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– Hey, Beomie, préstame tu bicicleta, iré a casa por mis cosas y voy a la escuela – Heeseung terminó su desayuno, y sin esperar respuesta o juntar su plato, se levantó y salió de la casa

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– Hey, Beomie, préstame tu bicicleta, iré a casa por mis cosas y voy a la escuela – Heeseung terminó su desayuno, y sin esperar respuesta o juntar su plato, se levantó y salió de la casa.

– Que rápido – dije, bebiendo mi té –. Creí que se quedaría un poco más.

Yeonjun tragó su bebida y me miró. – Él nos escuchó, osito.

Okey, vergüenza activada.
Definitivamente teníamos que aprender a controlarnos.

•••

Caminamos rumbo a la escuela. Estaba ligeramente un poco detrás de Yeonjun, y él traía su mochila sujeta solo de uno de sus brazos, por lo que su espalda estaba libre; así que, simplemente lo hice.

Dejé que se adelantara un poco y corrí hacia él, saltando para sujetarme de sus hombros y subir mis piernas a su cintura. Él se sorprendió al principio, pero fue rápido y las sujetó. – ¿Me llevarías así?

Me acomodó un poco más arriba. – ¿Ahora soy caballito?

Abracé su cuello. – En lo único que pienso, eso eres – Yeonjun rió algo tímido, pero después llevó sus manos hacia mis nalgas y presionó entre ellas.

– ¡Hey! – reí y bajé, para caminar a su lado –.  Tonto – di una palmada a su espalda.

– Beomgyu, he estado pensando en esto, y también me gustaría saber como debo tocarte – ¡¿Eh?!

– ¿Por qué hablamos de eso en medio de la calle? – susurré. Él se detuvo y miró.

– Beomgyu, es que siempre estamos a punto de llegar a... ese punto. Pero tan pronto como lo hacemos, nos detenemos, por la razón que sea. Y esta bien, no digo que eso esté mal o que quiero hacerlo ya, ya. Quiero hacerlo cuando ambos estemos listos, y cuando nada pueda detenernos.

– Yo si estoy listo, Yeon, digo, también quiero eso, pero me pongo algo nervioso al saber que... no se, alguien podría enterarse y... y tampoco sé muy bien cómo proceder.

– Por eso quería que hoy hablemos con alguien que nos puede guiar un poco, solo un poco, para saber qué hacer y no terminar... bueno, lastimados o en algún aprieto.

Fruncí mis labios un poco avergonzado. – ¿A quien deberíamos hablarle de esto? Espero que no a uno de nuestros padres, mi papá incluso me pregunto si tenías pene.

– ¿Qué?

– No es lo que importa, ¿entonces?

– Bueno, no específicamente nuestro padres, más bien, la madre de Soobin.

Alcé mis cejas, era cierto, Soobin mencionó que su madre era sexóloga y... tan solo pronunciar la palabra me pone nervioso. – Ay, no se Yeon, será raro...

– No lo será, ella es muy buena y comprensiva, te hace ver las cosas de un modo en que no sientes pudor o que lo que haces está mal.

Asentí. – Bueno, podemos hablar con ella.

NO TAN HETEROSEXUAL | YEONGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora