Capítulo 52: La transparencia del lago

1K 36 6
                                    

- Naruto-sama... Hágame completamente suya delante de mis niñas...-

Adoptando la pose de perrito, meneando su portentosa cola, Koharu quería incitar a su dueño a apoderarse por fin de su interior. Mientras provocaba a su amo, recordó fugazmente cómo fue vencida al descubrir el complot de Naruto y luego fue condicionada gradualmente a ser una sumisa y obediente esclava, sin que su consciencia fuera suprimida o de plano eliminada...

En un comienzo había sido un acto de crueldad por parte del Arma Definitiva, pero la verdad era que ella poco a poco, mirando cómo era incapaz de resistirse al poder de su dueño, terminó por disfrutar del cómo ese pequeño tirano le imponía su voluntad, primero a su madre, a la extrajera y a alcohólica de Tsunade, para continuar con Shizune y así, poco a poco, hacerse con un gran séquito de esclavas emputecidas, leales y sumisas justo como le iba pasando a ella.

Siempre deseosa de poder ante la incapacidad de poder conseguir a su antiguo amor Hiruzen, Koharu sólo había mirado maravillada cómo ese chiquillo estaba llevando a cabo un plan de conquista sin que casi nadie se diera cuenta y las contadas que lograban sospechar aunque fuera un poco, como las negras Yoruichi y Mila, terminaban bajo su poder como auténticas putas a sus pies.

Para ella, era cautivador...

En un comienzo, sus largas sesiones de condicionamiento y adiestramiento eran un tanto ridículas por los particulares fetiches que tenía su amo... Pero conforme se fue entregando a él y aceptando su condición de esclava, su consciencia cautiva simplemente dejó de resistirse e incluso le agarró el gusto al fetiche de porrista, al punto de que extrañaba entregarse a la rutina de una zorra descerebrada para animar al dueño de su existencia.

Era un amor oscuro que nada tenía que ver con lo que alguna vez había sentido por el viejo Sarutobi...

Ese enamoramiento por Hiruzen era algo más resultado de su convivencia durante su entrenamiento con Tobirama Senju, algo más como la ilusión de una niña a la que se aferró cuando se dio cuenta de que realmente no había hombre en el mundo que cumpliera sus expectativas de dominio con ella y con Konoha, que mostrara su poder de forma despiadada y con puño de hierro...

Pero su adorado amo era diferente a Sarutobi, porque era cruel, despiadado y brutal, algo que a ella siempre le fascinó de los hombres, por lo que ante la imposibilidad de no poder cumplir aquella fantasía infantil, prefirió dedicarse al poder en la aldea.

El destino la había unido a ese pequeño y sensual monstruo, que tal vez había jugado con su mente para adiestrarla como fiel y sumisa esclava, pero la realidad era que ella misma había sido cómplice de su sometimiento a Naruto.

Y por eso estaba a sus pies, ofreciéndosele como una vulgar ramera, porque era lo que deseaba, copular con ese hermoso tirano, serle útil en todo lo que necesitara y cuando él lo considerara apropiado, engendrar con orgullo a su progenie. Por lo pronto, estaba por entregarle deseosa su virginidad y asimismo, dejar de lado el sutil desprecio que todavía sentía por esa tres Ninja reconvertidas en niñas y abrazarse a la idea de realmente ser su madre en espera de los numerosos bebés que esperaba, tendría del propietario de su existencia...

- Me gusta que conserves la etiqueta, Koharu-chan...-

Naruto sonrió con regocijo, mirando a la mujer que nuevamente arrodillada ante él, continuó con su monumental felación, usando sus finas manos para recorrer con lentitud su verga mientras sus bolas eran devoradas en su cálida boquita, poco a poco, alternando a cada una en su cálido interior, hasta dejarlas relucientes con su saliva, brillando con la tenue luz del lugar.

- Deseo ser suya, amo...- Koharu restregó su cara amorosamente en la polla del Arma Definitiva -Darle lo que nunca le di ante a ningún hombre...-

- Que para ser honesto, eso habla muy bien de ti, Koharu-chan- Naruto acarició suavemente la cabeza de su esclava, quien sonrío de forma tierna -Eres de las pocas zorras adultas en mi poder que siguen vírgenes...- Le revolvió el cabello -¿Te das cuenta?-

Uzumaki's Strongest WeaponDonde viven las historias. Descúbrelo ahora