Kara caminó lentamente a través de la tienda vacía, tocando las estanterías vacías mientras caminaba. Casi habían terminado el interior... un par de semanas cuando mucho. Entonces ella y Alex tendría su propio paseo oficial con el contratista, pero ella se encontraba aquí casi todas las noches, comprobando el trabajo. El patio de comidas resultó ser exactamente como lo había previsto y los estantes inclinados a cada lado de la tienda, añadían una dimensión diferente a los pasillos de la tienda de comestibles estándar. Su mirada recorrió de un lado al otro; se sintió nuevamente abrumada por el espacio. Necesitarían una gran cantidad de inventario para llenarla. El pánico la inundó por un momento. Tal vez era demasiado grande ¿Qué pasaría si no tuviese buena acogida? ¿Qué pasaría si nadie en Brook Hill estuviese interesado en los alimentos naturales?
- Me encanta -Kara se volteó sorprendida por la voz. Lena era la última persona que esperaba allí- Es grande
- No es demasiado grande -Kara caminó dirigiéndose hacia la parte trasera donde estaban los refrigeradores. Sintió que Lena la seguía- ¿Cómo sabías que estaba aquí? -preguntó finalmente.
- Vi la camioneta al frente. Y probablemente deberías cerrar las puertas si estás aquí sola –dijo Lena con una sonrisa.
- Sí. Nunca se sabe quién pudiese entrar de la calle –bromeó ella. Su sonrisa se desvaneció cuando sus ojos se encontraron- Acerca de la otra noche... -dijo ella- ...debo pedir disculpas
- ¿Y por qué exactamente vas a pedir disculpas? -Kara miró hacia otro lado
- No las invité aquí. Y Lucy y yo... no hay nada entre nosotras, Lena
- No tienes que darme explicaciones –Kara se encontró nuevamente con sus ojos
- ¿No tengo que hacerlo? -Lena fue la primera en apartar la mirada
- Ella parecía... muy posesiva contigo -dijo ella- Dejó muy claro que eran más que amigas
- Es solo eso. Realmente ni siquiera somos amigas -dijo ella- Sara le habló de ti, de nosotras, de nuestro pasado. Creo que más que nada su curiosidad se despertó
- Y ella quería hacerme saber que ustedes dos también tenían un pasado -declaró Lena. Kara se volvió hacia ella
- A Lucy le gustan los juegos. A mí no –Lena se acercó más, alcanzando con su mano la de Kara, entrelazando sus dedos
- Bien. Porque soy demasiado vieja para los juegos –Kara tiró de ella acercándola más, sus ojos se sostuvieron
- ¿Qué quieres de mí? –Lena inclinó su cabeza
- Creo que la pregunta es... ¿Qué quieres tú de mí? -Kara apretó los dedos de Lena, tirando de ella aún más cerca- Quiero lo que siempre he querido. Pero que nunca pude tener -dijo ella bajando su cabeza y rozando la mejilla de Lena con sus labios- Quiero todo de ti -susurró ella. Deslizó su mano hacia arriba por el cuerpo de Lena, deteniéndose debajo de su pecho- No sólo tu cuerpo –dijo ella, permitiendo que su mano continuara su trayecto, viendo como los ojos de Lena se oscurecían mientras pasaba su pulgar por su pezón- Tu cuerpo, tu alma... tu corazón
- Siempre has tenido mi corazón, Kara –murmuró Lena mientras sus labios se movían hacia la boca de Kara.
Kara permitió que el beso se profundizara, su lengua trazó el labio inferior de Lena antes de deslizarse hacia adentro, encontrando la lengua de Lena en una batalla hambrienta. La presionó contra la puerta del refrigerador, empujando su muslo entre las piernas de Lena separándolas. Lena se aferró a ella, pequeños sonidos de placer provocaron gemidos recíprocos de Kara. Kara se retiró lentamente, sonriendo contra los labios de Lena
- ¿Por qué siempre pasa esto? -Lena se alejó de ella, sus miradas encontrándose intensamente
- Porque estamos enamoradas la una de la otra -Kara asintió
- Sí. Siempre –Lena entonces bajó su cabeza, pero no antes de que Kara viera las lágrimas en sus ojos. La abrazó, sosteniéndola con fuerza.
- Lo siento muchísimo –susurró Lena mientras enterraba el rostro en el cuello de Kara- Tantos años perdidos
- No, no llores -dijo Kara en voz baja- Aquí mismo, ahora mismo... nada se ha perdido -la apretó con más fuerza y luego la soltó, elevando su barbilla con su mano- Éramos unas niñas en aquel entonces ¿Qué se suponía que debíamos hacer? ¿Huir? Como dijiste entonces, sabíamos que tus padres nunca lo permitirían
- Debí habérselos dicho
- ¿Acerca de nosotras? -Kara negó con la cabeza- No. Tu madre probablemente me hubiese mandado a la cárcel -dijo con una sonrisa- Y mi madre hubiese quedado en la calle –hizo una pausa- Las cosas hubiesen sido diferentes. No tendría mis tiendas. Tu no tendrías a tu chico genio -agregó ella- Tal vez las cosas debieron suceder de esta manera -La mano de Lena rozó el rostro de Kara y luego su cabello
- Quiero estar contigo -susurró ella- Quiero hacer el amor contigo -Como siempre, el corazón de Kara se aceleró, pero negó con la cabeza
- Te lo dije, no voy a tener un...
- Yo... yo he firmado los papeles -dijo Lena- Y se lo dije a mi madre -Kara frunció el ceño
- ¿Has firmado los papeles del divorcio?
- Sí -Ella dejó escapar un profundo suspiro
- Tenía tanto miedo de que no siguieras adelante con eso -admitió ella. Entonces levantó las cejas- ¿Qué le dijiste a tu madre?
- Le dije... que era gay -El corazón de Kara casi dejó de latir y la miró con incredulidad. Lena le sonrió. - ¿Estás sorprendida?
- Dios mío, sí –dijo ella- Nunca pudiste admitírmelo a mí
- No pude admitírmelo a mí misma -Lena la corrigió- La otra noche cuando llegaste, todo fue tan claro como el cristal. Odiaba que estuvieses con Lucy y lo que podrían estar haciendo. Y cuando apareciste, la mirada en tus ojos... todo estaba tan claro. Esa es la mirada que quiero ver el resto de mi vida
- Dios... Lena -Kara llegó hasta ella acercándola nuevamente, sintiendo como los brazos de Lena rodeaban su cintura- Quiero que esto sea real
-Es real. Esta vez es real -Kara la besó lentamente, pero se retiró cuando sintió que las manos de Lena se movieron por su cuerpo. Por todo lo que quería con Lena, la tienda no era el lugar para iniciarlo.
- ¿Y tu madre? ¿Enloqueció? -Lena asintió, alejándose de Kara
- Por decir lo menos. Sus últimas palabras fueron: Creo que necesitas ayuda psiquiátrica –Kara sonrió
- No puedo creer que se lo dijeras. Dios, me gustaría haber estado allí
- Tú estabas allí en espíritu. No creas que ella no te culpó
- Si sólo tuviera el poder –murmuró mientras acercaba a Lena nuevamente, incapaz de resistirse a ella.
- Ven conmigo a casa –le susurró Lena al oído- Ha pasado tanto tiempo, Kara. Quiero hacer el amor contigo. Esta noche -Kara la besó con fuerza
- Sí. Dios, sí
Ella le tomó la mano, llevándola rápidamente a través de la tienda. Estuvo a punto de cerrar cuando su teléfono sonó. Era Alex. Tenía toda la intención de ignorarla, pero Lena asintió.
- Está bien. Respóndele –Ella asintió con la cabeza
- Hey ¿Qué pasa? -preguntó ella.
- Es mamá. Estamos de camino al hospital –Kara se quedó helada
- ¿Qué pasó?
- No lo sé. La encontramos en el suelo. Estaba aturdida, no responde -Kara tomó la mano de Lena y la apretó
- Estuve allí, no hace ni una hora -dijo ella.
- Diablos, no lo sé, Kara. Tal vez tiene un derrame cerebral o algo así
- Está bien. Estoy en camino -miró a Lena viendo el miedo en sus ojos.
- ¿Eliza?
- Sí. Alex la encontró en el suelo. Ella piensa que pudo haber tenido un derrame cerebral o algo así -Lena apretó su mano con fuerza
-Vamos
ESTÁS LEYENDO
At Seventeen (adaptación Supercorp)
RomanceLena Luthor y Kara Danvers conocieron cuando tenían diez años de edad. Lena: hija de padres ricos y Kara, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se con...