At Seventeen (adaptación Supercorp)

CAPÍTULO 4

- Deja que te ayude con eso –ofreció Kara cuando Ava trajo la ensalada a la mesa.

- Ya lo tengo. Abre la otra botella de vino -sugirió. Sara se inclinó sobre la estufa, inspeccionando la enorme cacerola de lasaña
- Huele grandioso ¿Cuánto tiempo más?
- Cuando terminemos nuestras ensaladas, estará listo para servir -Kara palmeó su mano a medida que Sara se acercaba para probar- Conoces sus reglas -dijo.
- Si hubiese aprendido a cocinar, ella no sería capaz de mantener todas esas reglas sobre mí –dijo Sara riendo. Entrelazo los brazos con Kara, mientras regresaban afuera hacia el patio. Ava ya había servido generosas raciones de ensalada en sus platos.
- Quiero escuchar más sobre Lena y tú -dijo Ava mientras tomaba la botella de vino de Kara
- ¿Te estabas enamorando de ella a los trece años y ni siquiera lo sabías?
- Fue en ese momento cuando comencé a tener una pista –dijo con una sonrisa- Las mariposas en mi estómago sólo aparecían cerca de Lena. Nunca con los chicos. La idea de que pudiese ser
gay me aterrorizaba
- Has dicho que siempre habías tenido una estrecha relación con Tu madre –dijo Sara
- Hablaste con ella sobre eso ¿verdad?
- ¿Me estás tomando el pelo? No podía hablar con ella sobre eso -dijo Kara con una sonrisa- Al menos no cuando era tan joven -tomó un bocado de la ensalada y miró a Ava- Esto está grandioso
- Gracias -Ava levantó las cejas
- Así que ¿Hablaste con Lena acerca de eso?
- No. Y ella tampoco habló conmigo de eso
- Ah. Así que las dos estaban sintiéndose de esa manera –dijo Sara.
- Sí. Simplemente no hablábamos de eso. Nunca hablamos de eso -Ava se inclinó hacia delante y sonrió maliciosamente
- ¿La besaste? –Kara asintió
- Tenía catorce años


<Flash Back>

- No quiero salir con James –Lena se quejó mientras ordenaban su ropa- ¿Por qué me está obligando?
- Tú misma dijiste cuando empezaste en la secundaria que tendrías que empezar a tener citas -Kara le recordó.
- Ni siquiera me gusta James -dijo mientras arrojaba otra blusa sobre la cama- ¿Te gusta esta? –preguntó sosteniéndola contra su pecho.
- Sí. Hace que tus ojos se vean más Verdes -Lena la miró durante un momento, con la cabeza inclinada. Arrojó la blusa sobre la cama con las demás prendas, mientras caminaba acercándose- Él va a querer besarme

Kara asintió. A pesar de que no tenía ni idea de quién era James Olsen, además de ser el chico que la madre de Lena había elegido para ella hacía años, aun así sintió una punzada de celos. Lena tomó su mano y sus dedos se entrelazaron entre sí. Era algo que hacían a menudo... agarrarse de las manos. Algunas veces, era casual cuando Lena la guiaba de un sitio a otro. Otras veces, lo hacían mientras se miraban la una a la otra, sus dedos se movían con suavidad contra la piel de la otra, tocando, memorizando, trazando. Esos eran los momentos que Kara amaba. Ahora, el pulgar de Lena estaba bordeando a través del dorso de su mano y Kara tragó nerviosamente.

- No sé cómo besar –dijo Lena en voz baja- Nunca he besado a nadie
- Estoy segura que no va a ser difícil de aprender -dijo Kara, escuchando su voz quebrarse con nerviosismo. Lena dio un paso más cerca
-Tal vez... debemos practicar

Kara podía sentir su corazón latiendo en su garganta y se sorprendió de que todavía fuese capaz de respirar. Miró a los ojos de Lena, viendo que estaba completamente seria. Tenía miedo de empezar a hiperventilar. Lena le dio la sonrisa más dulce que Kara hubiese visto en su vida

- ¿Quieres? -susurró.

Kara permaneció en silencio delante de ella, temerosa de hablar. Aparentemente Lena encontró la respuesta que buscaba. Se acercó más, tocando sus labios con los de Kara. Se apartó rápidamente y Kara abrió los ojos. Había sido demasiado breve para incluso registrar el beso. De repente sintiéndose valiente, encontró su voz.

- Yo... yo no creo que sea así como se haga -dijo mientras sus dedos se apretaron alrededor de los de Lena. Lena sonrió ligeramente
- ¿No? ¿Cómo se hace, entonces?