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Luego de lo sucedido, habían esperando al día siguiente para poder hablar con tranquilidad, pero eso no estaba siendo posible porque jungkook no paraba de hablar y sollozar.

—... soy el peor alfa del mundo, jimin perdoname, lo siento tanto no debí haberme dejado llevar lo siento mucho... — lloriqueo el alfa, y jimin solo se jalaba el cabello de frustración, porque jungkook no lo estaba dejando hablar.

— no me dejes porfavooor, si quieres no nos besamos más hasta casarnos pero-... —— Maldición jungkook, cierra el puto hocico. — regaño jimin, y jungkook automáticamente dejó de hablar, o bueno, de llorar.

— ¿Ya puedo hablar? — jungkook asintió, jimin tomó aire y luego exhalo, acomodándose en el asiento de la encimera de su cocina.

— Está bien, supongo que era algo que tenía que pasar... al menos aún eres mi Alfa. — jimin murmuró lo último, jungkook realmente no le había entendido bien y iba a preguntar pero jimin volvió a hablar.

— Que no se te haga costumbre, mi pecho es sensible y no me gustaría tener marcas de chupetones.
jungkook no lo podía creer ¿a caso jimin le estaba diciendo que podía seguir tomando leche?

— Si solo quieres tomar de mi leche, en el refri hay, es el frasco de tapa rosa... — mencionó jimin, dejando totalmente desconcertado a jungkook.

— ¿Guardas tu leche? — preguntó kook, y jimin sólo asintió.

— ¿Me la haz estado negando todo este tiempo? — preguntó, un poco indignado.

— No, de hecho este último mes varios de nuestros desayunos los he preparado con mi leche, porque estoy en temporada y no me gusta tirarla... — dijo jimin, como lo más normal del mundo, o bueno para él era normalpara jungkook era un sueño hecho realidad.

— entonces... ¿puedo tomar leche de mimi Cúando quiera? — jungkook meneo su cola y miró a jimin con ilusión, jimin solo asintió.

— Sí alfa, si sólo quieres leche, toma la que está en el refri y si quieres... lo otro, ya sabes... — jimin se sonrojo fuertemente.

—... puedes decirme y... ¡Aish! tu sabes.

— lo sé, amor, lo sé ¡Joder estoy tan feliz ahora! — dijo jungkook, con ganas de correr por todo el apartamento de la emoción.

— ¡No más paja para mí, no más de ese maldito y feo dildo para ti! — alzó sus brazos al aire y los movió, haciendo algún tipo de baile de victoria.

— No puedo creer que en algún momento pensé que me podrías engañar. — jimin hizo una mueca, entre divertido y frustrado.

— Cómo sea, voy a dormir otro rato. —

— Te acompaño, amor~ — jungkook fue tras jimin cuando vio que este caminaba hacía su habitación, la de los dos, si jungkook ya vivía ahí, jungkook era tan feliz ahora, no más paja, no más sueños húmedos, no más leche pasteurizada, solo jimin, jimin y jimin, su lindo y precioso omega.

Gimme MilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora