A UN BESO me rindo ante ti

25. Querida psique

 capitulo 25

Han pasado un par de semanas desde aquella noche en que  Eros se me declaró si es que a eso se le puede llamar declarar, y tengo que admitir que todo a cambiado tanto este Eros no lo conocía ¡y la verdad es que me encanta!, creo que estoy tan acostumbrada ver a los Abreu como una coraza de hierro impenetrable, que el verlos siendo tiernos tontos o simpáticos me resulta extraño, aunque siempre supe que eran buenos muchachos, Eros se a comprometido a llevarme todos los días a la universidad, él se empeñaba en dejarme en la entrada pero intente y logré convencerlo de dejarme dos cuadras antes, no quiero llamar la atención de los demás estudiantes o la de Ari, así que me bajo allí y camino hasta la entrada, ese compromiso por pequeño que sea me derrite el corazón, es increíble que Eros pueda ser cariñoso o demostrar afecto de esa manera, es un poco infantil lo que me resulta más adorable.

Mamá está en el trabajo yo recién regreso del mío, estoy agotada hoy alguien se lo ocurrió reservar todo el restaurante para una fiesta privada, en fin fiesta de ricos así que corrí de un lado a otro. Me quito las medias y las aviento por el aire acostándome sobre el sofá, mientras estoy acostada por mi cabeza pasan muchas cosas, no he visto a Eros en dos días, y por lo que pregunté a Hermes no ha llegado a casa, tienen un proyecto muy importante y todos están trabajando muy duro en el. Mis ojos se deslizan por encima de la barra de la cocina y miro el montón de papeles y sobres cerrados, me levanto del sofá arrastrando los pies para sentarme en un banquillo y leer las cartas, paso sobre por sobre

—luz, banco, agua —leo de manera automática.

Dejo de leer de golpe en cuanto  mi nombre aparece por encima de uno de los sobres, lo cual me extraña porque no espero nada de nadie, lo primero que cruza por mi imaginación es que Eros me haya escrito una carta pero eso es demasiado cursi para que él pueda soportarlo, tomó el sobre entre mis manos abrazándolo contra mi pecho corro escaleras arriba saltando sobre mi cama destendida apresurándome a leer, pero me detengo de golpe, mis dedos están sobre la lengüeta ansiosos por rasgar el papel, doy un suspiro muy profundo comenzando a rasgar el sobre.

Querida psique.

Estás mucho más linda de lo que mi mente podía imaginar y recordar, se que te he visto hace poco pero aún así no me puedo creer lo que ven mis ojos, tengo varias preguntas que me gustaría hacerte, como por ejemplo: ¿estas saliendo con alguien  actualmente? se que es un  poco apresurada la pregunta, pero me intriga la respuesta, también aun sigues amando el pastel de chocolate y menta?

El verte me trajo muchas cosas a la memoria que creía olvidadas pero por ahora no diré nada mas.

Dejo de leer antes de leer más por debajo, la letra es linda y ordenada, lo cual me llama la atención, mi corazón comienza a latir demasiado aprisa cuando escucho el rugido de un carro pasar hacia la casa de atrás. Dejo la carta en mi cama y corro a ver por la ventana, pero el carro se me ha pasado, pienso en Eros ya que no a regresado a casa, pero quizás podría ser su padre, la culpa comienza a invadirme, ese sentimiento de estar haciendo algo mal, de estar fallando, se que es por la carta, aunque esta no diga nada comprometedor me pone a temblar, regreso a mi cama sacudiéndome los pies antes de subirlos, tomo la carta para terminar de leer.

Solo diré que espero no asustarte, y que quizás pronto sepas más de mi, me la pensé dos veces antes de escribir esta carta pero creo que no es nada comprometedor o algo así por lo cual puedas meterte en líos, saludos

Busco el nombre pero no encuentro nada, le doy mil vueltas a la hoja pero no encuentro ningún maldito nombre. me acuesto boca arriba mirando al techo aun alucinado por lo que acabo de leer.

El sonido de un claxon me hace despertar, ni siquiera me di cuenta de cuando me dormí, pero aun estoy cobrando conciencia, tomo el móvil que esta aun lado de mi porque no deja de vibrar,