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Harry.
Al llegar al estudio, mis manos se mueven mientras palmeo la espalda de varios chicos del personal. Todos me saludan con una sonrisa y yo se las devuelvo animadamente.
—¿Qué haces por aquí tan temprano? —Martha, la recepcionista, me saluda y me detengo a hablar con ella.
—Me caí de la cama supongo —río y me apoyo en el mostrador de vidrio. —¿Cómo estás tú?
—Feliz, mi hijo al fin se gradúa mañana, Harry, estoy muy feliz por él —me enternece verla tan contenta, sé de primera mano lo mucho que costó que costearan sus estudios.
—Te felicito por ese logro, envíale felicitaciones de mi parte, por favor —ella asiente rápidamente.
—Está adentro, creo que por fin terminaron la canción —me toma por sorpresa y le agradezco para salir rumbo al estudio de grabación número 5.
Toco la puerta y de ella sale Kid, permitiéndome el paso. Cuando ingreso, varias personas se encuentran dentro, saludo a todos y ellos me devuelven el gesto. Poco después, subo mi vista hasta mi novia, que se muestra muy alegre de que por fin haya llegado.
—¡Amor! —me abraza como si no nos hubiéramos visto en semanas, cuando realmente dormimos abrazados el día de ayer.
—Hey, te fuiste sin despedirte —hago un puchero y ella me acaricia, dejandome tonto.
—Lucías cansado, salí a correr temprano también —cierra un ojo y con el otro me mira mientras yo hago crecer mi expresión al ver que no me despertó.
—No te lo perdonaré nunca —admito fingiendo enojo.
Ella ríe y me pide que ingrese al estudio para que la oiga cantar.
—Dicen por ahí que por fin terminaste la canción —ella arruga el entrecejo.
—Fue Martha ¿No es así? —Amelie ríe pero no confirmo nada para guardar el chisme de nuestra recepcionista.
—Quiero escucharla —Amelie toma el micrófono y le pide a todos encarecidamente que se retiren para darnos espacio.
Una vez quedamos los dos solos, me pongo los auriculares y presiono el botón para poder dar play a la melodía.
La intro empieza a sonar y me río cuando la veo bailar a través del cristal de vidrio que nos separa. Su boca se abre y entona una letra escrita para mi.
Mientras la canción va sonando, la admiro y admiro lo bonita que se ve haciendo lo que le gusta, sus ojos chinitos comienzan a abrirse para dar algunos grititos y sus caderas se mueven para llevar el ritmo.
