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Miraba mi cuerpo frente al espejo.
Estoy orgulloso de lo que he logrado, creía que mi esfuerzo dio buenos frutos. Tenía mucha confianza en el.
Pero luego viene Jung Ui, y eso no es suficiente.
Ella no me miraba, a ella no le importa que me viera bien, siempre sería su "niño".
Y está bien, no es que quisiera gustarle a ella solo por mi cuerpo, pero por lo menos quería llamar su atención así.
Nunca lo logré.
Ahora aparece Yeonjun, me dice que soy hermoso como soy, trata de ayudarme en mi autoestima... Y me besa.
Me besa, poniendo a Jung Ui en segundo plano, si es que la dejó en alguno.
Esto es confuso. Yeonjun me llenó de confusión.
Escuche la puerta ser golpeada. - Hijo, Jung Ui vino a verte~ la haré pasar.
- Uh, esp-
Tardé. Logré alcanzar mi musculosa pero Jung Ui entró antes, bueno no es como que ella no haya visto mi torso desnudo nunca. Dejé pasar la pena y me la coloqué.
- Ah si, fue... Dolor de estómago o algo así, en fin, ¿viniste por eso?
- Si, a ver cómo estabas - fue hacia la cama y se tiró sobre el colchón, sacando sus zapatillas después. - Seguro es por tanta comida rápida que comes - palmeó a su lado invitándome a sentarme.
- Es lo que mami cocina, ¿qué quieres que haga? - Me senté a su lado y ella apoyó su cabeza en mi hombro. Me sentí un poco nervioso, pero no como solía hacerlo.
Raro.
- Pues, cocínate tu, vago.
- No se hacerlo.
- Tú papá es cocinero, dile que te enseñe.
- Okey, no me gusta hacerlo.
Ella rió y pellizco mi costado, provocándome cosquillas que me hicieron reír. - Ay, Beom, eres taaaan vago - río también y se detuvo, mirándome.
¿Por qué está mirándome así? Los nervios volvieron.
- ¿Puedo confesarte algo?
Ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios Ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios Ay Dios ay Dios ay Dios ay Dios
- Si, claro.
- No te pongas colorado, tontito - picó mi nariz y se sentó. - La cosa es que... - Acarició mi cabello hacia atrás.
