Capítulo 16

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Jugar Dominó es la distracción preferida de todos los sectores. En los clubes de gente acomodada, lo mismo que en las barriadas marginales, en las urbes metropolitanas como en las áreas rurales.
Carcajadas, alcohol y... ¡Silencio!
Un 70-75% (de los 30 millones de venezolanos) practica el dominó, aunque no sea muy sapiente. Siempre en una casa vas a encontrar un dominó y en las reuniones familiares.

Suele jugarse en bares, consumiendo alcohol.
Todas las clases sociales de Venezuela juegan dominó con la misma pasión.
Se juega en mesas de madera gastadas, unos sentados en sillas de plástico, otros en el tronco de un árbol, otros en un cajón vacío de cerveza, bebida que corre junto a licores fuertes como ron, anís o whisky.

Hadassah se encontraba en su habitación, todavía tenía los nervios a flor de piel, su mente se encontraba anclada en el látigo que quedó en el piso del establo, cuando Elsi llego a hurtadilla a pedido de su tía y una vez la soltó, ella se dio cuenta de la monstruosidad que su madre pretendía.

Por eso al ver a Jared se quedó petrificada por un momento.

—¿De qué estás hablando, Jared? — Preguntó con recelos.

—Hablo de que tú no has contado toda la verdad de lo que ocurrió el día que Vicky supuestamente se fue de la casa.

—Yo dije todo lo que sabía. — Respondió esquiva.

Jared observó a su hermana, y vio que tenía una mejilla enrojecida y muy mal semblante, además estaba nerviosa, la forma convulsiva de agarrar un mechón de su cabello, era la seña distintiva de que algo le ocurría.

—¿Quién te pegó? —Preguntó él frunciendo el ceño.

Hadassah deseaba contarle toda la verdad de lo que estaba sucediendo, de lo que era capaz Micaela, pero eso era cavar su propia tumba, porque mientras siguiera en Los Sauces se encontraba a merced de su madre y de su despiadada maldad.

—Le di una mala contesta a mi mamá y ya sabes como se toma que no hable correctamente.

Jared la escudriñó lentamente con la mirada.

—¿Por qué siento que no estás siendo sincera?

—No tengo por qué mentirte, ¿es que acaso no conoces a Micaela Montenegro?

—Claro que la conozco y es por eso que creo que hay algo más.

—Eso fue lo que pasó, mi mamá me dio una cachetada porque le di una mala contesta, eso es todo.

—Hadassah ¿sabes que puedes hablar conmigo, que yo siempre te voy a apoyar, que jamás dejaré que te hagan daño, que, si es preciso que, de la vida por ti, lo haría sin dudarlo?

—Lo sé, Jared.

Lo sabía perfectamente y era justamente por ese cariño que había decidido no hablar, por él, porque no se perdonaría jamás si Micaela le hiciera algo horrible a Jared.

El hombre agarró la silla de la peinadora de su hermana y se sentó, para quedar frente a ella, la joven seguía nerviosa, él la tomó de la mano y la hizo sentarse en la esquina de la cama.

—Quiero que te tranquilices porque necesito que me cuentes que exactamente ocurrió el día que Vicky salió de esta casa.

—¿Qué importancia tiene eso ahora?

—La tiene y mucha, por si no te has dado cuenta, Luis Fernando no es el mismo desde que se enteró de que su mujer le fue infiel con el tal Octavio, pero hoy me han contado una historia muy diferente y resulta que me pareció muy convincente ese relato.

Entre el Amor y la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora