Hola a tod@s, aquí os dejo un nuevo capítulo, si recordáis las dos partes que publiqué más atrás de "Infiltrados", pues ahí va la tercera, espero que os guste.
Me lo hacéis saber, que me gusta leer vuestras opiniones 🥰❤️
Un par de años bastaron para que Germán decidiera dar el gran paso. Tras varias semanas cavilándolo, por temor a una negativa como respuesta, se atrevió a contárselo a la mejor amiga de su novia. A las cinco de la tarde habían quedado en casa de él, aprovechando que la pelirroja tenía que quedarse trabajando hasta más tarde.
Fue a abrir la puerta cuando escuchó el timbre sonar.
- ¡Raquel! Pasa.
- Tío ¿qué te pasa? Parece que va a darte un ataque.
- Es que estoy nervioso.
- A ver, déjame descargar y me cuentas, madre mía ¿Dónde puedo dejar el bolso?
- Cuélgalo en esa percha.
La inspectora colgó sus pertenencias. En cuanto se dio la vuelta, se preocupó al ver el estado de su compañero de trabajo, ya que no paraba de dar vueltas.
- Vas a hacer un agujero en el suelo ¿te quieres tranquilizar y contarme qué te pasa? ¿Es algo grave?
- No, no es grave, perdón si te incomodo, pero es que... ¿Quieres tomar algo antes?
- Germán, basta, siéntate y suéltalo ya, no lo retengas más que sino no vas a poder respirar.
- Quiero casarme con Ali, o sea, quiero pedírselo, pero ¿y si me dice que no?
- Joder, no me esperaba esta noticia, me has dejado un poco en shock.
- Es mala idea, no le gustan las bodas, tú la conoces mejor ¿qué opinas?
- A ver, para empezar, para con la pierna, me estás contagiando tu ansiedad, por dios ¿Por qué piensas que te va a decir que no? Si más enamorada de ti no puede estar, se le cae la baba contigo.
- No lo sé, de repente me puse a pensar y me vino a la cabeza, no a todo el mundo le gusta casarse, y alomejor ella es una de esas...
- Germán, estás fatal, claro que le gustan las bodas, y claro que se casaría contigo, con los ojos cerrados además, la conozco de sobras como para pensar eso.
- Uf - resopló aliviado - me quitas un peso de encima.
- Pero hay un detalle que me comentó hace tiempo, no sé si a ti te gustaría, o si ella sigue pensando lo mismo.
- ¿Qué detalle? No será que me tenga que vestir de mujer o algo así.
- Tío ¿pero qué te has tomado? ¡No! No es nada de eso, menuda imaginación la tuya, joder. Voy a salir agotada con esta conversación, haberme avisado y me hubiera tomado un valium antes de venir.
- Dime qué es ese detalle ya, por dios.
- Siempre ha querido casarse en la playa, no sé si todavía tiene ese pensamiento, pero vamos, que si no pones pegas a eso, seguro que se derrite.
- ¿En serio? ¿En la playa?
- Sí, en la playa, aún recuerdo cómo me lo contaba, con los ojos cerrados, como si lo estuviera viviendo de verdad, estaba emocionada con la idea, así que, si te dice que sí, seguramente nos tocará viajar, porque aquí no hay.
- Me encanta la idea, gracias por esa información tan valiosa, me vuelves a quitar otro gran peso de encima.
- Te veo más calmado, menos mal, porque ya te iba a dar un tortazo.
- ¿Quieres ver el anillo?
- Ah ¿ya lo has comprado?
- La cuestión es que lo vi al pasar por el escaparate y me atrajo - se levantó para ir a buscarlo - A ver qué te parece.
- La caja ya es bonita, veamos qué hay dentro - la abrió y lo observó con detenimiento - amigo, si ella no te dice que sí, lo hago yo y me quedo esta preciosidad, madre mía, Germán, debe haberte costado una fortuna.
- Ella lo merece.
- ¿Cuándo se lo vas a pedir? ¿Y cómo? ¿Y dónde?
- No lo sé, primero quería comentarte esto. Había pensado en pedírselo en la comisaría, ahí nos conocimos.
- ¿Y se lo pedirás delante de todos? Necesito ver la cara que pondrá, será mítica.
- ¿Es mala idea?
- No sé qué decirte, ahí donde la ves, es muy vergonzosa con temas del amor y lo que viene a ser mucha gente, pero oye, ahí decides tú.
- Creo que me arriesgaré.
- Que valiente eres, amigo. Te está vibrando el móvil.
- Es Ali.
- ¿Ya sale de trabajar?
- En teoría no, espera - descolgó el teléfono - Hola, mi amor. Sí, estoy en casa. Sí ¿Ya has salido? Y vienes para acá. Claro, me parece perfecto. Nos vemos en diez minutos. Hasta ahora, cariño - colgó.
- ¿Pero no salía más tarde?
- Ha salido ya porque ha terminado.
- No me sorprende. Entonces yo me voy a ir yendo, cojo mis cosas, y tú, guarda bien el anillo.
- Sí, te acompaño. Muchas gracias por todo, me siento mejor en cuanto a seguridad, y perdona por el mal rato, cuando estoy nervioso soy insoportable.
- Ya me he dado cuenta. Bueno, me voy, ya me irás contando. Hasta mañana.
- Adiós.
Mientras tanto, la inspectora Sierra subió al coche para dirigirse a casa de Germán, pero al ver el depósito del coche, decidió ir antes a la gasolinera a repostar, aunque primero escribió a su chico para avisarle.
Vestía con un vestido de tirantes amarillo con falda por encima de las rodillas, unas sandalias que sujetaban bien sus pies, ya que tenía que conducir, y llevaba su típica cola de caballo. Entró en la tienda, cogió una bolsa de chucherías, pagó y se encaminó hacia su coche. Cogió la manguera y la introdujo en la boca del tanque. De un momento a otro, sintió como alguien se situaba detrás de ella, arrimándose, hasta quedar como una lapa, con su mano izquierda rodeó su cintura, y con la derecha acarició su trasero, con su miembro empalmado pegado a éste, respirando degeneradamente en su nuca.
- Tienes tres segundos para sacar tus sucias manos de mi cuerpo, o te aseguro que se te quitarán las ganas de volver a hacerlo.
- Pero si vas provocando, no me digas que no quieres.
- Tres.
- Tienes tantas ganas como yo - la mano que sobaba su cintura, subía rápidamente hacia su pecho.
- Dos.
- No lo niegues.
- Uno. Te lo advertí con toda la paciencia del mundo, cabrón.
La pelirroja soltó la manguera y, echando su brazo hacia atrás, acertó con el codo en la nariz del chico. Enseguida se giró y le propinó tal patada en sus partes que lo dejó dolorido y gritando en el suelo.
- Gilipollas, baboso de mierda. Ahí te quedas.
Colocó la manguera en su sitio y subió al coche, circulando lo más rápido posible. No pensaba contárselo a Germán, sabía que se pondría como una fiera y, además, conociéndolo, seguramente la acompañaría a todos lados y ella odiaba eso, así que lo dejó pasar.
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Entretenidos Relatos <Alicia Sierra>
FanficLa cosa es que imagino escenas que nunca se vieron en LCDP, sobretodo de Alicia Sierra, y las escribo. ¡Pasen y lean! ¡Espero que les guste! 😊