Capítulo 36: Información y planeación

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Poco a poco recuperaba la consciencia...

Se sentía mareada y sumamente debilitada, ya que tras esa ardua batalla donde estuvo a punto de perder la vida, usó su último recurso para sobrevivir: un Jikuukan Ninjutsu que en teoría debería de haberla enviado unas horas al futuro para evitar morir a manos del enemigo.

Lentamente se puso de pie con sus piernas temblorosas, recargando las manos en sus propias rodillas mientras las náuseas se le pasaban poco a poco. Finalmente pudo erguirse completamente para analizar su entorno, dándose cuenta que se encontraba en un bosque completamente verde, totalmente ajeno al lugar semidestruido en el que había combatido horas antes...

¿O algo había salido mal?

Tuvo un mal presentimiento, ya que no era posible una regeneración tan súbita del entorno boscoso salvo que fuera obra de su suegro, Hashirama Senju... Y eso no era posible, puesto que el aclamado Shinobi conocido como Shinobi no Kami (El Dios de los Shinobi) había sido asesinado durante la Primera Guerra Ninja. No podía pensar en el hecho de que su querida Tsunade despertara el Mokuton de su ilustre abuelo y no había otra posibilidad, dado que su adorado Nawaki había sido asesinado sin mostrar signo alguno del aclamado Kekkei Genkai.

- Qué demonios ocurrió...- Se puso a temblar, comenzando a alterarse ante la incertidumbre

- ¿Hm...?- Se escuchó un suave gemido a lo lejos -¿M-Madre...? No... N-No es cierto... ¡Madre! ¡Oh, madre...!-

- ¿Q-Qué?-

La hermosa y despampanante rubia de larga cabellera ondulada, se mostró sorprendida cuando sintió por la espalda un intenso abrazo y aquellos firmes pechos que nada tenían que envidiarle a los suyos. Podía escuchar la respiración entrecortada y el lloriqueo de aquella persona que se recargaba en ella con notorio sentimiento...

- ¿Qué rayos?-

La mujer lastimada, ataviada en una maltrecha yukata negra prácticamente hecha andrajos con amplio escote al frente, no pudo más con la terrible confusión que se estaba apoderando de ella, así que forzó a esa persona a soltarla, para encontrarse con una hermosa rubia casi del mismo tono que ella y los ojos de su adorado Edarama, de finas facciones y que tenía el rostro descompuesto por una alegría intensa que demostraba a través de un sincero llanto...

Entonces la reconoció, aunque no podía creerlo.

- ¿T-Tsunade...?- Murmuró al tomar de los hombros a la bella mujer y ponerla delante suyo

- M-Madre...- La preciosa Sannin observaba con el rostro bañado en lágrimas a la preciosa mujer delante de ella, que no podía ocultar la incredulidad en su maltrecho semblante

- P-Pero cómo...-

Rangiku Matsumoto, Ninja de Konoha originalmente proveniente de Suna, simplemente no daba crédito al ver que en esa mujer casi tan atractiva como ella, se reflejaba su adorada hija, a la cual dejó abatida por la muerte de su hermano, para tomar su lugar y encabezar un ataque suicida contra las superiores fuerzas de Iwa durante la guerra. Había diseñado un Jikuukan Ninjutsu para escapar de la batalla si las cosas se ponían difíciles y al parecer había funcionado puesto que estaba viva, delante de su amada hija, pero no era la puberta que había dejado antes de marchar al campo de batalla en esa peligrosa misión, sino una hermosa mujer que incluso parecía ser un par de años mayor que ella...

- M-Madre...- Finalmente, Tsunade pudo tranquilizarse para mirar sonriente a la cansada y sobretodo, desconcertada rubia -Estás aquí, luego de tanto tiempo...-

Uzumaki's Strongest WeaponDonde viven las historias. Descúbrelo ahora