Capítulo 38: Oscuros secretos

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Kiri estaba en una situación nunca antes vista en alguna de las Cinco Aldeas Elementales...

Regimientos de Oinin (Ninja Cazadores), los ANBU de la aldea, especializados en secuestro y asesinato, todos portando el mismo uniforme de yukata azul y máscara lisa excepto por los afilados boquetes para la visión, avanzaban por toda la aldea. Entraban a las casas sin restricción luego de que fuera anunciado que se haría la última purga: el Yondaime Mizukage había anunciado que la Guerra Civil de baja intensidad debía llegar a su fin para llevar estabilidad a Kiri y por ende, los Oinin asaltarían toda construcción existente en la aldea a la que no se les diera libre y total acceso.

Los rebeldes estaban plenamente identificados luego de que sometidos a tortura y sobre todo a ver cómo sus compañeros eran asesinados de formas inenarrablemente horribles en experimentos secretos, aquello prisioneros confesaran con sorprendente detalle todo lo que era posible sacarles sobre los integrantes de la rebelión que seguían libres.

La mayoría de la población, aterrada por las frías palabras del Yondaime, esperaba ya a los ANBU con las puertas abiertas de sus hogares y donde se presentaba un deje de resistencia, se masacraba a todos los habitantes de la casa o construcción, se procedía a destruir con sellos explosivos el inmueble y se continuaba con la operación en el siguiente domicilio.

Finalmente dieron con todos los escondrijos y la red de túneles bajo la aldea por los que se movían los disidentes que luchaban por sus vidas principalmente por el simple hecho de poseer un Kekkei Genkai...

En uno de los pocos túneles que todavía no había sido registrado, una mujer de largo cabello castaño rojizo a los tobillos, con un moño atado con una banda de color azul oscuro, dos mechones de los cuales uno cubría su ojo derecho y otros dos que se cruzaban sobre su pecho, debajo de la barbilla. De prominente figura y profundos ojos verdes, ataviada con un vestido azul que algo entallado permitía notar su prominente figura, se enfocaba en guardar varios pergaminos en una mochila de tirantes ante la mirada de un anciano de larga barba que se movía con evidente dificultad.

La mujer aparentaba alrededor de unos 26 años...

- ¿Ya estás lista, Mei?- Cuestionó el anciano con voz cansada

- Ya, abuelo...- Replicó la mujer, visiblemente afligida, poniéndose la mochila al hombro

- Bien...- El hombre mayor suspiró -Entonces es hora de que te vayas...-

- P-Pero...- Murmuró consternada la castaña

- Mei...- Replicó suavemente el anciano, posando su mano derecha en el hombro de la mujer de carnosos labios pintados de carmín -Se ha llegado al punto en que no hay forma de sostener la resistencia por ahora... Si queremos que lo que ha estado pasando todo este tiempo se sepa, alguien tiene que contarlo... El reinado de Yagura no será eterno, pero por ahora es sólido e imposible de derrocar y menos ahora con la purga que están haciendo... Suerte Mei, deseo que tus días de tristeza terminen algún día...- Murmuró el hombre, soltando suavemente a la Kunoichi

- Abuelo...- La mujer observó sorprendida al hombre realizar una secuencia de sellos de mano para luego colocarle un sello de papel en el vientre

- Adiós, nieta querida...- Entonces el anciano posó sus manos delante de su rostro a manera de aplauso, provocando que la mujer desapareciera en instantes luego de que su imagen se distorsionara

- Baku Terumi- Justo en ese momento, un grupo de 5 Oinin irrumpía en la habitación, empuñando katana en sus manos derechas y kunai en las izquierdas -Por los cargos de traición a Kiri y cooperación con aldeas extranjeras, se te condena a muerte...-

"Cuídate mucho, Mei..." El hombre suspiró y se resignó a su suerte...

Mei Terumi reapareció acuclillada en medio del bosque nuboso que circundaba su hogar, todavía sorprendida por el Jutsu espacio-tiempo usado por el padre de su madre. Desconcertada, se puso lentamente de pie, encontrándose con la vista en el horizonte de su aldea emitiendo varias columnas de fuego y gritos de hombres, mujeres y niños, se oían desde ese lugar...

Uzumaki's Strongest WeaponDonde viven las historias. Descúbrelo ahora