09; Jungkook.

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Jimin escribía conforme leía en la pantalla de su computadora y repetía para que yerin, su compañera de clases también tuviera conocimiento de algunos puntos importantes del proyecto que les habían asignado a hacer juntos.

en uno de esos momentos en los que se tomaban un respiro entre tantos papeles que estudiar, Yerin habló, confundiendo a jimin.

- Aún no entiendo... - dijo ella, jimin frunció el ceño.

- ¿Que no entiendes? no es realmente difícil, la manera en la que nos dirigimos a las personas importa porque-... - mientras jimin explicaba, yerin lo detuvo.

- No, es decir, Tú y tu alfa, lo siento porque realmente no me incumbe, pero si llevan comprometidos tantos años ¿porqué apenas empezaron el cortejo?. - preguntó yerin con los ojos brillantes de curiosidad.

- Ah~ es una historia un poco rara... - jimin rió y yerin le pidió seguir. -... Bueno, cuando tenía quince años, ya sabes, soy un chico del campo, la granja de mi padre empezó a tomar un poco más de reconocimiento en el mercado orgánico, ya que, no es por presumir, pero los productos de mi granja son de altísima calidad, Los señores Jeon, y también jungkook, consumen muchos lácteos y proteínas de todo tipo, así que se reunieron con mi padre y él comenzó a proveerles los productos por venta al mayor, pero bueno, la historia no empieza ahí, empieza cuando acompañe por primera vez a mi padre a entregar los productos a la casa de la familia Jeon...

«Jimin bajó del camión con el ceño fruncido y los brazos cruzados, su padre lo había obligado a acompañarlo y ayudarlo con los pedidos de la granja ¡jimin debía estar en la granja su vaquita lola iba a tener un bebé!.

- Aw, vamos chiquito, no te enojes con tu padre. - Dijo el señor Park, acercándose a su hijo para revolver su cabello blanco con mechones en negro, teniendo cuidado con los cuernos del joven y dejando una caricia en sus orejitas.

- Si lola tiene a su bebé hoy y yo no estoy con ella no te voy a hablar más. - amenazó jimin, y el hombre rió.

- Hombre, deja de quejarte ya y toca el timbre de la casa pues, yo voy a ir bajando las cosas del camión. - le ordenó el señor park a su hijo, que a regañadientes se dirigió hasta la entrada de la enorme casa, tocando el timbre de ésta.

había escuchado que eran una familia con mucho dinero ¿porqué vivían en un vecindario común? meh, como sea, jimin sólo quería llegar a casa para ayudar a lola. Tocó el timbre por segunda vez y de inmediato alguien abrió la puerta, un chico un poco alto, de cabello oscuro y unas orejitas escondidas entre su cabello, piel un poco bronceada y ojos pequeños, parecía recién haberse despertado.

- ¡Hola! Venimos a entregar un pedido de la granja Park, ¿están los señores Jeon? - dijo jimin, tratando de ser lo más amable posible, de repente, el rostro de él chico pálido se volvió totalmente rojo.

- A-ahm... yo, uh... ya vuelvo... - El chico entró de nuevo a la casa, dejando a jimin confundido y esperando.

- ¿Ajá hijo, y la gente de la casa?. - preguntó El señor park, terminando de dejar las cestas y canastas del pedido.

Jimin se encogió de hombros. - No sé, me abrió un chico pero con la misma se fue. - explicó, y el señor park asintió, ya sabía quién era.

De repente, una tercera persona se unió a la conversación.

- ¡Ay señor park! le pido disculpas por hacerlo esperar, es que Jiseol tiene su día libre hoy y no escuché el timbre. - explicó una mujer, apenada, hizo pasar al señor park, quien de a poco llevaba algunas cajas, jimin ayudaba con cestas más pequeñas. De repente la mujer soltó un chillido - ¡¿Quien es este niño tan adorable?!. - exclamó La señora Jeon al ver a jimin entrar a la casa.

- El es mi hijo pequeño, jimin... saluda hijo. - dijo el señor park y jimin soltó un momento las cestas que tenía y saludo a la mujer.

- Un gusto señora Jeon, soy jimin, omega de vaca. - se presentó jimin, con las mejillas un poco sonrojada por hacer fuerza para cargar el leve peso de las cestas.

- ¡Un gusto pequeño¡ Yo soy Hyesoo, soy una Delta, puedes llamarme nonna si gustas - Hyesoo pasó su mano por las orejas de jimin, y joder jimin amaba que le acariciaran las orejitas. - Ay cariño, aún eres un ternerito para alzar peso, pero es realmente lindo que ayudes a tu padre. - mencionó Hyesoo, jimin iba a protestar y decir que estaba bien y no le molestaba alzar las cosas, pero de repente la mujer gritó, llamando a alguien.

- ¡Ya voy! - se escuchó desde el segundo piso de la gran casa.

De repente, el mismo chico que le había abierto la puerta apareció, aún con las mejillas coloradas ¿a caso estaba enfermo?, no importaba, jimin pensaba que era realmente lindo.

- jungkook, porfavor ayuda a jimin con algunas cosas cariño. -le ordenó la mujer y jungkook asintió y se dirigió al omega sin decir nada, ayudándolo con las cestas que había dejado en el suelo.

- ¡Ay, no, yo puedo hacerlo!. - dijo jimin tratando de quitarle alguna cesta al chico, que por su olor tan intenso, jimin supo que era un alfa, un alfa puro.

- No te preocupes omega, yo te ayudo. - Dijo jungkook, provocando que jimin se sonrojara al escucharlo llamarle omega.

-Ah... bueno... - fue lo único que pudo articular jimin.

Después de eso, cada semana cuando su padre iba a casa de los Jeon, jimin se aseguraba de ir con él, para poder seguir viendo a aquel alfa que le había llamado la atención, y así pasaron algunos años, habían días en los que jimin solo viajaba hasta la ciudad para estar con jungkook, dormían juntos y siempre estaban enviandose mensajes, se habían vuelto los mejores amigos.

Un día después de que jimin se mudara a la ciudad para poder asistir más cómodamente a la universidad, sus padres le llamaron y avisaron que fuera a casa de los Jeon urgentemente, también tenía mensajes de jungkook.

Llegó rápido a la casa del alfa, un poco aturdido, no sabía que pasaba, y el que sus padres y también jungkook le hubiera llamado le ponía nervioso.

Tocó el timbre y Jiseol, quien servía en la casa de los Jeon, le abrió con una sonrisa y le hizo pasar hasta el comedor, donde se encontraban sus dos padres y los señores Jeon, junto con jungkook, tomando café y riendo, excepto jungkook, que se veía nervioso.

- Jimin, cariño ya llegaste. - Dijo su madre al verlo.

- Me asustaron, pensé que había pasado algo porque me llamaron todos al mismo tiempo. - se quejó jimin, tomando asiento al lado de jungkook, como era costumbre, dejó una caricia en las orejas del lobo.

- Bueno Jimin, la verdad si ha pasado algo. - Dijo Jeon Joong ki, padre de jungkook.

- Jimin, querido, los hemos comprometido. - Dijo sin más Hyesoo, y jimin soltó una risa.

-¿Cómo así? ¿comprometidos a qué? ¿vamos a participar en algún show de pueblo o...? - preguntaba jimin entre risas, pero nadie más reía, se sentía incómodo.

- No cariño, significa que cuando estén listos, ustedes, jungkook y tú, van a casarse... - explicó su madre.

-Oh... - la expresión de jimin cambió.

-... ¡Pero puedes negarte, no es un negocio! - Se apresuró a decir jungkook

- Ay cálmate jungkook, no te preocupes, si tenemos que casarnos nos casamos. - Dijo jimin, no estaba realmente preocupado, porque quizá esto significaba que jungkook sentía algo por él.

quizá tenía una esperanza de algo más...»

Gimme MilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora