10; Jimin.

6.5K 537 10
                                    

Jungkook caminaba junto a hoseok y taehyung, sus clases habían terminado pero a jimin le faltaba una, así que lo estaba esperando, también a namjoon, seokjin y yoongi, todos iban a reunirse en casa del menor del grupo, porque el padre de éste estaba muy interesado en conocer a su grupo de amigos.

Los tres se sentaron en las bancas fuera de la facultad de jimin y seokjin, conversando de trivialidades y haciendo bromas para alivianar la espera.

— ... Y les juro que no sé como, el bobba me salió por la nariz. — contó taehyung, sacándole una estruendosa risa a hoseok y a jungkook una mueca al haberse imaginado a su amigo con bolitas de bobba saliendo de su nariz.

La conversación seguía y los chicos reían sutilmente hasta que una suave voz les interrumpió con cautela.

— ... ¡Hola!. — saludo la chica, que se notaba nerviosa. — Ahm, voy a ir directo al punto, lo siento soy muy curiosa, estudio algunas clases con jimin y el otro día hicimos un trabajo juntos y jimin me contó como se conocieron, fue super lindo, así que yo quisiera saber tu versión de la historia. — explicó la chica, dejando un poco desconcertado a jungkook, pues nunca le habían pedido algo como eso.

jungkooki iba a responder, diciendo que quizá resumiría la historia, porque para él era un poco vergonzoso contar como se humilló millones de veces frente a jimin cuando eran adolescentes, pero taehyung habló primero.

— ¡Cuéntale jungkook, con detalles, y exagera! — Dijo taehyung emocionado, jungkook lo insultó en su mente. — Ay, tú ven y siéntate, vamos a estar aquí un raaaato. — Dijo taehyung a la chica, quien le respondió con su nombre.

— Dioses, no importa cuántas veces escuché ésta historia, siempre es bueno escuchar como jungkook hacia el ridículo. — Dijo hoseok, acomodándose en su lugar.

— Ahm... — jungkook suspiro. —... Bueno, uhm, mis padres son muy orgánicos, no comen enlatados ni nada, así que fue una buena oportunidad haber encontrado la Granja park y que ellos nos vendieran sus productos ya sabes, necesitamos mucha proteína y bueno, un día jimin tocó el timbre de mi casa.

«... jungkook escribía en su libreta con rapidez, procurando que no se fuera su inspiración, cosa que fue totalmente en vano, puesto que cuando ya sentía que se acercaba un gran verso por escribir, sonó el timbre de su hogar, cortando su inspiración de golpe.

murmuró maldiciones, sabiendo que Jiseol no estaba y su madre estaba un poco ocupada y quizá no escucharía el timbre. Bajó las escaleras y camino hacia la puerta, justo cuando estaba por tomar la perilla, el timbre volvió a sonar y abrió para ver quien tanto insistía.

— ¡Hola! Venimos a entregar un pedido de la granja Park, ¿están los señores Jeon?. — Preguntó un chico cuando abrió la puerta, un precioso chico de mejillas rellenas y sonrojadas, llenas de preciosas pecas, igual que su nariz, cabello blanco y negro y unas orejitas que se veían muy suaves y adorables junto con sus cuernitos, un omega de vaca, simplemente hermoso, jungkook nunca había visto uno, no sabía que decir.

— A-ahm... yo, uh... ya vuelvo. — fue lo único que pudo articular para luego escapar de ahí y decirle a su mamá que habían llegado los víveres.

Subió las escaleras lo más rápido posible y entró a la habitación de sus padres, viendo a su madre sentada en el escritorio, atenta a lo que escribía en su computadora.

— Mamá... — llamó lo suficientemente alto, ganándose la atención de la mujer. — llegaron los víveres de la granja...

— Ujum ¿los recibiste?. — le preguntó Hyesoo, jungkook negó. — ¿Porqué no? Solo era dejarlos pasar y pedirles la cuenta kook, no es tan difícil. — bromeó su madre.

Gimme MilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora