¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Enojada.
Ahora ella estaba enojada conmigo y no entendía porque.
Hace rato, tomó mi brazo y me sacó de entre la multitud, alejándome de ahí.
– Jung Ui, en serio, cambia esa cara o dime porque estás enojada.
– No estoy enojada.
– ¿De verdad?
– Estoy leyendo un libro, ¿no ves? Es mi cara de concentración.
– Bueno, ¿y de que va el libro entonces?
– Uhm... – Puchereó y cerro el libro para ver la contratapa – ¿Blancanieves y los siete drogadictos?
– Ah, tomaste uno de los libros parodia.
– Wow, me encanto este, Wonie – escuchamos decir a una alumna y miramos hacia ella.
Jung Ui abrió grande los ojos cuando vio la portada del libro que sostenía entre sus manos y se movió hacia el estante que custodiaba Yewon, dejando el que tenía ahí nomas.
Wooseok bufó y lo acomodó mejor. – ¿Todos los amigos que tienes son fastidiosos? – Me preguntó.
– Limítate a hacer tú trabajo.
Me acerqué a Jung Ui, ella tenía el libro en sus manos y ahora una sonrisa tiraba de ella. Esa era su cara de concentración.
– Esto es tan lindo. Hasta parece que en verdad eres tú – me miró. – A excepción de ser popular, pero en serio esto es lo más. Es amor gay, como tú.
– No, Jung Ui, yo no-
– La historia no va de eso exactamente – Yewon le sacó el libro de la mano. – No se trata de la sexualidad de los protagonistas, sino de cómo fueron encontrando el amor juntos. De cómo ambos se entendían mas que nadie, de cómo ambos se apoyaban mutuamente. De estar para el otro, y así, descubrir cuanto se amaban. Que no importa si no resultaste ser normativamente hetero, el amor y la compañía se puede encontrar en cualquier persona – explicó.
– Uh, bueno, es lo que leí muy por la superficie – se disculpó y tomó el libro de nuevo. – Ah, hubiera sido perfecto pero... – Picó la tapa. – Yeonjun hizo la portada, ¿no? Esta fea.
– Yeonjun solo tomó la foto, yo hice la portada – las cejas de Yewon tomaron una rara forma, esperen, ¡ella estaba frunciendo el ceño! Uy, se veía aterradora.
– Ups, yo no quise-
– Nos vamos – la tomé del brazo. – Buen libro, Wonie – la aleje de ahí.
– Hey... – Una chica tomó mi brazo. – Vi tus fotos en aquella exposición, ¿podríamos hablar un rato?
– ¡Claro que no, oye! – Jung Ui la apartó y ahora ella me llevo a mi.
– ¡Lo sabía, maldita sea, solo tratan de aprovecharse de ti! Lo que Yeonjun hizo provocó esto. Míralos nada mas.
Miré a mi alrededor y varias miradas estaban puestas en mi.
De verdad, mucha gente mas comenzaba a notarme, mas de la acostumbrada.
– ¿Por qué me ven?
– Porque quieren aprovecharse de tu inocencia – respondió ella.
– Porque les gustas.
– Yeonjun...
– Tu... Uff, ¿por qué le hiciste eso? Ahora se sentirá incómodo.
– Lo hice porque Beomgyu no se da cuenta de qué hay gente a la que le interesa – Yeonjun señaló el panorama. – Porque quiero que vea lo bonito que si es ante los ojos de los demás – dio unos pasos hacia ella. – Que si la persona que le gusta no se da cuenta del chico que tiene a su lado por andar mirando a otros, sepa que aún así, hay otros que lo miran a él. Que su belleza e inocencia es apreciada por alguien más.
Eso... Eso fue lo más bonito que-
– ¿Y qué? ¿Es una clase de autoestima? Él es muy seguro sobre su cuerpo y si mismo ya. No te necesita a ti para eso. Además, deberías estar en tu puesto.
– Fui por un café, Soobin me relevó – alzó el vasito. – Y por lo otro, no, no es clase de autoestima; sino de confianza en sí mismo, y claro, porque no, de amor propio. Realmente necesito que Beomgyu deje de humillarse juntándose contigo.
Yeonjun, eso no-
¡HEY!
La cachetada que Jung Ui le dio, resonó tan fuerte que algunos alumnos se detuvieron a mirar.
– ¡¿Quien te crees tú para cuestionar nuestra amistad?! ¡Te lo dejé pasar la primera vez, Choi Yeonjun, pero no más! ¡Deja de querer humillarme y de tratarme de estúpida, porque no lo soy para nada! ¡¿Te crees mejor que yo, basura?! ¡¿Por qué no te vas a la mierda de una maldita vez?!
Yeonjun la miraba sorprendido y sujetando su mejilla. Ella sostenía fuerte mi mano aún.
– Señorita Noh, acompáñeme a la dirección – un profesor que vio la escena, se detuvo a nuestro lado. Los espectadores siguieron con lo suyo.
– Pero yo...
– Ahora – señaló el camino.
Jung Ui bufó y me soltó, comenzando a caminar apresuradamente hacia allá.
Conociéndola, esto si era una humillación para ella. Nunca había pisado la dirección.
No podía hacer nada, solo la vi irse.
Miré a Yeonjun con muchas ganas de recriminarle, pero lo único que mi mente quería saber era...
– ¿Te duele?
– El orgullo, quizás – intentó reír. – Me golpeó feo una chica, ese será un buen material para nuestros compañeros.
– Fuiste cruel. Eres cruel con ella.
– Ella te hace daño.
– No, no lo hace. No lo hace porque no sabe como me siento.
– Yo lo sé.
– Entiendo, y te agradezco eso que hiciste por mi, en serio. Y en verdad quiero que seamos amigos, pero por favor, no te contrapongas con Jung Ui, ella es mi mejor amiga – él rodó los ojos. – Y en serio te agradezco, pero no me interesa que otra chica posé su mirada en mi, la única chica que me interesa es ella.
Se mirada se volvió severa.
– Entonces vete con esa estúpida, Beomgyu, y sigue humillándote de esa manera, perdedor – pasó por mi lado, dándome un empujón con su hombro y siguió su camino.
