Entrenamientos Y Enfrentamientos

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- Déjame que te explique cuál es la naturaleza de vuestro amor, uno en Soto del Real y otro en Cádiz, esperando que os concedan un vis a vis al año y eso con suerte, porque si no cogemos a tu amado, no lo vuelves a ver en la puta vida. Así que elige, entre eso, o llegar a tiempo de ser la madre de tu hija.

- ¿Me estás intentando manipular emocionalmente, Alicia?

- Te estoy diciendo la verdad, como he hecho siempre...

FLASHBACK

En la academia, viendo las pruebas físicas en aquel tablón que acababan de colgar no hacía ni 10 minutos...

*CARRERA DE RESISTENCIA SOBRE 800 METROS
*CARRERA DE VELOCIDAD SOBRE 60 METROS
*LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL
*SALTO DE LONGITUD DESDE LA POSICIÓN DE PARADO
*NATACIÓN SOBRE 25 METROS

Alicia y Raquel se acercaron a esa hoja informativa, donde ponían las pruebas que tendrían que hacer y, por lo tanto, entrenar. De repente se acercó un tipo por detrás, alto, moreno, seguido por otro grupo de chicos.

- ¿Qué pasa chicas, creéis que estaréis a la altura? - dijo Alberto, así se llamaba el chico que se acercó.

- ¿Y este tío quién es si se puede saber, el graciosillo de la clase? - dijo una Alicia bastante molesta, lo que menos le gustaba era el típico machista que hacía chistes malos y que su grupo de amigos le reía todas las gracias. Raquel, que estaba al lado de la pelirroja, se quedó mirando al chico, cosa que no pasó desapercibida para su amiga.

- ¿Y tú quién eres, la contestona de la clase? - dijo el moreno con voz de burla imitando el tono que había utilizado Alicia.

- Piérdete, ¿quieres? No estamos para aguantar tus tonterías, para eso ya están tus secuaces. Vámonos, Raquel.

Las dos mujeres se dieron la vuelta para seguir su camino, cuando, de repente, aquel chaval que ya se estaba empezando a ganar una posible rival, le puso el pie a la pelirroja y ésta cayó al suelo. Los amigos de Alberto empezaron a reír. Ella se levantó rápidamente enfrentándose a ese sinvergüenza y se acercó a pocos centímetros de su cara.

- Mira gilipollas, más te vale que esto sea lo único que nos puedas haber molestado a mi amiga y a mí, sino te las verás conmigo, porque pienso machacarte, ¿me has oído bien?

- Uiii pero qué miedo - los demás chicos no paraban de reír ante cada frase que él decía.

De repente, llegó un hombre de unos 60 años, de mediana altura, y se paró en frente de los dos jóvenes adversarios.

- ¿Alguien me puede explicar qué está pasando aquí?

- Nada señor, sólo le estaba explicando a este chico las pruebas, que parece ser que no las entendía y de repente se puso como loco - dijo la pelirroja rápidamente sin dejar de mirar, desafiante, a su rival, lo que provocó que él quisiera responder para defenderse.

- Yo no...

- Me da igual los problemas que tengan entre ustedes, los arreglan, no quiero discusiones, ni peleas, ni nada parecido, ¿me han entendido?

- Cristalino, señor - respondió la pelirroja.

- Perfectamente, señor.

- Me alegro que haya quedado claro. Buenos días, señores - y asimismo el hombre mayor siguió su camino.

- Esto no va a quedar así, pelirroja.

- ¡Uiii qué miedo! - dijo sarcásticamente la joven con una sonrisa- vámonos Raquel, ya hemos visto bastante con este idiota.

Entretenidos Relatos <Alicia Sierra> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora