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No sé cuánto tiempo me dormí, pero al despertar de la puerta me golpeó

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No sé cuánto tiempo me dormí, pero al despertar de la puerta me golpeó...

No, esperen. El golpe en la puerta me despertó. Aún estaba algo dormido.

¿Hijo?

Abrió la puerta.

– Ma, realmente no estoy de ánimos para hablar.

– ¿Entonces que hago con ellos?

– ¿Ellos?

– ¡Beomgyuuuu! – Heeseung entró y mamá tuvo que moverse de la entrada. Me pare y fui hacia él. Ella se despidió.

– Hee, ¿a qué viniste?

– Vinimos a verte porque te sentías mal. No quiero que te sientas solito porque no vengan a visitarte o algo así.

Cierto, mami dijo "ellos".

– Permiso – Gaeul entró. – Hola, Beomgyu.

– Eul, gracias por venir, chicos – iba a cerrar la puerta, pero una mano me lo impidió, haciendo fuerza hacia adentro.

Miré.

– Eh, ¿cómo vas a cerrarme la puerta en la cara? – Entró.

– ¡Soobin! Perdón, no te vi.

Alguien más entró. – Hola.

– Hol-

Yeonjun, Yeonjun, Yeonjun está aquí.

Me paralicé.

– ¿Beomgyu? – Soobin tocó mi hombro y reaccioné.

– Hola – desvíe la mirada y cerré la puerta.

No, no.
Lo que menos quería era pensar en Yeonjun y ahora el aparece en mi habitación.

No, no.
¿Por qué me paralicé?

Heeseung se sentó a los pies de mi cama y les dije a los demás que se pusieran cómodos.

Apenas lo dije, Soobin se tiró sobre el colchón y se apoyó contra el respaldo.
– Junnie, siéntate conmigo.

Sé que Yeonjun me miró, porque lo vi de reojo, pero no pude verlo directamente.

– Con permiso – e sentó al lado de Soobin.

– Me sentaré aquí – Gaeul tomó la silla de mi escritorio.

– ¡Ay, Beomgyu se quedó parado! – Heeseung me sonó algo exagerado.

– Estoy bien así.

– ¿En tu propio cuarto? No lo creo – se levantó y fue hasta Soobin. – Tu ven aquí, deja que Beomgyu se siente.

– ¡Eh! – Tomó su mano y lo levantó.

– Beomgyu, siéntate.

Me puse nervioso y miré a Yeonjun, él se movió un poco más a la orilla.
– Yo estoy bien, siéntense ustedes.

NO TAN HETEROSEXUAL | YEONGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora