¿Qué es el amor?
Quizás la pregunta más pronunciada de toda la humanidad. Desde pequeños nos hacemos ese tipo de cuestión porque no es algo empírico que podamos ver, tocar, oler, percibir con los sentidos; sólo podemos experimentarlo. Todo ser humano se lo pregunta a sus padres, profesores, vecinos, amigos e incluso a ellos mismos pero ¿Tiene algo de malo preguntar? Sócrates en la antigua Grecia lo hacía y lo condenaron por ello así que puede que tenga algo de maléfico pero el amor forma parte de nosotros, desde que nacemos hasta el último día de nuestras vidas y una de nuestras misiones en ella es comprenderlo o al menos intentarlo porque.
¿No sería triste morir sin entender el amor? Que pregunta más incisiva ya que vivir en la ignorancia realmente te protege de lo más hermoso y quizás de lo más doloroso pues todo agonista tiene su antagonista y el amor trae felicidad pero también angustia, tristeza y sobretodo te produce dolor. No se puede decir que conoces algo hasta que no hayas pasado por todos los pros y los contras que tiene, pues cuando aceptas algo, el egoísmo no forma parte de ello.
El amor es algo tan abstracto que cada persona podría dar una explicación de ello a su propia manera. En un idioma, en un país, incluso con signos, colores o música; el amor es libre de ser definido a través de los sentimientos de cada alma y por eso no acepta rechazos ante el color, el género o la clase. El amor es amor y simplemente hay que vivirlo con todo lo que te puede llegar a ofrecer.
Se dice que tenemos que buscar nuestra media naranja y con ella montar una familia feliz. Casarse, tener hijos, un perro, un gato y llevar a la abuela al parque los domingos con los nietos pero el amor no te obliga a eso, porque nosotros no nacemos con medio cuerpo, medio corazón o la mitad de nuestros sentimientos, nacemos completos y la persona que te acompañe sólo acompañará a tu felicidad haciendo que cada día sea mejor que el anterior, llenando esas horas, minutos y segundos de cariño y respeto que como una amalgama de sentimientos empíricos, forman una compleja y abstracta conmoción que se denomina amor y eso es lo que tenemos que preguntar, ¿qué es ese amor? Y cómo no hacernos daño a nosotros mismos rechazando aquello que complementa a tu alma.
Parezco una melodramática hablando así de este tema pero realmente la experiencia es lo que nos hace llegar a ser quienes somos y en lo que nos convertimos. Por eso estoy aquí hablando de mí y de mis sentimientos que como los de cualquier otro ser humano, son propios y característicos de mi historia pero de todo se puede aprender y quizás le sean de ayuda a alguien.
Esto no es un auto libro aunque bueno, quizás me haya involucrado demasiado ya que la historia al menos está narrada a partir de mis ojos y eso ya me hace coprotagonista de ello pero prometo que aunque nazca de mí, sólo hablo de lo que me ha llegado a hacer sentir el conocer a la persona que puso mi mundo patas arriba.
H. A. Persson
ESTÁS LEYENDO
Adentrándome en tu vida.
Lãng mạn¿Es ético mirar más allá a uno de mis pacientes cuando prometí ser profesional y ayudarla en su problema? Pero no puedo dejar de pensar en su felicidad y la angustia que la rodea en un matrimonio donde su único alivio es cuando la soledad invade su...
