—¿Acaso omitiste algún detalle cuando hablamos sobre las personas con las que estuvimos antes de todo esto?
Siento un un tirón en el estomago y un frio que me recorre entera.
Finjo estar pensando y hasta hago sonidos de alguien que piensa —No. —digo torciendo los labios —Que yo recuerde no omití nada. ¿Por qué el interés?
—No, por nada solo quería escucharlo.
Mentirosa Psique, Heracles y un par de chicos más fueron una de esas aventuras, pero no se lo puedo decir, que vergüenza, me apena el solo imaginarlo, siento como el calor sube hasta mis mejillas solo de recordar sus manos y como me tocaban
—¿Estas bien? —me pregunta Eros, haciéndome reaccionar.
Levanto la cabeza de golpe para mirarlo.—Si, todo en orden
—¡¿De que te acordaste?!
—De nada —respondo de manera atropellada.
—¿Segura? —siento como su mirada esta puesta sobre mi obligándome a hablar
Mantengo la calma y la verdad dentro de mi boca —Si —protesto apartando la mirada
—¿Entonces porque estas tan sonrojada?
Me atrapó, me siento como un hámster en una jaula que intenta escaparse entre los barrotes.
Eros entrelaza los dedos colocándolos justo delante de sus labios, y con las cejas juntas dice: —De acuerdo
Me muevo un poco sobre la manta sintiendo como las puntas de la hierva atraviesa la tela levemente, me deslizo hasta que nuestros hombros se tocan. Desplazo mis manos para acariciar su cabello —¡Ay!—gime Eros apartando mi mano a toda prisa, enjaulándola entre las suyas.
—¿Qué pasa? —le pregunto confundida mientras mi mano sigue estando atrapada por la suya
Eros abre su manos dejando la mía en libertad —Nada, solo Raquel queriendo proteger el patrimonio —se le escapa una risita, para quitarle peso al hecho de que tiene un boquete en la cabeza.
—¿Raquel?
—Si, me golpeo por accidente
Al escuchar las palabras "me golpeo", me es inevitable el no saltar sobre él para revisarlo.
—No te muevas-estate quiero-déjame ver —farfullo, moviendo su cabello para todas las direcciones posibles y entonces encuentro la herida, lo reviso y compruebo que ya no sangra pero un así esta un poco abierta, no necesita puntos, pero podría infectarse o lo que sea que les pase a las heridas.
—Para tenerte así, no me molestaría que Raquel me golpeara más seguido —comenta a la vez que suelta una carcajada que rompe con el silencio de la escena.
—¡Basta! —le recrimino, dándole un golpecito en el hombro. Estoy sentada sobre su regazo con las piernas alrededor de su cintura, observándolo desde tan cerquita. No me canso de míralo, —Podría quedarme así toda la vida. —suspiro con ternura.
—Yo también —dice. Entonces entrelazo mis manos por detrás de su cuello, mientras lentamente voy recostando mi cabeza sobre su pecho respirando su aroma, sus manos dando un paseo por mi espalda baja, delineado mi columna con su dedo pulgar. Haciendo que se me erice la piel desde la punta de los dedos de los pies hasta la punta de los dedos de las manos, es una corriente eléctrica que me congela y me deja helada, pero muy extasiada. —Gracias —susurro cerrando un poco los ojos. Eros se mantiene en silencio, pero siento como su pecho sube y baja, estoy tan cerca de él que incluso puedo escuchar los latidos de su corazón y me emociono de escuchar lo rápido que va, late como si hubiera corrido un maratón.
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A UN BESO me rindo ante ti
Novela Juvenilenamorarte de alguien implica abrir tu corazón de par en par para mostrar lo mas perturbador de tu ser, enseñarle lo mas frágil y débil de tu persona