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— Su hijo está muriendo

Fueron las únicas palabras que salieron de la boca del doctor con remordimiento y las únicas que necesitaban para que el pasillo se llenara de gritos por la señora Jeon al escucharlas y su marido tomarla de los brazos con lágrimas saliendo mientras se dejaban caer al piso. Llorando mientras se abrazan buscando calor y tranquilidad entre sus aromas, pero no encontraban nada más que angustia y melancólico.

Meylin abrazaba fuertemente a JungSu que se aferraba a ella llorando como un cachorrito sin poder soportar el dolor en su pecho, buscando consuelo en su Omega al igual que Mark tenía entre sus brazos a KangDae y su hermana Jiyu que estaba igual que él.

— No, Namjoon, no-no es ve-verdad— susurraba entre el pecho del Alfa entre sollozos atrapados en su garganta mientras Nam lo apretaba a su cuerpo y las lágrimas caían en la melena de su Omega.

Yoongi lloraba con una expresión dura en su rostro pero dejándose abrazar por Tae que estaba que chillaba de la tristeza que invadió su cuerpo. Jungkook no era del todo su amigo, se había preocupado todos estos días en los que el rubio estaba ausente, pero sabía el sufrimiento que estaban pasando toda estás personas que en verdad aman y aprecian al Omega que ya no está luchando por su vida lo suficiente como para continuar y la agonía era doble sabiendo que dentro esta una vida que no tiene la culpa de todo lo que sea pasado en este corto tiempo.

Todos sabían que esto podría pasar desde la muerte de Jimin, el Omega caía en depresión y muy pocos son capaces de seguir adelante solos, pero la culpa los estaba carcomiendo por no ayudarlo a tiempo, por no motivar a ese lindo rubio de dientes de conejo a qué siguiera delante.

Que luchará por su cachorro.

Pero nadie sabía de esa existencia y menos sus padres y hermanos que hoy fue que pudieron verle la cara luego de dos semanas en las que se había perdido y no quería que nadie se le acercará. Y no fueron en las mejores condiciones para saber la noticia del próximo integrante de la familia.

Si es que lograba resistir.

Ya que Jungkook no llevaba una alimentación correcta para su crecimiento y las fuertes emociones del Omega pudieron afectarle en gran magnitud, todo era posible, hasta que lo hubiera perdido.

Nadie sabía que pensar, solo esperar a que todo estuviera bien.

El señor Jeon que cancelo todo viaje de negocios, vino apenas su esposa partió en llanto diciendo que Jungkook estaba grave en el hospital y no dudo en ir, miro a los amigos de su hijo con sus ojos rojos e hinchados de llorar sin poder siquiera pronunciar palabras, más que darles paso a qué ellos entrarán primero a la habitación dónde se encontraba el Omega cuando el doctor les permitió. No podía dar un paso, solo aferrarse a su esposa, que mantenía una mirada ida y desconecta de lo que pasaba, cosa que asustó a sus hijos.

—¿ Mamá ?— su labio tembló acercándose a su progenitora.

— KangDae, dile a kook que baje a cenar— acarició su cabello con una sonrisa obligada— la comida se enfría.

— Papá ...— Susurro alarmado.

— Llevaré a tu madre a tomar aire — asintió con un nudo en el estómago, viendo como sus padres se alejaban y su mamá decía incoherencias.

El menor de los Jeon corrió por un pasillo por el dolor que estaba sintiendo en su pecho por percibir el aroma de su hermano y un ardor quemando su cuerpo, eso último no era bueno, ni el momento para tener un cambio drástico en su vida.

—¡ KangDae!— gritaron Mark y Jiyu detrás de él, preocupados.

El pasillo quedó en un ambiente tenso, como una hojilla afilada que puede lograr cortar tu respiración. Pero la única chica que quedaba estaba inquieta, sin poder soportar la tensión en el aire y lo débil que estaba el Alfa entre sus brazos que la apretaba como un oso de peluche.

Alejen se de Él... { jikook }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora