¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
– Es acá – avisé y ella estacionó el auto.
– Dios mío... Yo sabía que los jueces ganaban bien, pero mira el tamaño de esa casa...
– Si, también tuve esa primera impresión – zafé mi cinturón.
Ella me miró. – Dime que piensas casarte con Yeonjun apenas él cumpla dieciocho, yo firmaré el consentimiento.
– ¡¿Qué?! ¡Qué cosas dices!
– Imagínate heredar esta casota – la señaló.
– ¿Y para qué quiero tanta casa? – Me avergoncé –. Si me caso es porque lo quiero a él.
– Yo también lo quiero, pero hey si viene con dinero, ¿qué mejor?
– Mami... Procuraré hacer un acuerdo prenupcial antes – abrí el auto y salí.
– ¡Pero, Beom! – Abrió la puerta y salió.
Frené. – Vuelve al auto, mami.
– Ni loca, yo quiero ver esta casa desde adentro – tomó mi mano y fuimos a la entrada. Ella golpeó con emoción la puerta.
– Para ya, qué hay timbre – lo toqué.
– Oh, perdón – empezó a dar pequeños saltitos. Me miró –. Deja de verme como si tuviera un nido de arañas en la cabeza.
– Hablando de eso...
– ¡¿En serio?!
La puerta se abrió y ella acomodó levemente su cabello.
– ¿Hola? ¡Oh! Beomgyu, bienvenido – Sook abrió la puerta y me saludó –. Estoy por irme, pero puedes pasar por Yeon – nos dio paso –. ¿La señora quien es?
– No estoy casada – asintió mi mami.
– Bueno – se alzó de hombros –. Igual no sé quien es.
– Soy la mami- ¡la mamá! – Hizo una reverencia –. Son Yejin.
– Hae Sook – hizo otra –. Nos vemos – se despidió y cerró la puerta.
– ¿Es la empleada o algo así?
– Sé que se encarga de la cocina y a veces hace de niñera, pero no se si se encarga de la limpieza. Creo que más bien Seonmi lo hace.
– Seonmi, mmmh...
– Es un lindo nombre.
– Esa clase de nombres me trae recuerdos.
– Ella es muy bonita. No logré verla en persona, pero vi fotos. Voy por Yeonjun, ¿me esperas aquí?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.