Uzumaki's Strongest Weapon

Capítulo 42: Secretos de familia

Dándole la espalda a la casa Haruno, Sarada y Himawari, frente a frente con la nueva pareja, miraban fascinadas cómo su esclava era brutalmente follada por el amo…

El rostro de la Jounin estaba totalmente desencajado, con la lengua de fuera, los ojos desorbitados y una sonrisa demencial, mientras jadeaba como una auténtica perra mientras el ariete de carne Uzumaki llegaba hasta lo más profundo de su ser. Lo único que había en la mente de la bella mujer, cuya piel brillaba por el sudor, era su cuerpo estremecerse de placer y la inigualable sensación de la polla de su alumno dilatando su interior de forma que no creía posible.

- ¡Es lo más rico que he sentido en la vida…!- Aulló sin reserva alguna la Yuuhi, con su mundo reducido a las sensaciones que le producía su coño

- Yo lo sé, zorra…- Replicó perverso el rubio para luego morderle suavemente el lóbulo de su oreja, retorciéndole todavía más su cada vez nublado cerebro -¿Qué harías para seguirlo sintiendo? ¿Qué harías para mí?-

- ¡Lo que quiera mi amooooo!- Contestó con un grito -¡Haría todo por mi amo!- Jadeaba entre palabras, con la voz sumamente chillona, mientras otro demoledor orgasmo terminaba de consolidar el control de Naruto sobre ella -¡Yo te amo, amooooo…!-

- Je, je, je… Buena zorra…- Tomó aire, inflando su pecho antes de seguir -¡Entonces recibe mi leche, zorraaaaaaaa!-

- ¡Rica leche de mi amooooooo…!- Bramo la Jounin entre lágrimas y una sonrisa demencial mientras la simiente Uzumaki la llenaba hasta lo más profundo de sus entrañas.

Las dos jovencitas se mordían los labios y se retorcían de la envidia al ver cómo esa vulgar puta, zorra y esclava recibía el premio que ambas deseaban desde años atrás. Kurenai ya era incapaz de hablar y su colapsada mente sólo daba para gemir como una vulgar ramera y gritar incoherencias, mientras en sus oídos retumbaba el golpeteo de las duras bolas del Arma Definitiva contra el trasero de la Jounin…

- ¿Les gusta lo que ven…?- Naruto volteó a ver a sus otras esclavas, sin dejar de follarse a su nueva zorra cuya cabeza se movía solamente por efecto de los poderosos embates que seguía recibiendo

- Sí…- Dijo Sarada mientras ambas ya habían empezado a masturbarse -¡Destruya a nuestra esclava, amo!-

- Así es…- Replicó Himawari mientras sus dedos en sus inflamados y babeantes conejitos las acercaban al orgasmo -¡Rómpale el coño y el culo, Naruto-sama!-

Las dos sonreían satisfechas mientras se daban placer a sí mismas al ver cómo aquella otrora orgullosa Ninja de Konoha quedaba reducida a una más de las descerebradas esclavas sexuales del patriarca Uzumaki, siempre deseosas de polla y capaces literalmente de cualquier cosa por ella…

- Tienen razón…- Naruto entonces se decidió a sacarle su ariete sexual a su nueva esclava, lleno de su propia simiente y de los fluidos de la Jounin, dejándola posada sobre su herramienta, tan dura como roca -¿Verdad que Kurenai-chan es toda una esclava?-

La sostuvo de tal manera que las sensuales piernas Yuuhi descansaban sobre la parte interna de los codos Uzumaki con la parte posterior de sus rodillas, con esas sensuales extremidades ya contraídas, incapaces de mantenerse estiradas tras el demoledor orgasmo que, por el momento, había colapsado la mente de la Jounin y la había dejado como una sexy muñeca de carne y hueso, con su cara haciendo los ojos viscos, una sonrisa idiota y la lengua de fuera…