- ¿Sabías que eras gay cuando tenías doce años? -Kara se echó a reír
- No sabía lo que significaba ser gay, sabía que no me gustaban los chicos
- ¿Ya te habías enamorado de ella? -Kara asintió
- Sin embargo, no estoy segura de que lo supiera. Era la amiga que tenía que esconderse de todo el mundo. Sabía que eso volvía loca a su madre. Ella hizo todo lo posible para separarnos
- ¿No le gustabas?
- No tanto eso. Siempre fue cordial conmigo. Pero la amistad que Lena y yo teníamos, ella quería que la tuviera con uno de los del grupo del club de campo. Se aseguró de que Lena pasara mucho tiempo con ellos. Clases de tenis, clases de natación, clases de equitación. Baile. Todas las actividades que no me involucraran
- Pero al final del día, Lena llegaba a casa, contigo –dijo Sara con una sonrisa- Estoy segura de que eso le preocupaba a su madre
- Lena nunca logró mejorar con las matemáticas, así que traté de ser su tutora. Pero no podíamos dejar que su madre lo supiera. La primera vez que nos atrapó, yo tenía trece años
<Flash Back>
- Kara, simplemente no tiene sentido para mí ¿Por qué tiene que ser tan difícil?
- No es difícil. Simplemente no lo entiendes. Vas a ir a la secundaria muy pronto. Se va a poner mucho más difícil -estaban sentadas con las piernas cruzadas en el piso de la sala de estudio de Lena. Lena se dejó caer dramáticamente, cubriendo sus ojos con un brazo.
- ¿La secundaria? No puedo hacer operaciones matemáticas básicas y ¿estás mencionando la secundaria? -los ojos de Kara siguieron el largo de su cuerpo, aterrizando en su axila expuesta. Sonrió diabólicamente, luego atacó, haciendo cosquillas a Lena sin piedad. Lena se retorció, riendo mientras palmeaba las manos de Kara
- ¡Detente! Voy a vengarme, Kara Danvers
- Promesas, promesas –dijo cediendo finalmente. Lena sonrió- Odio cuando haces eso
- ¿Sí? ¿Entonces por qué sonríes? -Lena se sentó nuevamente, sin dejar de sonreír mientras la miraba
- No lo sé. Me haces feliz -A Kara le inundaba una sensación extraña en el estómago cuando Lena la miraba de esa manera. Asintió con la cabeza
- Tu también me hace feliz -El silencio perduró mientras se miraban la una a la otra. Kara finalmente apartó la mirada y Alcanzó la tarea de Lena. Estaba a punto de avanzar a otro problema cuando la puerta de la habitación de Lena se abrió. Unos segundos más tarde, la señora Luthor se situó en el umbral de la sala de estudio
- ¿Niñas? ¿Qué están haciendo? -Kara miró al suelo, sin hablar. La Sra. Luthor la asustaba. Pero las palabras de Lena le hicieron levantar la cabeza
- Estoy ayudando a Kara con su tarea –dijo Lena
- Eso está bien ¿no es así? -La Sra. Luthor deslizó su mirada hacia Kara, instándola a responder.
- Necesitaba un poco de ayuda en...matemáticas –dijo en voz baja
- Ya que Lena es tan buena en eso y todo... -la Sra. Luthor asintió
- Sí, bueno, nuestro sistema escolar público tiene tantas carencias en ese sentido. Por supuesto que Lena te puede ayudar, Kara. Ella tiene una educación más formal que la tuya, eso es
Razonable -sonrió rápidamente, luego había terminado- Vine a decirte que tu padre tendrá un huésped de negocios para la cena. Tomarás tu cena aquí, querida. Haré que Stella te traiga algo
- Sí, madre
- Bueno, sigan adelante -Tan pronto como se cerró la puerta, irrumpieron en un ataque de risa
- Eso es razonable –imitó Kara.
- Sigan adelante -dijo Lena con acento británico recortado, provocando más risas.
- Así que, señorita sabelotodo, ¿Qué vas a enseñarme? –La sonrisa de Lena se desvaneció
- Lo siento. Pero si sabía que me estabas ayudando, bueno... me enviaría a un verdadero tutor, uno al que le pagarían mucho dinero. No es permitido que seas más inteligente que yo
- ¿Por qué soy la hija de la sirvienta? -Kara no quería estar enojada, pero lo estaba.
- Kara, ya sabes cómo es -Kara se puso de pie, con la intención de irse
- Sí, lo sé. Nunca voy a ser tan buena como tú, sin importar qué -Lena también se levantó agarrando su brazo mientras se volteaba para irse
- Eres mi mejor amiga. No te vayas, por favor -Kara miró la mano que sostenía su brazo. Una vez más, la inundó una extraña sensación en el estómago y no sabía lo que era. Lo que sabía, sin embargo, era que le gustaba.
- Sólo quieres tenerme alrededor, para así no fallar tu prueba de mañana -dijo mientras su enojo se desvanecía dando paso a las bromas.
- Sí. Esa es la única razón por la que te toleroLena aceptó con una sonrisa. Entonces sorprendió a Kara... y probablemente a sí misma... tirando de Kara hacia ella y abrazándola fuertemente. Kara estaba temblando cuando sus brazos se deslizaron alrededor de la pequeña cintura de Lena. Las volteretas en su estómago aumentaron y cerró los ojos preguntándose qué le pasaba. Lena tenía una expresión divertida en su rostro cuando se alejó. Se miraron la una a la otra durante mucho tiempo, entonces Lena asintió como si hubiese encontrado una respuesta a una pregunta no formulada. Kara asintió también, fingiendo que no sólo conocía la pregunta, sino también la respuesta.
- ¿Quieres ver la televisión? -Kara miró los papeles en el piso
- ¿Qué pasa con la prueba?
- Es una causa perdida –dijo Lena.
- Pero... -Su protesta fue cortada cuando Lena agarró su mano y la condujo a la pequeña sala de estar que se encontraba junto a su dormitorio.
- Sólo por un rato. Stella traerá mi cena a las siete. Tu mamá te estará esperando abajo -Kara se sentó al lado de Lena en el sofá, olvidando las matemáticas
- ¿Tu madre estará enojada? -Lena negó con la cabeza
- Ella no va a volver aquí. Se está preparando para su invitado de la cena
Kara intentó relajarse, pero ni siquiera podía comenzar a centrarse en el televisor. Lena se acercó más a ella y se sentaron allí, sus muslos juntos y apretados, ambas mirando de la TV hacia una a la otra. Cuando Stella llamó a la puerta, Kara y Lena se apartaron la una de la otra con culpabilidad. Kara no tenía ni idea de que debía sentirse culpable. Aun así, con una última mirada a los ojos de Lena, le dio las buenas noches apresuradamente
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At Seventeen (adaptación Supercorp)
RomanceLena Luthor y Kara Danvers conocieron cuando tenían diez años de edad. Lena: hija de padres ricos y Kara, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se con...