¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Beomgyu me enfrentó y en verdad no supé cómo reaccionar... ¿Por qué nadie me avisó que este chico daba miedo cuando se enojaba? ¡¿Por qué nadie me avisó que Beomgyu se enojaba?!
Por suerte, el timbre paga ingresar sonó, y así de enojado como estaba, el chico seguía siendo responsable.
Dijo que me buscaría en el receso.
Es por eso que cinco minutos antes de que el timbre sonara, yo ya estaba en alerta para salir corriendo del aula.
– ¿Estas bien? Te ves raro – me dijo Yeonjun.
– Si, estoy bien... – Piqué la mesa con mis dedos.
– Todavía no me cuentas que hablaste con Jung Ui o qué te dijo Beomgyu.
– Ah, el mundo debería dejar de preguntarme sobre eso – comenté sin medir mi tono.
– Uy, bueno, solo es curiosidad.
– ¡No! Perdón, yo... No es importante, ¿okey?
– Si tú lo dices – me sonrió. – Pero si algo te pasa, puedes decirme, ¿sabes? – Yo sé, Yeon, todo está bien.
Asintió y siguió copiando lo del pizarrón. Me quede viéndolo. Lo que Jung Ui dijo aún rondaba mi cabeza, ¿soy un mal amigo por ocultarle esto?
Pegue un salto cuando el timbre comenzó a sonar. Yeonjun se rió. – ¿Seguro no estás nervioso?
Le di un manotazo. – Solo fue el susto – me levanté, listo para irme.
– ¿A dónde vas?
– Al baño, vuelvo rápido.
– Okey.
Antes de salir, di un vistazo a Jung Ui, ella arrugaba la carta mientras ponía una expresión dolorosa. Solo tenía dos días para decidir, ¿qué haría ella?
– La estas mirando mucho – dijo Yeonjun con expresión aburrida –. Lo que me dice que si fue importante lo que hablaron, pero no se porque no quieres decirme.
– Solo la miré al pasar, no paranoiques – contesté a la defensiva –. Ahora vuelvo dije.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.