Kara seguía el automóvil de Sara, los limpiaparabrisas se movían intermitentemente por la lluvia continua. Echó un vistazo a Lucy, que la observaba con una sonrisa que Kara conocía muy bien. Esa sonrisa... y la mano que se deslizaba hacia atrás y adelante a través de su muslo... indicaban solo una cosa.
- Te he echado de menos -dijo Lucy- Pensé que, si veníamos aquí, no serías capaz de huir esta vez -Kara levantó las cejas
- ¿Así que esto fue idea tuya? -había pensado que quizá Sara había planeado esto.
- Oh, tomamos demasiado vino la otra noche. Parecía una buena idea en ese momento -dijo Lucy con una sonrisa.
- Entonces ¿Dónde van a quedarse?
- Ava encontró un bonito hotel sobre Broadway -los dedos de Lucy presionaron su muslo- Sin embargo, no parece haber mucha vida nocturna en esta ciudad -Kara negó con la cabeza
- No, no la hay
- Entonces, supongo que tendremos que encontrar otra manera de matar el tiempo –dijo Lucy con una sonrisa seductora. Kara quería sentir algo. Realmente lo quería. Pero el toque de Lucy no significaba nada para ella y no iba a pretender lo contrario. Redujo la velocidad, girando por una calle lateral y finalmente se detuvo.
- Tenemos que hablar –dijo ella.
- ¿Hablar? -la mano de Lucy se deslizó hacia la parte superior a lo largo de su muslo- Kara, te lo aseguro, no conduje cinco horas para hablar
- Lo siento si viniste aquí con la esperanza de que dormiríamos juntas -dijo ella- He tratado de ser honesta contigo desde el principio
- Sí, lo sé. Sólo sexo. Y también fui honesta contigo. No estoy buscando una relación, Kara. Si así fuera, no sería contigo
- Sí, has sido brutalmente honesta acerca de eso –dijo Kara secamente. Lucy sonrió
- ¿Pero el sexo? Lo hicimos bastante bien, si mal no recuerdo -Kara miró por la ventana, observando la lluvia, que caía con más fuerza ahora. Estaba cansada. Cansada de juegos, cansada de fingir. Cansada de que sólo fuese sexo.
- Lo siento -dijo Kara nuevamente- He... he cambiado. No quiero acostarme contigo -Lucy la miró desapareciendo la sonrisa seductora de su rostro
- Ella es muy hermosa ¿Sigues enamorada de ella? -Kara levantó las cejas, sorprendida por su suposición- Sara me habló de ti y Lena. Acerca de su pasado -Lucy finalmente retiró la mano del muslo de Kara- ¿Y? ¿Lo estás? -Kara dejó escapar un profundo suspiro, incapaz de huir de la verdad
- Sí. Sí, lo estoy -Lucy soltó una breve carcajada
- Wow. No creía que realmente lo admitirías ¿Enamorada de una mujer casada? Diciéndolo sin rodeos, eso apesta
Kara regresó al tráfico. No tenía ninguna intención de hablar de sus sentimientos hacia Lena con Lucy. Regresó nuevamente hacia Broadway, dirigiéndose hacia su hotel. Sara y Ava estaban esperando por ellas en el vestíbulo.
- ¿Se perdieron? -dijo Sara con una sonrisa- ¿O están felices de verse la una a la otra?
- Casi -dijo Lucy secamente- Tendremos suerte si podemos convencerla para que cene con nosotras
- Bueno, tenemos un montón de tiempo antes de la cena -dijo Ava
- Vamos a la barra. Podemos sentarnos y compartir -sugirió con la mirada alterna entre Lucy y Kara. Kara asintió
- Por supuesto
- Tengo que correr a mi habitación –dijo Lucy- Quiero cambiarme de zapatos. Entré en un charco -Kara no perdió la mirada que Sara le dio a Ava así que no se sorprendió cuando escuchó a Ava ofrecerse para ir con ella.
- Vamos a tomar una mesa -sugirió Sara.
Temprano en la tarde de un domingo, el bar estaba casi vacío. Sara eligió la mesa más alejada de los dos hombres que veían un partido de béisbol.
- Supongo por tu conducta que no estás encantada de vernos -Kara apoyó los codos en la mesa, con la barbilla apoyada en las manos unidas
- Algo de aviso hubiese sido agradable -dijo ella.
- Bueno, entonces no hubiese sido una sorpresa
- ¿Y de quién fue la idea?
- Lucy en un principio. Pero tengo que admitir, que estaba curiosa en cuanto a lo que sería tu reacción -Kara se acercó más
- No soy una de tus pacientes, Sara. Si somos amigas, entonces trátame como a una amiga, no como un experimento –Sara lucía sorprendida por sus palabras
- Por supuesto que eres nuestra amiga, Kara. Lamento si sientes que te tengo en mi sofá -hizo una pausa- ¿Así que estás enojada porque estamos aquí?
- ¿Enojada? No sé si enojo es lo que estoy sintiendo. Un poca molesta, sí -dijo ella.
- ¿Por qué interrumpimos tu tiempo con Lena?
- Jesús, Sara, simplemente no puedes evitarlo ¿verdad? –dijo suavizando sus palabras con una sonrisa- Está bien. Quieres que sea una de tus pacientes, vamos a hacerlo- se echó hacia atrás- Sí. Estoy molesta porque interrumpieron mi tiempo con Lena. Estoy molesta por lo que Lena está pensando en estos momentos. Le he hablado de Lucy. Probablemente está asumiendo que me voy a quedar aquí esta noche
- ¿Y no lo harás?
- No, no lo haré -Sara la miró sorprendida
- Así que tú y Lena... ¿qué?
- Somos amigas. Hemos hablado un poco... ya sabes, sobre el pasado, sobre nosotras. Estamos tratando de recuperar nuestra amistad. Eso es todo. Ella tiene mucho por hacer. Dejó a James y se mudó. Ella y mi mamá son muy cercanas, así que esta mucho alrededor
- ¿Así que realmente va a seguir con el divorcio?
- Eso parece
- ¿Cómo te sientes sobre eso?
- Estoy feliz por ella. Ha tenido una vida miserable
- ¿Eres feliz por ella? ¿Estás molesta por eso?
- ¿Molesta?
- Molesta porque se casó con él y perdió todos estos años. Años que tú podrías haber tenido -Kara negó con la cabeza
- No pienso en eso de esa manera. En aquel entonces, ella no podía simplemente no casarse con él. Debido a que era quien era. Pero ha cambiado. Las dos hemos cambiado
- Pero ¿todavía tienes sentimientos por ella? -Kara sonrió
- ¿Es común decir que siempre he tenido sentimientos por ella?
- ¿La atracción está todavía allí?
- Sí
- ¿Para las dos? -Kara no tuvo que dudar mucho, recordando la mirada en los ojos de Lena cada vez que Kara la descubría mirándola intensamente. Asintió con la cabeza
- Sí, para las dos
- Ella es muy bonita. No estoy segura de que esperaba, pero ella es... muy hermosa -Sara miró hacia la puerta de la entrada
- Están de vuelta -dijo en voz baja.
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At Seventeen (adaptación Supercorp)
RomanceLena Luthor y Kara Danvers conocieron cuando tenían diez años de edad. Lena: hija de padres ricos y Kara, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se con...