22.La cita I

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—¡Adivina quien tiene una cita! —rodeo a Ari por el cuello, deslizándome hacia la silla que está aun lado de él.

Quita el estuche de violín que tenia sobre las piernas —¿Quien? —pregunta enderezándose

Sonrió llena de emoción —Yo ­­­­—chillo emocionada señalándome con ambos pulgares.

—¿Tu? ¿con quien? —su sorpresa me ofende un poco, pero decido dejarlo pasar.

—Con chat —suelto así sin mas. Los ojos de Ari se abren demasiado, humedece sus labios asimilando la situación.

Levanta la vista para mirarme —¿Me estas jodiendo?

—No. Él me invito a salir y pues acepte.—mordisqueo mi mejilla con la boca cerrada. 

—¡Estas loca! Anderson es un idiota, no sabe respetar —Ari me regaña, sus palabras me atacan una tras otra. Esta realmente molesto ­—¿De verdad le dijiste que si?

—¡¿Quisieras alegrarte por mi?! —le reprocho —Aristeo, es mi primera cita, que tanto trabajo te cuesta estar feliz.

—Estaría feliz si fuese alguien mas pero ¿Chat?

Me levanto de inmediato —¿Qué tiene de malo chat?

Ari bufa molesto —Nada solo que es tan... Chat.

—Claro como no se parece a ti, ¿por eso no debo salir con él? ¿Por qué no toca música clásica o porque no esta tatuado casi de cuerpo entero? ¡no todos los chicos guapos tienen que lucir como tu! —le recrimino con rabia a la vez que lo picoteo con el dedo índice justo en el pecho. 

Ari arruga los labios —Tienes razón, porque soy el amigo malo que no quiere verte feliz. —dice con un tono burlón.—¡Ay psique por favor! —exclama por lo alto con furia, remarca cada letra que me aterra —Pero sabes que, anda sal con Chat y con Eros, o con cuantos tipos quieras, solo así aprenderás. 

El se aleja de mi, pero yo me quedo paralizada de pie en medio de la cafetería bacía, y agradezco que haya estado así, no se que hubiese pasado si hubiese estado llena.

Ari camina en línea recta atravesando el campo de lacrosse , su espalda esta recta y su cabeza también, mis piernas son cortas voy detrás de él dejando pisadas fuertes y firmes, mis brazos se mueven a mi ritmo de adelante hacia atrás, mi cabello se mece. Los chicos de lacrosse comienzan a salir de los vestidores hacia el campo, lo primero que cruza por mi cabeza es que quizás Ari va a echarle bronca a Chat por lo que dejo de "caminar velozmente" para comenzar a correr.

—Ari, Ari, vamos a almorzar ¿Qué dices? —le digo pero mis palabras se quedan en el aire —o podemos ver pelis, lo dejamos pendientes por Pammi ¿recuerdas? —insisto para que se detenga pero no lo consigo —Ariiiii —chillo muy agudo.

Él se gira por completo obligándome a frenar de golpe —Me alegro por ti, pero yo no podre llevarte.

Pongo las manos sobre las rodillas encorvando un poco la espalda para recuperar el aire, levanto el dedo índice indicándole que me espere un segundo —Chat —digo sin aliento —Él ira a buscarme a casa.

—Vale. —nuevamente volvió a ser amable. ¡Vaya! y yo que pensaba que Eros era el único bipolar por aquí. —Si intenta pasarse de listo le rompo la cara —su rostro se oscurece y yo solo asiento velozmente.

Ari sonríe, a la vez que pone su manos libre mi cabeza. él sigue caminado alejándose de mi mientras yo me quedo recobrando el aliento.

 !Dios mis pulmones no están en condiciones!

A UN BESO me rindo ante tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora