Lena miró los papeles en su mano y luego los metió en el sobre, lentamente deslizando su mirada hacia su madre
- ¿Él te pidió que le llevaras los papeles del divorcio? ¿Es eso legal?
- Almorcé ayer con James. Él no puede creer que en realidad estés haciendo esto. Él pensaba... todos lo hicimos... que volverías a tus cabales para este momento
- Mamá ¿vamos a tener esta conversación cada vez que vengas aquí? ¿Cada vez? -preguntó ella- Porque nada ha cambiado. Todavía voy a firmar los papeles
- Y cuando te divorcies de él ¿entonces qué? ¿Vas a empezar a tener citas? ¿Vas a recorrer las entrañas calles de Brook Hill tratando de encontrar a alguien con quien tener citas? Ya casi tienes cuarenta años, Lena ¿Qué vas a hacer? –Lena volteó sus ojos dramáticamente
- Apenas tengo treinta y ocho ¿Y eso es lo que más te preocupa? ¿Con quién voy a tener citas? ¿Si son de la clase social correcta?
- Esto no es para tomarse a la ligera, Lena. Hay buscadores de oro en Brook Hill, por si no lo sabías. Es por eso que James es perfecto para ti. Nunca fue una cuestión de dinero o de la posición de su familia. Y quieres tirar todo eso por la borda -dijo ella con su voz cada vez más fuerte- ¿Qué es lo pasa contigo? -Lena estaba harta de este argumento y sólo conocía una manera de ponerle fin a la misma. Se enfrentó a su madre, mirándola a los ojos enojados.
- ¿Quieres saber lo que está mal? ¿De verdad? ¿Quieres saber por qué me estoy divorciando de James?
Su madre la miró y creyó ver un atisbo de miedo en sus ojos. No miedo de Lena, pero de lo que estaba a punto de decir. El pulso de Lena latía nerviosamente, pero enderezó los hombros mientras tomaba una respiración profunda.
- Soy gay. Gay. Es por eso que me estoy divorciando de él -Dios, se sentía tan bien decirlo. Su madre realmente se quedó sin aliento y se llevó una mano al pecho
- ¿Gay? -susurró- Tú no eres gay. Los Luthor no son gay –Lena lanzó una sonrisa rápida
- Sí, aparentemente lo son. Uno de ellos por lo menos
- Has perdido la cabeza -dijo su madre lentamente, pronunciando cada palabra con precisión- No puedes ser gay. Tienes un hijo -Lena se echó a reír
- Oh, Dios mío, soy la primera lesbiana en casarse y tener un hijo -dijo con sarcasmo- ¡Llamen a la prensa!
- No hay necesidad de burlarse de mí -dijo su madre- Esto es serio -La sonrisa de Lena se desvaneció
- Sí, lo sé -Entonces su madre comenzó a caminar y Lena esperó su próximo estallido.
- ¿A quién le has contado esta historia ridícula? ¿Te imaginas si esto sale a la luz? -Lena rodó los ojos otra vez- ¿Crees que esto es gracioso? ¿Es esa la excusa que vas a utilizar? ¿No tienes ninguna razón legítima para el divorcio por lo que vas a utilizar esa?
- ¿Razón legítima? Estoy en un matrimonio sin amor, uno al que me obligaste a entrar -dijo ella. Los ojos de su madre se clavaron en los suyos
- Tienes un hijo -dijo enfáticamente- Debe haber habido algo de intimidad
- Sí. Porque traté de no ser gay -dijo ella sorprendida de que en realidad estaba teniendo esta conversación con su madre- James y yo no hemos sido... íntimos en años -Su madre parecía estar sin las palabras. Pero sólo fue temporal, ya que su caminata comenzó nuevamente en serio. Lena se preparó para la siguiente batalla.
- ¿Supongo que me vas a decir que Kara Danvers no tiene nada que ver con esto? -Lena debió haber sabido que traería a relucir el nombre de Kara. Era una discusión muy antigua entre ellas. Fingió ignorancia.
- ¿Qué quieres decir?
- Oh, vamos, Lena. Kara aparece de nuevo en la ciudad y ¿de repente decides dejar a James? Kara... que nunca se ha casado ¿Crees que soy estúpida?
- Kara no tiene nada que ver con mi decisión de dejar mi matrimonio, como ya te he dicho -dijo creyendo que era la verdad- He querido dejarlo durante años, pero nunca he tenido ningún tipo de apoyo. Kara regresó y su buena disposición de ser una amiga me dio el impulso que necesitaba
- ¿Así que admites que te anima?
- Eso no es lo que quise decir, madre. Si quieres señalar con el dedo a alguien, dirígelo hacia Ashton. Él fue el primero en sacar el tema, el primero en darse cuenta de lo infeliz que era. El primero en sugerir que hiciera un cambio -Su madre sonrió con tristeza
- ¿Ahora estás culpando a tu hijo? ¿Por qué estás tratando de quitarle la culpa a Kara? -los ojos de su madre se entornaron- Te advertí sobre ella, Lena. Te dije que iba a rebajarte. No me escuchaste. Insistes en dejarla entrar nuevamente a tu vida. Ahora mira lo que ha hechoPor un momento, Lena sintió como si estuviese en la secundaria, a los quince años y su madre nuevamente sermoneándola sobre tener a Kara como amiga. En aquel entonces, se había parado en silencio mientras su madre le daba una lista de todas las razones por las que Kara Danvers no era lo suficientemente buena como para que Lena desperdiciara su tiempo con ella. Ella había asentido como si estuviese de acuerdo... parte de ella todavía había querido apaciguar a su madre... e incluso había ido tan lejos como para evitar a Kara por un día o dos. Pero eso nunca duraba. La atracción entre ellas era demasiado fuerte. Como ahora. Todavía no se había reconciliado con lo que había ocurrido la otra noche. Había sido consumida por los celos, viendo a Lucy con Kara. Su imaginación se había hecho cargo y ella misma se había convencido de que Kara estaba con ella en su habitación del hotel... tocándola, besándola, haciéndole el amor. Casi se había enfermado a sí misma con las imágenes de ellas apareciendo intermitentemente en su mente. Entonces, el fuerte golpe en la puerta, la voz de Kara llamándola. Su corazón estuvo martilleando en su pecho mientras Kara permanecía de pie allí, empapada por la lluvia, aun así, sus ojos estaban inundados de esa clase de calor que Lena solía conocer tan bien. No había negación en Kara. No en ese momento. No ahora. Enderezó sus
hombros nuevamente, levantando su barbilla desafiante, mientras miraba a su madre
- Kara ha sido mi única verdadera amiga en toda mi vida. Si quieres culpas, entonces mírate en el espejo. Si no hubiese sido por ti, nunca me habría casado con James en primer lugar. Entonces no tendrías que sufrir esta vergüenza de un divorcio -Su madre también enderezó los hombros
- No habrá divorcio -dijo enérgicamente- Me niego a dejarte firmar estos papeles -dijo mientras se les arrebataba– No seré el hazmerreír de Brook Hill... ni lo será James... porque tú has decidido repentinamente que eres gay. Eso no pasará -Unos meses atrás, Lena simplemente se hubiese rendido a sus deseos, haciendo caso omiso de su propia felicidad con el fin de calmar a su madre, al igual que lo había hecho toda su vida. Supuso que este era el intento de su madre por recuperar el control nuevamente. Pero no iba a funcionar esta vez. La sonrisa de Lena fue tan amenazante como la mirada de su madre
- No eres mi dueña -dijo en voz baja- No hablas por mí. No me controlas. Ya no tienes el poder de prohibirme que haga algo –señaló hacia la puerta- Ahora deja los papeles y vete -Los labios de su madre se fruncieron mientras su mano apretaba posesivamente el sobre. Lena sostuvo su mirada, negándose a dar marcha atrás. Su madre finalmente tiró el sobre de regreso en la mesa, pero no sin antes soltar su última frase de despedida.
- Creo que necesitas ayuda psiquiátricaTan pronto como la puerta se cerró, Lena dejó escapar el aliento y se dejó caer en una silla. Sus manos temblaban ligeramente mientras su nerviosismo regresaba con todas sus fuerzas ¿Realmente acabo de decirle a mi madre que soy gay?
- Sí
Negó con la cabeza lentamente. Sí, lo había hecho. Y su madre estaba más preocupada por la opinión pública que el hecho de que su hija había estado en un matrimonio sin amor durante los últimos dieciséis años. Se echó hacia atrás, dejando que una sonrisa llegara a su rostro. En realidad, se había enfrentado a su madre, en realidad le había dicho que era gay. Y se sentía tan condenadamente bien. Su mirada se deslizó hacia la mesa donde estaba el sobre. No necesitaba leerlo. El abogado de su padre ya se había encargado de él. Ya que ella no quería la casa ni nada de lo que contenía, James le estaría pagando la mitad. Todo lo demás se había dividido de manera uniforme. Todo lo que tenía que hacer era firmar. Firmar con su nombre y sería libre. Y lo hizo.
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At Seventeen (adaptación Supercorp)
RomanceLena Luthor y Kara Danvers conocieron cuando tenían diez años de edad. Lena: hija de padres ricos y Kara, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se con...