Mundo Harry (One Shots)

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H O M E W O R K 

Harry.

OK. Esto es fácil, tú lo sabes, tú puedes.

—¿Ya sabes la respuesta, pa? 

Cierro los ojos frustrado y me tenso.

—Ya casi, cariño, solo dame unos minutos.

—Ya llevas como veinte y necesito avanzar.

La voz de mi hija me apura, siento que empiezo a sudar y me estoy enojando desde este punto.

—No es tan fácil como crees.

—Se supone que yo debería decir eso —se burla y exploto.

—¿Por qué no prestaste atención a la clase?

La regaño y ella se encoge de hombros.

—Había una mariposa muy linda en la ventana.

—Entonces ¿Estuviste viendo a la mariposa en lugar de ver cómo se resuelven las divisiones de dos dígitos? —la miro incrédulo ante su sinceridad.

No había forma de que esa hubiera sido mi respuesta ante mi madre.

—Si, tenía colores bonitos —ríe. —Era azul, con manchitas celestes y negras.

—¡Que buena memoria! —digo ironico. —¿sabes en qué deberías usarla, hija?

—¿En qué, pa? —sus ojitos se abren y me mira con ansias.

—¡En aprender los ejercicios de matemática!

Golpeo la mesa frustrado y ella ríe escandalosamente para seguir colorando su cuaderno de dibujos.

Estoy sufriendo aquí intentando hacer los diez ejercicios de matemática que la bendita profesora le ha encargado para mañana.

¿Cuándo se los dejó? No tengo idea, pero un día antes estamos intentando que la pequeña apruebe con buena nota y lamentablemente no estamos siendo exitosos.

Veo los números en mi delante y me mareo horriblemente cuando no sé cómo resolver esta mierda ¿Por qué no usan calculadora y ya? 

Nunca imaginé que ser padre me llevara a tener este tipo de retos en la vida.

—¿Ya, Harry?

—¡No, Harriet, no! —suelto en lápiz y llevo mis manos a mi rostro.

—Pensé que eras inteligente —me ofendo y la miro mal.

—¡Pero si esta es tu tarea! —me defiendo.

—Soy solo una pequeña niña de ocho años, papi —me bate sus pestañas y sabe que me puede comprar así.

No le digo más y vuelvo a mi tarea.

Maldita sea.

—A ver, si cincuenta y seis se divide entre catorce...