Uzumaki's Strongest Weapon

Capítulo 47: Pacto

Habían recorrido varios poblados luego de aquella escaramuza contra los Ninja de Iwa, notando que cada vez, la lejanía entre los poblados era mayor entre sí, lo que significaba que se acercaban a Uzushio, como les había mencionado Mito.

Al frente iba la afamada Ninja legendaria, mientras que tras ella, Naruto se había tomado un momento para conocer a Musashi y a Usagi, que lo habían recibido con cierta facilidad, sabiendo que al final, tenía el deber de convertirse en el nuevo patriarca del Clan Uzumaki, dada la brutal persecución que habían sufrido especialmente los varones del clan, dejando solamente a las mujeres con un oscuro propósito ciertamente obvio, de conseguir la sangre del Kinton ya fuera para las Aldeas Ninja, grupos mercenarios o asuntos más macabros, como la experimentación con personas.

Aunque había algo un tanto sospechoso...

- ¿Por qué tienes el cabello rubio y no rojo, como nosotras?- Musashi alternaba la mirada entre el frente y el varón de la expedición, cuestionando más por curiosidad que realmente por escepticismo

- Bueno, supongo que fue lo que me heredó mi padre, que si bien tenía linaje del Clan, no era como tal un Uzumaki...- Replicó con calma Naruto, mirando de reojo a la chica de peculiar peinado

- Supongo que está bien entonces...- La chica de ojos azules se encogió de hombros, restándole importancia -Con el reflejo de la luz, mi cabello a veces se ve magenta... ¿Tú qué opinas, Usagi-chan?-

- E-Eh...- La chica se mostró cohibida con la atención puesta sobre ella -Creo que está bien, Musashi-san...- Bajó la mirada por un momento, para luego mirar al frente -Si a Naruto-kun le sienta bien, está bien...-

Mientras platicaba con las dos chicas, el Arma Definitiva iba estudiándolas con detenimiento para comprender las personalidades que la zorra de Mito les había construido para su nueva vida como sus esclavas...

Por lo que sabía desde el comienzo del recorrido, conforme se fueran reuniendo las Uzumaki que se encontraran en el camino, Mito las iría 'recolectando' y dándoles una nueva vida conforme pudiera manipular sus recuerdos con base en la lista de su tía Fuusou, para mantener sus personalidades lo más cercanas posibles a su verdadero ser, pero con la clara ventaja de que siempre se mostraran receptivas a su compañía.

Así que realmente era una aventura nueva el involucrarse con esas preciosas mujeres, algunas planeadas para ser regresadas con la edad estándar de 13 años al igual que la suya y las que encontraran realmente de su edad, sólo serían condicionadas para que no mostraran recelo en sus intentos de acercarse a ellas.

- ¿Qué andas mirando, Fuusou?- Kushina se mostró molesta con su hermana

- E-Eh... Nada...- Replicó tímidamente la menor de las mellizas, bajando la mirada, ruborizada.

La realidad era que la tímida chica de ojos negro había sido atrapada mirando el trasero del rubio delante de las hermanas, quienes iban en la retaguardia de la formación...

Fuusou se había quedado prendada de Naruto luego del tiempo que habían pasado a solas durante su estancia en Tamamushi. Ella era una chica tímida por naturaleza, debido a lo que había pasado luego de la destrucción de Uzushio y la pérdida de sus padres, por lo que fuera de su hermana, su bastión en varios aspectos, era una chica insegura que se cohibía fácilmente.

Luego, estaban las sensaciones que provocó el rubio en ella. Recordó cómo sus padres a veces 'jugaban' de la misma manera a escondidas cuando creían que ni ella ni Kushina los veían. La realidad era que la naturaleza sexual de la Fuusou adulta se debía a que al ver a sus padres teniendo sexo en forma espontánea en su hogar cuando pensaban que estaban solos y no pocas veces la menor de las hermanas, los espiaba a escondidas, asociando en lo más profundo de su subconsciente lo que después supo que era el sexo, con el placer.