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Harry.
Terminé de mirarme al espejo luego de ponerme perfume, me miré el esmalte de uñas que Cayetana me había colocado como jugando. Eran azules, sinceramente por un momento dudé en quitarmelo pero decidí dejarlas ya que me agradó, sin más, salí de mi habitación.
Empecé a silbar mientras caminaba por el pasillo, al bajar la escaleras mi silbido se vio opacado por unos sollozos, fruncí el ceño al reconocer inmediatamente a mi esposa, casi al final de los peldaños giré mi cabeza para buscarla y encontré a Cayetana llorando sentada en el sofá de la sala ¿Qué mierda pasó?
—¿Amor? ¿Está todo bien? ¿Algo le pasó al bebe? —mis preguntas salen como disparos mientras me siento a su lado en el sofá.
—Ethan está bien —dice subiendo su mirada, sus ojos estaban hinchados. —Es por esta mierda —ella levanta su celular y me muestra un video de Et con una capa de Frozen mientras Caye grababa su espalda, aún nadie conocía su rostro y lo mantendremos así.
—¿Qué tiene de malo? —sigo sin entender.
—Mira los comentarios —mi esposa habla con la voz entrecortada y abre los comentarios del reel.
"Mierda, se le pegó lo gay del padre"
"Que tipo de crianza le dan a su hijo, lo confunden"
"¿Lo dejan jugar con barbies? Que idiotez"
"¿Viste rosado? Seguro Harry lo mal acostumbró"
No quise seguir leyendo, pero en ese momento entendí todo. Mire a mi esposa y esta me abrazó mientras seguía sollozando. Empecé a acariciar su espalda mientras sentía mis ojos colocarse rojos también, de la cólera e impotencia.
—¿Cómo pueden haber personas tan malas? ¡Es un niño! Es mi niño ¿Por qué lo insultan? ¿Por qué te insultan a ti? —llora mirándome mientras golpea sus rodillas frustrada.
—Amor, no llores —giro su rostro y la hago mirarme. —La gente es una mierda, no pienses en esto más, por favor, no debemos hacer caso a gente tan venenosa.
Sé que no es fácil, para mí no ha sido fácil llevar años evitando leer como muchas personas te critican sin siquiera conocerte, gente que lástima con tanto odio, tanta homofobia e incluso varias veces me han deseado la muerte.
—¿Cómo quieres que me calme? Están insultando a nuestro hijo.. quizá.. tienen razón y lo estamos criando mal.. yo..
—No —mi respuesta sale como un golpe seco. —No se te ocurra dudar de la buena crianza que estamos teniendo con Ethan, Cayetana, por favor.
—Pero, Harry..
—Ya basta de toda esta mierda.
Me levanto dejando a mi esposa confundida, mis puños se aprietan y siento que el odio sale de mis poros, camino hasta el estudio y tiro la puerta cerrándola. De mí pueden decir lo que quieran, pero de Cayetana o de Ethan, no.
Sin pensar bien lo que estaba por hacer e importandome una mierda las consecuencias, me senté en mi escritorio y prendí el iPad, Instagram se abrió y el live empezó.
Esperé unos minutos a que entraran más personas, escuché la puerta abrirse y mi esposa entró con los ojos abiertos tratando de entender, le di una sonrisa y se sentó en la silla frente a mi.
—Bien —susurré.
Los comentarios subían de manera rápida y realmente no pensaba leerlos, estaba enojado.
—¡Hola a todos! Buenas tardes —saludé un poco serio. —Siendo cerca de, uy, un millón de personas en el live, quiero hablar con ustedes. Hoy me enteré de una serie de comentarios que atacan a mi familia —me quedé en silencio tratando de encontrar las palabras adecuadas.
Cayetana me miraba con lágrimas en los ojos y solo hacía que la impotencia crezca en mí.
—Como sabrán, no comparto mi vida privada, me gusta mantener mis asuntos para mí, sin embargo, muchos de ustedes saben que tengo un feliz matrimonio y un pequeño hijo de seis años —sonrío mirando la foto de ellos dos en el marco de madera que tengo a mi derecha. —Amo a Cayetana y a Et, y por eso, los defendería ante cualquier circunstancia.
Suspiro nuevamente.
—Estos ataques han sido, no solo contra un niño pequeño, sino también homofóbicos y personas que claramente no tienen un buen corazón. Si bien no tengo que dar explicaciones, estoy aquí para callar todo tipo de comentarios de una vez. Mi hijo es un niño libre desde que tiene uso de razón, Cay y yo lo hemos dejado elegir qué quiere vestir, comer y hacer, claro que con nuestros límites. Él ve desde los Power Rangers, Marvel, Disney y las princesas.
Alcé la mirada y Caye se encontraba en la misma posición con una sonrisa de lado.
—Desde siempre he pensado que no existen colores, vestimenta, ni mucho menos parámetros para definirnos. Miren —levanto mi mano para mostrarla. —Llevo las uñas pintadas y eso no me hace ni más ni menos hombre, amigos no estamos en el siglo quince. Mi hijo es un niño libre de prejuicios y límites, nadie mejor que nosotros dos sabrán cómo cuidarlo. Les aseguro que es un niño muy feliz y que sabe diferenciar lo que debe y lo que no.
Caye sorbe la nariz y me sonríe orgullosa.
—Gracias a todas las personas que nos muestran su amor desde siempre y los que no, metanse en sus asuntos. Cuidense mucho y traten a la gente con amabilidad.
Hice un símbolo de paz para finalmente apagar el live. Me recosté en el respaldar de mi silla y suspire mirando hacia el techo. Escuché unos pasitos correr y a mi esposa lanzarse encima mío.
—Todo va a estar bien, no dejaré que nadie los lastime —aseguré juntando su frente con la mía.
Ella me da un beso y a los segundos siento unos pequeños brazos abrazando mis piernas. Sonrío al saber que se trata de mi persona favorita, lo tomo mis brazos para luego hacer un círculo entre los tres.
Le hago cosquillas a Caye y le pido ayuda a nuestro hijo. Su risa es la melodía que quiero escuchar el resto de mi vida, porque los amo y porque primero mataría antes de dejar alguien los lastime.
🌻🌻🌻
Bestiesss, espero se encuentren bien! Esta última semana ha sido una locura por aqui y no he tenido tiempo de nada, por eso les traigo este mini shot que escribí hace tiempo pero jamás publiqué.
