Capítulo 14

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Después llevaron a Flora a un hospital y Brandon llamó a sus padres para decirles, que todo estaba bien, aunque Flora aún no recuperaba la conciencia.

— Corre...— lo seguía repitiendo una y otra vez.

En eso llegaron los señores Hane y Miele.

— Mi pobre hija— Alyssa acaricio el cabello de su hija que seguía balbuceando cosas.

— Tecna... Corre— está vez llamo la atención de todos los soldados.

Incluso más la de Tecna, no se conocían pero allí estaba la castaña inconsciente balbuceando cosas sin sentido al menos para los presentes.

— ¿Conocías a la señorita Flora?— le pregunto Timmy.

— No— Su respuesta los sorprendía, ella misma estaba sorprendida.

...

Layla había estado llamando al número que los soldados le proporcionaron para que los contactara, pero no tenía respuesta alguna. ¿Tal vez algo estaba pasando? Tocó el dige de un collar  que llevaba en el cuello, en un claro movimiento de nervios.

— Deja de marcarles, no van a contestar — Nex estaba al lado de ella, algo molesto por la falta de atención de su chica.

— Te digo que hay algo— le dijo Layla frustrada— Y estoy segura que la chica pelirroja del grupo Domino Deulaegon, la cantante de aquella noche y la rubia de Solary's Sun tienen algo que ver, y estoy segura que había otras dos chicas pero no recuerdo con claridad quien o porque— le contó y volvió a tocar el dige haciéndolo girar entre sus dedos.

Eso la había estado enloqueciendo desde esa noche, tenía piezas de un rompecabezas que aún no lograba completar.

Y Nex no lo entendía, ella lo sabía, no la estaba entendiendo, hacia tiempo que ambos no se estaban entendiendo, y aunque ambos hubiesen hecho un esfuerzo de su parte no era suficiente.

— Nex ¿Crees que debería seguir?— él la miró con incredulidad, no sabía a lo que se estaba refiriendo.

— Con esa locura... No. No sabemos si estás corriendo algún riesgo.

— No me refiero a eso... Me refiero a nosotros — aclaro ella.

— ¿Nosotros? Layla, estás corriendo riesgos innecesarios ¿Y crees que el problema es nuestra relación?— parecía estar dolido, y tenía razón de estarlo.

— Esto es algo que necesito hacer, hay un hueco en mi memoria y podría estar en peor peligro si no lo sé. Y no siento que me apoyes, se supone que me deberías apoyar y yo a ti, pero esto es importante para mí y solo me quieres detener— le echo en cara lo que había pensado de él los últimos días.

Siguieron discutiendo un momento más, al final ambos sabían que terminarían así, por sus propias ambiciones ambos cortaron la relación.

...

Se dispuso a buscar a los soldados, pero no sabía ni por dónde empezar, recordaba haber anotado el número de uno de ellos pero le daba mucha vergüenza marcar, pero ya no tenía importancia, marco al número y espero que pasaran los timbres.

— Habla con Nabu Obi, ¿Puedo ayudarle en algo?— escuchó la voz del moreno al otro lado de la línea.

— Buenas tardes, soy Layla Mare... Tengo algo para decirle, ¿Cree que podríamos hablarlo en persona?— le pregunto de una.

Del otro lado de la línea hubo silencio por un momento hasta que él contestó un "de acuerdo" y ella le indico la dirección.

Era una cafetería cerca del gimnasio dónde estaba. Se fue a limpiar un poco el sudor y arreglar el pelo y después se dirigió al café.

No tuvo que esperar mucho, ya que él llegó casi inmediatamente después. Esta vez no venía con su compañero, sino que venía solo.

Hasta entonces no había reparado (bueno si lo había hecho tal vez un poco) en lo guapo que era, tal vez si las circunstancias fueran otras... No. No tenía tiempo de pensar esas cosas.

— Es un placer volver a verla señorita — la saludo educadamente y se sentó frente a ella.— ¿Que es lo que tiene para decir?

— Sobre el caso de mi amiga Piff...— empezó ella sintiéndose un poco más insegura.

La mirada de él permanecía impasible escuchándola con atención, ella no sabía si contarselo, ¿Que tal si el también la tachaba de loca?

— Últimamente he estado teniendo sueños confusos, creo que tienen que ver algo con el caso— ella jugeteaba de manera inconsciente con el dige en su cuello— He visto personas y hablan sobre algunas llaves...

Ahí estaban de nuevo las llaves, eso significaba que seguramente si era relacionado, pues el caso no era de dominio público como para que ella lo estuviera inventando.

— ¿Puedes ubicar las personas o sabes al rededor de cuántas eran? — le preguntó.

— Si, estaba una diseñadora...— se detuvo a recordar su nombre— Stella, también  veo a la hija menor del CEO de Domino Deulaegon, y una cantante... Se llama Musa— le dijo ella queriendo recordar si escuchó los nombres de las otras dos mujeres que siempre veía, tenía una vaga idea de sus apariencias, pero no estaba segura de nada— hay otras dos pero no sé sus nombres — le aseguro.

—Si no es molestia para usted, me gustaría que viniera a testificar eso con mis compañeros en el cuartel— le dijo, pensó que tal vez las otras dos podían ser Flora (por todo lo que susurraba en su estado de coma) y Tecna (también por lo que Flora decia)

— En realidad quiero ayudar, si hay cualquier cosa que recuerde, quiero poder ayudar— ella tenía una seriedad.

Lo que Nabu miro en los ojos de Layla en ese momento era que ella no tenía miedo, se dió cuenta que ella era ese tipo de personas que estaban dispuestas a todo por un bien. Y esa era una clase de valentía que sabía que las jóvenes que estuvieran en ese caso necesitarían.







Hey! ¿Les gustó el capítulo? Le agradezco a JoselyAlvarez por todos los mensajes de apoyo. Espero poder actualizar muy pronto.

EL MISTERIO DE LAS WINXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora