Uzumaki's Strongest Weapon

Capítulo 54: Demostraciones prácticas

La expedición Uzumaki entró con tranquilidad a Tamamushi, dirigiéndose hacia donde se encontraba el hotel donde se habían quedado la primera vez. Nuevamente, Kushina, Fuusou, Musashi y Usagi se encontraban en su forma de niñas pequeñas, para evitar que alguien del lugar sospechara de ver al mismo grupo primero con niñas y luego con adultas idénticas a varias de ellas en apenas unos días. A ellas se le sumaba Erza, que también había sido convertida en una versión de sí misma a la edad de 13 años, con el fin de comenzar su condicionamiento, así como Cynthia y Lusamine, que igualmente había sido selladas e instruidas para tener 13 años de nuevo, usando versiones infantilizadas de sus ropas, en vestidos a la mitad de los muslos y mallas a las rodillas del respectivo color de sus atuendos. De momento, Rarity, Ranko y Tsubaki conservaban la misma edad.

Todas las niñas iban siendo guiadas por Mito, la aparente responsable del grupo, a la que seguían con una admiración apenas menos notoria que la chica demonio y la más nueva en el grupo le profesaban al rubio, siguiéndolo como mansas ovejas en tanto que la Kinmabuki escoltaba por la derecha al Arma Definitiva...

- Así que ésta es la parada previa para llegar a Konoha...- Murmuró la azabache mientras el numeroso grupo ingresaba al hotel

- Sí...- Asintió Naruto -Es complicado llegar tan rápido con un grupo tan grande a Konoha sin parar por lo menos algunas veces para descansar y obtener víveres-

- En fin- La chica posó sus manos sobre la nuca, dándole a su compañero de armas una vista tan privilegiada como involuntaria de su pecho -Deseo darme una ducha de agua caliente... Han pasado años desde la última vez- Miró con aburrimiento cómo la matriarca Uzumaki registraba a las féminas y al Uzumaki luego de saludar amable a la encargada

"Poco a poco, compañera..." Discreto, el rubio se relamió los labios con el vaivén de los pechos de la Nakatsukasa a cada paso que daba "Porque realmente, eres toda un arma viviente..." Luego de un par de segundos, regresó su mirada al frente.

El grupo se dividió en dos habitaciones, por un lado iban Naruto, Kushina, Fuusou, Musashi, Usagi y Erza, mientras que en la otra se quedaron Mito, Tsubaki, Rarity, Ranko, Cynthia y Lusamine.

- ¡Pido una de las camas de arriba-ttebane!- Con rapidez, la mayor de las mellizas se apropió de una de las literas

- ¡Yo quiero la otra!- La chica de alargado y estrafalario peinado arrojó su mochila a la cima de la litera que quedaba libre

- P-Pero...- Intentó protestar la menor de las hermanas, pero al ver que las chicas decididas ya estaban en las camas, simplemente agachó la cabeza en señal de derrota

- Tranquila, Fuusou- Naruto sonrió al ver una oportunidad latente -Puedes quedarte conmigo en la cama de abajo...-

- S-Sí, gracias... Naruto-kun-

La chica se ruborizó de forma violenta al recordar que días atrás, el protegido de Mito y próximo patriarca del clan se le había insinuado y ella, tímida y dócil, había sido incapaz de resistirse a ello. No solo eso, sino que le había gustado la forma como el futuro patriarca del Clan Uzumaki había explorado su cuerpo y deseaba más. Todo el viaje había pensado si Naruto se le iba a insinuar de nuevo y ante la obviedad de la respuesta, sólo pudo bajar la mirada y ruborizarse en un tono tan marcado como el color de su cabellera.

- Espero ya llegar pronto a Konoha- Erza tomó su lugar en la última cama disponible, sentándose al filo de ella, agitando sus piernas -Mito-sama dijo que podrían ayudarme con lo de mi ojo derecho...-

- ¿Qué te ocurrió?- Usagi se sentó junto a ella, expectante

- Pues... Durante un ataque de bandidos a la Aldea Rosemary, caí sobre una piedra cuando nos refugiábamos y perdí mi ojo- La Scarlet bajó la mirada, con clara tristeza en su expresión