosas muy bien, pero cuando ella te mira, bueno, tendrías que ser un tonto para no ver cómo ella se siente
- ¿Lo saben los niños?
- No sé si aún las han vinculado a las dos -sonrió- ¿O estoy siendo presuntuosa? -Esta vez Lena se sonrojó libremente
- No –dijo ella.


Afortunadamente, los niños regresaron, poniendo fin a la conversación. Se sentaron al lado de su madre después de entregarle una Coca-Cola. Lena apoyó la cabeza contra la pared, esperando que Kara regresara. No tuvo que esperar mucho tiempo antes de que Kara y Alex volvieran a entrar en la sala de espera. Sus ojos volaron hacia los de Kara, encantada de ver que algo de la angustia había desapareció. Se puso de pie cuando Samantha lo hizo, esperando noticias.


- No sabemos mucho... -dijo Alex- ...pero han descartado un ataque
- Es una buena noticia ¿no? -preguntó Samantha.
- Supongo -dijo Kara- Van a mantenerla aquí. Quieren hacer más pruebas mañana. Ella no recuerda lo que pasó. Ella dice que estaba viendo la televisión y lo siguiente que supo fue cuando Alex estuvo allí, ayudándola a levantar
- ¿Cómo está ahora? -preguntó Lena- ¿Está enfocada? ¿Alerta?
- Sí, parece estar bien –dijo Kara- Ella quiere verte –Kara miró hacia Samantha- Y luego quiere verte a ti y a los nietos -agregó ella- Sala 2118 -Lena estaba agradecida de que Eliza hubiese pedido a verla y sonrió rápidamente hacia Samantha
- No voy a tardarme. Sé que tú y los niños están ansiosos por verla


Lena apretó la mano de Kara mientras pasaba junto a ella y caminaba hacia el pasillo. Giró hacia la derecha, siguiendo las indicaciones de la amplia gama de habitaciones. La puerta estaba abierta, pero llamó suavemente.


- ¿Eliza?
- Entra Lena -Eliza estaba sentada erguida, sin lucir deteriorada. Ella sonrió y dio unas palmaditas en la cama, haciendo señas para que Lena se uniera a ella.
- Nos diste a todos un susto -dijo Lena.
- Eso parece. Se han estado quejando conmigo. Sólo tuve un pequeño percance -dijo mientras tomaba la mano de Lena. Lena se sentó en el borde de la cama a su lado, sonriendo mientras Eliza envolvía su mano con la de ella
- Te has desmayado. Fue más que un percance -dijo ella- Tenían miedo de que tuvieses un derrame cerebral -Eliza sacudió la cabeza
- Dudo que cuando deje este mundo, sea a causa de un ataque -dijo ella. Fue entonces cuando Lena lo vio... lo cansada que Eliza lucía, cuan decaído estaba su rostro. La miró a los ojos y los sostuvo
- ¿El cáncer regresó? -susurró ella. Eliza apretó con fuerza sus manos casi dolorosamente
- Sí -Los hombros de Lena se hundieron mientras estiraba su espalda
- ¿Cuánto tiempo hace que lo sabes?
- Hace un par de semanas. Ha sido agotador tratar de ocultárselo a Kara y a Alex, tratando de poner un rostro feliz cada vez que están cerca -dijo ella- Creo que mentalmente me afectó todo esto, la preocupación, intentando mantenerlo para mí misma -Lena se inclinó y la abrazó
- Podrías haberme dicho -dijo ella.
- Tienes suficientes problemas en tu vida. No quería ser una carga
- Oh, Eliza, has estado allí para mí muchas veces. Nunca serías una carga -Eliza miró hacia otro lado
- No sé si soy lo suficientemente fuerte como para pasar por todo esto otra vez. Los tratamientos te quitan tanto de ti, no sé cuánto más me quede
- Eres fuerte. Eres una luchadora. Lo has vencido dos veces -le recordó Lena.
- Sí, pero tal vez la tercera sea la vencida -dijo con un suspiro- Pero ya basta de eso. Ellas lo sabrán muy pronto, así que estoy segura que hablaremos de esto hasta la muerte –suspiró nuevamente- Es de ti de lo que quiero hablar. De ti y de Kara -dijo Eliza. Lena asintió
- Estamos... estamos bien –dijo ella.
- No dejes que Kara se quede sola esta noche. Llévatela contigo. Para tu hogar. Cuando vaya a dormir esta noche, quiero saber que mis niñas están juntas -Lena sintió un hilillo de lágrimas bajando por sus mejillas y asintió con la cabeza
- Yo me encargaré de ella -susurró ella.
- Bien. Y ella se ocupará de ti. Así es como debe ser -Eliza se recostó contra las almohadas- De repente estoy muy cansada. Será mejor que traigas a Samantha y a mis nietos -Lena se levantó, luego se inclinó y besó su mejilla
- No estarás pensando en dejarnos esta noche ¿verdad? -Eliza sonrió débilmente
- No por el momento. Como has dicho, soy una luchadora
- Está bien. Entonces te veré mañana -se volteó para irse, pero se detuvo- Te amo -Se sorprendió al ver lágrimas en los ojos de Eliza
- Yo también te amo


Lena se fue rápidamente, temerosa de derramar sus propias lágrimas. Esas eran palabras que nunca le había dicho a su madre. Palabras que su madre nunca le había pronunciado a ella. Se detuvo en la puerta de la sala de espera, sabiendo que la carga ahora era suya ¿Debería decírselo a Kara? ¿Podría escondérselo? No, Kara merecía saberlo. Respiró profundamente, dejando que el aire saliera lentamente, finalmente, abrió la puerta. Sonrió, esperando que su sonrisa llegara a sus ojos mientras miraba a Samantha

- Ella pregunta por ti

At Seventeen (adaptación Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora