Adentrándome en tu vida.

XXXVI

–Colócame bien el bajo que no quiero pisarme esta cosa y caerme de aquí.

Niego varias veces ante los repetidos comentarios de mi mejor amiga. Llevamos casi dos horas mirando diferentes trajes blancos y ninguno parece gustarle del todo.

–Ril, te pruebes el que te pruebes va a ser blanco y no te va a gustar así que deja de ver ese defecto y fíjate en que te quede bien lo que te pongas.

–Es el día más importante de mi vida y ni si quiera me puedo vestir como a mí me gusta. Tengo que ir de blanco porque a la familia de Violet le hace ilusión que vayamos las dos así y encima tengo que ponerme no sé qué joya que es de su tátara abuela –resopla moviendo los pies comprobando que no se pisa esta vez el largo del pantalón–. No me hace ni puta gracia tener que llevar mierdas en la cabeza y lo sabes, Helena.

–Pero no te enfades conmigo, eso se lo tienes que decir a tu futura mujer. Simplemente habla con ella y dile que no quieres llevar nada colgando y que te gustaría ir vestida de otra forma –me echo hacia atrás para observar cómo le queda el conjunto y realmente está preciosa.

Riley nunca ha resaltado por su altura o belleza ya que su estilo de vestir siempre ha sido más oversize y oscuro pero ver su cabello recogido y adornado con brillantes hace que le de mucha más luz a la cara resaltando los ojos que tiene.

–A ella le hace casi más ilusión que a su madre y encima tengo que ir pintada. ¿Yo maquillada? Se me van a quedar pegadas las pestañas –me río ante su comentario y le acerco los zapatos que hemos cogido para probar el conjunto–. Mira estos tacones, son enormes. Voy a ir andando con ellos y me voy a tropezar. ¿Por qué tengo que llevar zancos para casarme? Es que me da una rabia que no te imaginas. Yo me pondría uno de mis vestidos o faldas, las converses y me dejaría el cabello al aire con mis rizos moviéndose a la vez que me voy acercando al altar, ¿es que acaso pido mucho?

–Riley de verdad, habla con Violet y dile cómo te sientes. Es normal que en una pareja haya conflicto de opiniones y que algo que ella desee, tú no lo quieras pero es importante la comunicación y más cuando vais a ser un matrimonio. No me gustaría tener que trataros, pero no te preocupes que te haría un bono descuento –le guiño el ojo a mi mejor amiga mientras coloco una tiara en su cabeza. Le han hecho un recogido bastante bonito que deja todo su rostro a la vista.

–No, no. Quítame esta mierda que no me lo voy a poner –hace un gesto de molestia y me mira con odio–. No voy a necesitar tus charlistas de como querernos bien porque lo tenemos todo controlado, así que te las puedes ir guardando pero no le puedo decir a Violet que no me gusta nada de lo que me ha propuesto porque le voy a hacer daño. A ella le hace mucha ilusión la boda y todo lo que le rodea, así que no puedo llegar y decirle que odio esta ropa y que se meta su corona por donde no le da el sol.

–No te aconsejo que le digas tal cual pero quizás debería saber que no te gusta pero que por ella haces lo que sea necesario.

–Y lo haré siempre que pueda. He accedido porque en sus ojos he visto tanta ilusión que soy incapaz de negarle algo, Helena. Al principio querían que me pusiera un vestido de novia y ahí sí que me negué porque ni de broma me pongo yo algo así pero me dijo que me vería tan guapa con un traje blanco que no he podido decirle que no, ¿entiendes? –me mira con cierto grado de angustia pero acaba sonriendo mostrando una imagen de ilusión en sus ojos.

Me agacho a cerrarle la tira de los zapatos ya que ella está sobre un pedestal para poder mirarse mejor en el espejo y termino colocando del todo su chaqueta. El traje que ha escogido es precioso y le queda verdaderamente bien pero no es su estilo y cuando algo no te llega por la vista, es complicado aceptarlo de primeras.

–Por amor se hacen muchas cosas que no nos gustan pero el fin es algo que nos acaba haciendo felices. Nunca te habías visto así y por eso te choca pero te digo desde mi más sincera opinión de que estás preciosa y creo que te favorece mucho este peinado.