Isabella Gilbert era muy cercana a su familia hasta el accidente.
Después de eso se separaron llendo cada uno por un camino.
Elene y ella hablaban,pero no era como antes y con Jeremy no hablaba nunca.
Ahora mismo consideraba más su familia a Carolin...
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-TENEMOS UN VEREDICTO!-dijo la voz de Klaus mientras entraba a la clase de ciencias-La bruja dice que el dopplegänger debe morir.
-Eso significa que podemos matarla?-preguntó Rebekah emocionada.
-No,creo que significa todo lo contrario-se giró a Tyler que estaba despierto en medio de la sala-Sangre de Elena,bebela-dijo dándole al hombre lobo un vial.
-No,Tyler!-dijo Caroline intentando avanzar hacia él.
-No,Care-Isabella tiró del brazo de su amiga devolviendola a su lugar-Si no lo bebe,morirá igual-sabiendo que su amiga tenia razon,Caroline se quedo quieta y le dio un asentimiento a Tyler haciendo que,aún dudoso,empezara a beber del vial.
Por un rato no paso nada y todo se mantuvo en silencio,hasta que de repente Tyler gritó y empezo a mover los brazos frenéticamente.
Klaus se colocó al lado de Isabella poniéndola detras suya en caso de que Tyler quisiera atacarla o que le diera un golpe involuntariamente.
La morena se abrazó al brazo que Klaus habia puesto delante suya para que no se acercara y se puso de puntillas intentando ver mejor a Tyler.
Entonces Tyler se quedo quieto durante unos diez segundos en los que todos miraban preocupados al híbrido por si le habia pasado algo.
Todos suspiraron de alivio cuando Tyler rugio mostrando sus colmillos y sus ojos dorados.
Isabella apoyó la cabeza en el hombro del hibrido aliviada mientras él envolvia el brazo al que estava sujeta alrededor de ella feliz de por fin saber como hacer sus hibridos.
Desde el fondo del aula Caroline miró a su amiga con una ceja alzda y una sonrisa al verla tan cerca del hibrido.
-Siempre estan así?-preguntó Caroline a la rubia original mientras la pareja no les escuchaba aún impresionados por haber visto la creación de una nueva especie.
-Siempre,ella incluso lo beso estando borracha-dijo Rebekah divertida mirando como Caroline daba saltitos en su lugar-Pero no se lo digas,ella no se acuerda.
-Esta bien,tu secreto esta a salvo conmigo-dijo Caroline viendo salir a la pareja.
Ella se encargó de Tyler mientras Rebekah daba vueltas por el instituto dándole a su hermano e Isabella un momento a solas.
-Sabes que a partir de ahora nada va a ser igual verdad-dijo Isabella cuando se pararon al lado del camión en el que habían venido.
-Lo sé-dijo el híbrido mirando con tristeza a la morena enfrente suya.Le habría gustado haber tenido más tiempo con ella antes de que ella tuviera que elegir el bando de su familia en la guerra que se avecinaba.
La morena sonrió con los ojos llorosos mirando al hombre enfrente suya.En el poco tiempo que habían pasado juntos,el híbrido habíaa conseguido hacerse un hueco en su corazón que sabía que no se iría nunca pasara lo que pasara.
A Isabella le dolía saber que probablemente con lo que iba a pasar nunca podrían estar juntos.
Puso sus manos en las mejillas de Klaus acariciandolas y luego se acercó a él lentamente hasta que sus labios se juntaron fundiendose en un beso.
La morena sentía puro extasis mientras probaba los labios del rubio frente a ella y lo acerco más a si necesitando más de él.
Por su parte Klaus sintió como si estuviera en el limbo,los labios de Isabella contra los suyos era la sensación más placentera que había experimentado jamas y que1ria que nunca se acabara.
La morena se separó cuando sintió que se le estaba acabando el aire.
Juntó su frente con la del híbrido jadeando mientras él la miraba fijamente.
Ella cer1ro los ojos apoyándose contra el aún sintiendo sus ojos clavados en ella.
-Te quiero Niklaus Mikaelson.
Isabella sabía que lo queria.Despues de haber pasado todo el verano con él sabía que nunca podría cansarse de Klaus y sus chistes malos o la forma en la que veía cosas que los demas no podían llegar a ver.
Se quedó en silencio mientras esperaba la respuesta de él,cuanto mas pasaba el tiempo,mas se arrepentia de haberlo dicho.
-Te amo Isabella Gilbert.
Para cuando la morena abrio los ojos sorprendida el híbrido ya se había ido.
Solo entonces se permitió derramar las lágrimas que había estado conteniendo desde que habían salido del instituto.
