Uzumaki's Strongest Weapon

Capítulo 51: La pasión de la educación

- ¿Kami no Senshi? ¿No se supone que es una leyenda?- Erza se mostró confundida ante la declaración de Tsubaki

- Yo pensaba lo mismo... Al menos hasta ahora que he visto a una chica demonio con mis propios ojos- La azabache replicó, mirando detenidamente a Kaguya -Rarity es la muestra de que las tres razas originales son reales... O bueno, al menos los humanos y los demonios como descendencia original de los Kami-

- Los dragones como raza inteligente también son reales, dado que Irene Belserion es una mujer híbrida humana-dragón y por lo tanto, yo tengo al menos una cuarta parte de sangre de Dragón...-

- Ya veo...- La Nakatsukasa se mostró discretamente sorprendida -Entonces esa existencia que sacaba provecho de tener las mejores virtudes de cada raza para convertirse en el ser definitivo, que no tiene rival en el mundo, podría ser real...-

- De haber existido, debe estar enterrado en la historia, puesto que nunca se ha escuchado de que intervenga en el mundo...- La matriarca Uzumaki cortó con aquella charla, dado que estaban frente a la que era reconocida como la mujer más poderosa de la historia Ninja -Los fantasmas de la historia deben permanecer como tales para enfocarnos en la realidad...-

- Mito tiene razón - Intervino el Arma Definitiva, enfocando a las féminas -Nuestra preocupación principal está justo enfrente...-

Kaguya Otsutsuki.

Tsubaki, Mito, Erza y Cynthia enfocaron entonces con una mezcla de fascinación y temor en sus rostros a la imponente mujer, que estaba cautiva en esa maraña de raíces y ramas que surgían de aquél frondoso árbol que abarcaba salvo por un par de metros a la orilla todo el interior de aquella fortaleza. Su piel de coloración gris era rara en el Mundo Ninja, aunque no desconocida y como se encontraba en ese estado, en el que parecía dormir ajena a su entorno, sus finas facciones resaltaban ante su gesto aparentemente tranquilo.

Naruto, por otra parte, estaba analizando a aquella mujer con ayuda de sus ojos. El Uzugan que mezclaba la capacidad del Sharingan y el Byakugan, le permitía ver a detalle el caótico y poderoso sistema de Chakra que tenía aquella legendaria hembra, así como el nivel de su Chakra como tal, lo que le hizo comprender que de momento, era imposible siquiera intentar apoderarse de esa valiosa presa.

No obstante, también pudo percatarse de que las ataduras vegetales estaban drenando paulatinamente el poder de la Diosa Conejo, creciendo poco a poco, a un ritmo prácticamente imperceptible, aunque de forma constante, impidiendo que de estar consciente, Kaguya pudiera concentrar su Chakra para intentar liberarse.

Entonces una pregunta se formuló de golpe en su mente: ¿Cómo podía aprovechar esa situación? Para sorpresa expectante de las mujeres, Naruto estiró su mano derecha con la palma abierta hacia la mujer cautiva, liberando una cadena de Kinton, cuya punta se clavó cerca de la cabeza de la Diosa Conejo, la cual contrajo para ascender rápidamente y llegar junto a ella en cuestión de segundos.

"El enorme Chakra que tiene está siendo drenado por el Mokuton para que le sea imposible liberarse, ya que las raíces y las ramas se han extendido por debajo de toda la isla y el proceso no se ha detenido..."

- Q-Quién... ¿Q-Quién está ahí?- Murmuró de forma casi inaudible -¿W-Wan...?-

Naruto, ahogando una expresión de incredulidad, vio cómo los ojos de Kaguya Otsutsuki se abrieron levemente. La mujer suspiró cansada, como signo claro de que no estaba en su mejor forma, confirmando los supuestos del rubio.

- ¿Quiénes son ustedes...?- Su voz aunque débil, encerraba un aire siniestro que intimidó de inmediato a todas las mujeres -¿Qué hacen aquí?-

De inmediato reconocieron aquellos entrecerrados ojos blancos como el Kekkei Genkai característico de los Hyuga. Las chicas por instinto retrocedieron al ver que en el tan bello como inexpresivo rostro de la Diosa Conejo se formaba una mueca que podría definirse como una sonrisa apenas detectable.