𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐑𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔 ||
« 𝖨 𝖼𝖺𝗇'𝗍 𝗌𝖺𝗏𝖾 𝗎𝗌, 𝗆𝗂 𝖺𝗍𝗅𝖺𝗇𝗍𝗂𝗌 𝗐𝖾 𝖿𝖺𝗅𝗅 »
La guerra terminó, pero aún así hay rencor hacia Negan y los salvadores. Pero a Lexie no le impedirá fijarse en uno de ellos, quizá su alma geme...
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Alden volvió a su puesto, y unos segundos después, el ataque comenzó. Empezamos a disparar hacia el cielo, la reja electrificada los demoraba un poco, pero aún así eran muchos.
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No se como se descontroló todo, pero ahora estaba luchando contra caminantes con Tara y Earl, para proteger a los niños.
- ¡Tara!, ¡cuidado! - Grite, antes de que un susurrador la atacara.
- Gracias. - Dijo, luego de deshacerse de él.
Seguimos luchando hasta poder salir de Hilltop, y llevar a los niños al punto de encuentro.
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Todavía nos quedaba un largo camino hasta el punto de encuentro, y los niños empezaban a cansarse.
- ¿Ya falta poco? - Pregunto Hillary, una de las niñas.
- Ya casi, aguanta un poco mas.- Dije.
- ¿Mis padres están bien?
- Espero que si, Hillary, ellos son fuertes y saben sobrevivir. - Lo dije más para mi, pues perdí a Alden de vista, y no habíamos encontrado a Adam, ni a Jesus, ni Carl o Enid.
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Ya a mitad de camino, se nos acercó un pequeño grupo de caminantes. Tara y yo sacamos nuestros cuchillos.
- ¿Lista, Lex? - Yo asentí. - Niños, quédense atrás.
Tara avanzó hacia los caminantes, mientra yo me quedé mirando a uno de ellos, se me hacía familiar.
- ¡Lex!, ¡vamos! - Dijo Tara.
Me acerqué a la horda, y comencé a rematar a algunos caminantes.
- Tara...Tara. - Llame, al reconocer al caminante. El shock invadía mi cuerpo, nunca pensé que lo perdería, no a él.
- Un segundo, Lexa. - Comento Tara.
- ¡Tara!...es... - Las lagrimas se hicieron presentes, mi mejor amigo se había ido. Tara volteó hacia el caminante, comenzando a llorar.
- No, no el, porfavor. - Sollozo.
Lucy, otra de las niñas, se acercó al caminante para rematarlo, pero Earl se lo impidió.
- Tiene que hacerlo alguien que lo quiera. - Susurro.
Tara se levantó y sujetó a Jesús, luego yo me levanté y clavé mi cuchillo en su cráneo, algunas gotas de sangre cayeron sobre mi ropa y mi rostro.
- Vamos a llevarlo, el merece un funeral. - Dije.
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