¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yeonjun se quedó a dormir conmigo anoche, bueno casi, porque él no podía dormir de lo emocionado que estaba con respecto al avance que había dado con Beomgyu.
Si, él sabía que era difícil para el chico, pues le dije que si me pasara lo mismo con otro chico cuando yo me pasé la vida entera creyendo ser completamente heterosexual, también actuaría igual de indeciso.
Entonces pensé que nunca se sabe. Por mi parte, en estos momentos, soy puramente Gaeulsexual.
Mierda, unir una imagen tan tierna como es la de Gaeul con una tan atrevida como es la sexual... Soy un depravado.
– Te vi llegar con tu amiguito hoy, pensé que se habían peleado ayer.
Escuché a una de mis compañeras atrás, durante las clases de literatura. Miré hacia ella. Jung Ui estaba de espaldas.
– Si, bueno, pero Beomie me perdona todo, es el mejor.
– Aww, quiero un chico así.
De reojo, vi a Yeonjun apretar su lápiz, dejando de escribir.
– Soy celosa, así que ten cuidado con lo que dices.
– Ya, ya, todo tuyo. ¿Entonces se arreglaron?
– Bueno, dormí con él anoche, así que espero que si – rió.
Yeonjun apoyó con fuerza su lápiz contra el pupitre, y me miró para después voltear y ver a Jung Ui con enojo.
– Lo hace a propósito – dijo él.
– No lo creo Yeon – sostuve su brazo. – Ella ni siquiera te está mirando.
– Ella sabe que estoy dos asientos adelante. ¿Por qué es tan bruja?
– Hey, de nada te sirve ponerte así, ¿okey? Estamos en la escuela, solo sigamos con lo nuestro.
Sopló con dureza y volvió a lo suyo.
– Bueno, chicos, presten atención.
La profesora se levantó y se puso frente a todos. – Como dije, no habrá evaluación, pero si un trabajo practico para tener una nota similar. Y tienen suerte, será de a par.
Sonreí alegre y golpeé con emoción el hombro de Yeon varias veces. – ¿Oíste? Vamos a aprobar esto juntos, brother.
Él esbozó una sonrisa hacia mi. Sé que estaba contento, pero aún enojado por lo que escucho antes.
– Entonces, para ser justos y hacer esto más divertido, hice papelitos con sus nombres – volvió a su escritorio, sacando una bolsita de su mochila. – Sacarán un papel, y la suerte decidirá a su compañero.
Hubo un poco de quejas, pero la profesora las ignoró, y comenzó a pasar por los alumnos frente a cada columna. Sip, Yeonjun y yo nos sentamos en la primera de la última.
